No hay mucho tiempo. Hay que echar toda la carne en el
asador. Las nuevas elecciones están a la vuelta de la esquina. Tenemos
posibilidades y hay que aprovecharlas, sería una irresponsabilidad que
dejáramos que el PP con alguna combinación maquiavélica consiguiera gobernar.
Ahora o nunca. Es una posibilidad que hay que explorar y que
tiene muy buena pinta. Una candidatura conjunta entre Podemos e Izquierda Unida
es una ocasión única, vista la injusta ley electoral, para poder sacar unos
resultados que permitan pensar en un gobierno de izquierdas.
En la situación actual, el PP se complace no haciendo nada y
frotándose las manos al ver una oportunidad en unas nuevas elecciones, el PSOE
no es capaz de comprender que casarse con Ciudadanos es un error de libro, que
le puede costar caro, y es incapaz de cambiar el rumbo y pactar con la
izquierda.
Estamos en disposición de poder dar una gran sorpresa. La
confluencia entre Podemos e Izquierda Unida, fallida en diciembre pasado, tiene
que llegar, esta vez, a buen puerto.
Sé perfectamente que no es fácil, pero es posible. Hay
sectores que no quieren esta unión. Entiendo lógico que el PP se asuste porque
esta coalición, le podría soplar unos cuantos diputados, como comprendo también
la preocupación de Ciudadanos que creía tener la posibilidad de sobrepasar a
Podemos y que ahora temen quedarse muy atrás. Mientras, el PSOE está preocupado
porque sabe que, de esta forma, mantener el segundo puesto le va a ser difícil.
También sé que hay gente en sectores (minoritarios
afortunadamente) dentro de Podemos y de Izquierda Unida que no están por la
labor. Así, el afán incomprensible de Errejón y su gente de mantener una falsa
transversalidad y negar su realidad –que son de izquierdas— así como la vieja
guardia de Izquierda Unida que está perdiendo fuerza día a día, pero que no
termina de desaparecer (hablo de Cayo Lara y su círculo que no lo tiene nada
claro y, sobre todo, de Llamazares y su gente que, probablemente por celos a
Garzón, prefieren que la izquierda siga dividida para mantener un chiringuito
cada día más pequeño). Hay que convencer a estos sectores de las ventajas de esta unión.
Pero también se que hay gente, mucha gente de estas dos
formaciones, que ven con ilusión esta confluencia y se dan cuenta de que la
suma de las dos formaciones puede añadir un plus de votantes nuevos.
Además hay gente que ya ha manifestado que es necesaria esta
unión, personas como el mismo Pablo Iglesias, Alberto Garzón con su mayoría en
Izquierda Unida, Juan Carlos Monedero, Ada Colau, etc. Todos ellos ven la
necesidad de unirse y de hacer posible un cambio progresista de verdad.
Hay dificultades. Una de ellas es la de un programa en
común, aunque las diferencias son mínimas habría que afinarlas para que las dos
formaciones se encuentren a gusto. Otra dificultad sería la composición de
listas. Es necesario buscar una fórmula que permita, de acuerdo a la fuerza que
cada uno representa, recoger los votos de los restos a los que Izquierda Unida
no llegó, en muchas provincias y de esta forma obtener unos cuantos diputados
más. Ambos partidos han de ser generosos para conseguirlo.
Salvemos las diferencias y unámonos con lo que de común
tenemos: casi todo el PROGRAMA y el deseo de un gobierno de cambio que acabe con la plaga pepera. Hay que
avanzar, porque no conseguirlo puede significar otros cuatro años de penuria,
desgracias, recortes y desigualdades.
Este es el reparto de escaños que hubieran conseguido los distintos partidos, si hubieran ido juntos Podemos e Izquierda Unida, a las elecciones del 20-D:
Simplemente viendo estos datos deberíamos luchar por
conseguir esa candidatura única. El PP hubiera tenido nueve escaños menos, el
PSOE dos, Ciudadanos cuatro y Podemos + Izquierda Unida hubieran ganado
catorce. Hoy estaríamos gobernando juntos (173 diputados) con el PSOE. Y si
además sumamos el plus que representa para muchos esta unión, las posibilidades
de sacar un resultado brillante son muchas. No desaprovechemos la ocasión, es
única. No tengamos que lamentarlo de nuevo.
Salud y República
3 comentarios:
Del mismo modo que no cualquier Gobierno es un buen gobierno, no cualquier acuerdo es bueno.
Es cierto que hay un margen para confluir pero sin ceder lo que no se puede ceder, los que nunca votamos a IU no queremos sentirnos fuera de PODEMOS. Pero se puede, ojalá se encuentre el modo
Lo mismo que no le conviene al Psoe el matrimonio con Podemos, tampoco le conviene a IU, bajo mi punto de vista perjudicaría a IU someterse despues de toda la mierda y despreció que le dedicó Iglesias a Garzón, no, no todo vale por el poder, además, el avance de IU se iría al carajo si se somete a Podemos, yo me lo pensaría muy mucho, no es solo cuestión de aritmética...
Salud
No habla el artículo de ser todos de Podemos. No habla de ser todos de Izquierda Unida. No habla de los perjuicios o intereses de Izquierda Unida y de Podemos. Habla de ir a vencer para que el neoliberalismo no siga en el poder saqueando impunemente. Soy de iu. No seré de Podemos. Haré todo lo que pueda para vencer. Por la mayoría social simplemente.
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