No diría que es sorprendente, porque ya nada que venga de la
lideresa nos sobresalta, pero desde luego sí que es una contradicción en toda
regla, apelar a la presunción de inocencia de Paco Granados cuando antes, en
diversas ocasiones, ha admitido que le había salido rana.
¿Qué ocurre? ¿Por qué ahora dice que tiene derecho a la
presunción de inocencia, cuando no hay duda de la carga de las pruebas? ¿Cómo
se come que le preocupe que lleva mucho tiempo en prisión preventiva?
La respuesta es clara: está cagada de miedo (perdonen la
expresión). Por motivos similares ha atacado a Bárcenas, sin compasión, y por
motivos menores ha disparado contra Rita Barberá, contra el exministro Soria y
contra unos cuantos más de esa calaña. Por no contar los ataques que ha
dedicado a los de otras formaciones, a los que no sólo ha negado la presunción
de inocencia sino que les ha soltado dedicatorias infumables, por simples
sospechas, por rumores y sin ninguna prueba definitoria.
Y es que Espe Aguirre está loca por parecer un verso libre
dentro del PP. Y el PP está cada vez más loco porque la condesa consorte se
vaya a su casa de una vez, pero ella es así y toca aguantarla. Bastaba con que
esta mañana el pepero Maroto dijera que el tal Paco debería irse al trullo que
es su sitio, para que la lideresa saliera en defensa de su íntimo Paquito.
Pero la verdadera razón es que Granados tiene información
que puede echar, de una puñetera vez, a Espe Aguirre de la vida pública. Han
sido muchos años a su lado y sabe mucho sobre sus cuitas, y Espe tiene miedo.
Porque, además, el tal Granados –no había más que verle declarando desde la
cárcel— es más chulo que un ocho, es altanero e insolente, capaz de cantar la
Traviata y dejar a su expresidenta con el culo al aire.
Es tanta la basura del PP madrileño que Granados puede tener
el baúl del cajón de la porquería y abrirlo sin reparar (o reparando) en el
daño que puede causar a la lideresa que ya está tocada, rozada y rebozada por
el lodo del pantano pepero.
Y claro, ella no es tonta, sabe que se juega lo único que se
puede jugar: “el prestigio entre sus incondicionales”, entre los demás hace ya
tiempo que lo ha perdido, por eso ahora le toca defender a su amadísimo Paco,
una rana que puede convertirse en cocodrilo y comerse al PP madrileño con
Esperanza a la cabeza.
La caída de Aguirre es lenta pero continua. No hay nada más
que ver cómo su ejército de palmeros cada día es menos numeroso, sus gracias ya no las
ríe casi nadie, ni tan siquiera Inda (su hooligan más fanático hasta ayer) y su
influencia política es insignificante. Ha quedado como una zombie, muerta
políticamente, pero con apariciones que más que miedo provocan vergüenza y mal olor.
Granados es un sinvergüenza pero es listo y sabe que tiene
cartas que jugar todavía, y eso es lo que acojona a la Espe. Eso y nada más. Lo
sabe y ha llegado el momento de que, para evitar males menores, la lideresa enamore y bese a la rana y ésta se quede muda del susto
No le queda otra, aunque su tiempo se acabó, ella se cree
una diva y le toca defender y amar a Paquito para evitar que desafine.
Querida Esperanza, no te preocupes, aunque te vayas, siempre
nos quedará tu fantasma lleno de mierda.
Salud y República
3 comentarios:
Sin duda puede ser por eso o simplemente para hacer ruido y vender más libros, que al final, la pela. es la pela y el foco su perdición.
Un saludo
Son todos tal para cual, la diferencia está en que a unos los pillan a otros no, y otros se escapan...jajaja
Salud
Lo que une al crimen organizado es la complicidad. No puedes esperar mejor trato que a otros dan, porque es "tu amigo". Cuando el entramado se viene abajo, el canibalismo solo está contenido por los ajustes de cuentas.
Un saludo
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