Espero que
en esta ocasión Facebook no me oculte este artículo. Porque en aras de alguna
denuncia de algún enemigo de la libertad de expresión, esta red social me ha
amenazado en varias ocasiones con ocultar mis escritos. El último me lo ha
vetado, haciendo caso de alguna denuncia de algún individuo fascistoide que
pretende callar, con ayuda de esta red social, a una voz de la izquierda.
Cualquiera
puede, si le interesa, leer el artículo prohibido en mi blog Kabila: http://rafa-almazan.blogspot.com/:
¡Qué mierda de Justicia! Ya ven ustedes, todavía hay alguien que defiende a
esta Justicia lamentable, cuando desde dentro de la misma justicia las críticas
y las dimisiones son el pan de cada día.
Así
estamos, una red social, que al ritmo del aire de lucha contra la libertad de
expresión, y con una denuncia de un desalmado, trata de ocultar formas de
pensar que no van con su ideología. Algo insólito y que pone en riesgo uno de
los grandes pilares de la democracia: la libertad de pensamiento y de
expresión.
Corren
tiempos difíciles desde que el PP impuso con su mayoría absoluta la ley
mordaza. Y no lo digo por mí, que simplemente expongo lo que pienso, consciente
de que poco puedo influir y de que tengo una audiencia mínima. Sin embargo, hay
personas que han pasado por juzgados, llegando a ir a la cárcel por expresar
sus pensamientos o por acciones que supuestamente pueden ser consideradas
delitos de odio, cuando se consiente que haya franquistas, por la red y por las
calles, exaltando y enalteciendo a un dictador criminal, en aras de la libertad
de expresión, sin inmutarse y sin pudor, y con la aceptación de las autoridades
competentes: la policía y la justicia.
¿Hasta cuándo
va a estar vigente la ley mordaza? ¿Cuando va a cumplir Pedro Sánchez su
promesa de acabar con ella?
En fin, un
episodio más de una época oscura, donde la libertad de expresión se acorta para
evitar criticas a la monarquía, la justicia, la iglesia, el fascismo, la banca etc.,
mientras que se permite que los franquistas campen por sus lares y alaben a un
genocida. Ésta es la historia que nos está tocando vivir.
Mientras
pueda, seguiré escribiendo lo que pienso, aunque, después de lo acontecido, me
temo que me perseguirán y me censurarán en Facebook. Por si a alguien le
interesa, siempre podrá ver mis artículos en mi blog: Kabila.
Salud y
República (aunque no les guste)
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