Una filtración de un bufete de abogados panameño ha
destapado miles de sociedades opacas en paraísos fiscales de personajes de toda
índole y de todo el mundo.
Personas de todos los países, también de España, más o menos
conocidos tienen sociedades off-shore. Entre los personajes importantes
destacan seis jefes de Estado actuales, otros seis que ya no lo son, ministros
de distintos gobiernos, empresarios, artistas, deportistas, etc. Gente de toda
índole que, creando sociedades off-shore consiguen evitar pagar impuestos en su
país.
En España hay más de mil doscientas sociedades y más de 500
accionistas que han escondido su patrimonio en Panamá, contratando al bufete
Mussack Fonseca, de ellos los más famosos son: Pilar de Borbón (tía del actual
rey y hermana del rey Juan Carlos), Leo Messi, los hermanos Almodóvar, la
esposa del comisario europeo Cañete, Micaela Domecq, Javier de la Rosa y Oliver
Pujol.
El hecho de tener cuentas escondidas en paraísos fiscales no
es de por sí un delito. El delito se comete si la procedencia del montante de
esas cuentas es ilícito. Pero eso no quita para que, como mínimo, sea
éticamente reprobable. Porque se trata de esconder un patrimonio con el fin de
pagar menos impuestos. Y además suelen hacerlo esos que se llaman patriotas,
patriotas de cartón piedra, claro.
A todos los que dicen que es legal y que pagan sus
impuestos, yo les preguntaría: ¿Por qué entonces constituir una sociedad opaca
en países lejanos, cuando se podría abrir una cuenta en un banco cerca de tu
casa?
Y es que huele mal. Cuando alguien lleva su dinero a un país
lejano y decide abrir una sociedad secreta será por algo. Y yo entiendo que hay
dos razones. Una, es común para todos los mortales que lo hacen: esconder el
patrimonio en una empresa cuyo propietario no es público y además evitar pagar
impuestos en su país. La otra es, como se ha demostrado, que muchas de estas
sociedades esconden operaciones ilícitas, fuera de la ley.
Ahora resulta que la hermana del rey Juan Carlos, estuvo
desde 1974 hasta 2014 presidiendo una de esas sociedades y terminó su mandato
el mismo día que abdicó el rey. Total, todo el reinado de su hermano estuvo
comandando una empresa opaca. Y para más inri, se ha descubierto que su marido,
Luis Gómez-Acebo es un profesional de la obtención de comisiones y conseguir
contratos públicos, desde ese tipo de sociedades. O sea, sin duda, un experto
que actúa como tal y se forra porque era quien era, el cuñado del Rey Juan
Carlos.
Aparece también, por poner otro ejemplo, la esposa de Arias
Cañete, ese ministro de agricultura que se convirtió en Comisario en la Unión
Europea. La excusa dada es que cesó en esas actividades antes de ser nombrado
comisario su marido. Una excusa burda que ha aceptado el presidente Juncker,
seguramente como pago de haberle aceptado a él, el Partido Popular, cuando
estaba inmerso en un asunto oscuro como presidente de Luxemburgo. ¿Qué hacía la
esposa de un político en activo –recordemos que era parlamentario en ese
momento y ya había sido ministro— perteneciendo a una sociedad opaca?
En fin, irán saliendo más ejemplos, parece que hay ni más ni
menos que once millones de documentos que se están revisando y entre ellos hay
referencia a cientos de españoles.
Y es que de aquello polvos, estos lodos. Los jerifaltes del
mundo mundial no están nada interesados en acabar con los paraísos fiscales,
entre otras cosas porque muchos de ellos se benefician de que existan. Hace
cuatro años la Comisión Europea comunicó su intención de acabar con estos
paraísos y no ha movido un dedo. Es más, el caso de Panamá es paradójico para
España. Allá por 2009, la España –entonces con el gobierno socialista de
Zapatero— decidió retirar de la lista de Paraísos Fiscales a Panamá, a
sabiendas de que lo seguía siendo. ¿Por qué? Porque había que construir una
parte del canal de Panamá.
Es lo que pasa, cuando se antepone lo económico a lo ético,
podemos acabar, como así ha ocurrido, quitando de la lista de Paraísos Fiscales
a Andorra, Suiza, Gibraltar, Luxemburgo o Panamá, aunque sigan en las mismas. O,
¿por qué no?, se puede rechazar a los inmigrantes o refugiados porque son
económicamente débiles (los grandes deportistas o artistas no tienen problemas),
aunque ello suponga su desgracia o su muerte. ¡Una vergüenza más!
Y es que todo está en venta. Por dinero cualquier cosa,
sobre todo para los poderosos. No importa vender armas a los terroristas vía
otros países y luego lamentarnos. No importa que digamos que Panamá es un país
decente, con tal de que nos dé unas migajas del Canal que construyen. Es lo que
hay. Que al menos, estos canallas que pueden evitarlo, no se quejen, que ya
está bien de hipocresía.
Salud y República
1 comentario:
Todo apesta a podrido, no hay alfombra que se levante que no esté lleno de mierda podrida :(
Salud
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