Esta mañana, como cada Abril desde hace diez años, se ha celebrado el décimo homenaje anual a las
víctimas franquistas que cayeron en Madrid (más de 2600), fusiladas en las
tapias del cementerio del Este.
Toda la mañana ha estado lloviendo, en algunos momentos de
forma muy intensa. Y allí, como cada año, nos hemos reunido para homenajear a aquellos que murieron por defender la libertad, por
apoyar los valores democráticos, por mantener el orden constitucional.
En esa tapia, donde esta mañana se ha puesto una pequeña
carpa, fue donde cayeron fusilados muchos republicanos, por el simple hecho de
serlo. Esa fue toda su culpa. Cayeron por ser rojos, por tratar de mantener la
República, por creer y defender la libertad.
Hoy, mientras llovía a cántaros, hemos vuelto a reconocer a
nuestra gente. Y hemos escuchados emocionados a familiares de las víctimas, a
Nicolás Sánchez Albornoz, a Almudena Grandes, a José Antonio Martín Pallín.
Allí han venido también desde La Carolina para rendir homenaje a Ana López
Gallego una de las Trece Rosas que era de ese pueblo jienense y que fue
fusilada en esta tapia. Todo ellos amenizado por dos poetas como Sara Zapata y
Mariano Crespo y dos cantautores como Juanjo Anaya y Patxi Andion.
Martín Pallín, incansable luchador por la Memoria Histórica
y habitual interviniente en este acto, decía esta mañana que la lluvia es signo
de fertilidad y que ha hecho germinar las semillas que allí cayeron manchadas
de sangre. Y hoy somos nosotros los que seguimos manteniendo esa luz.
Emocionante ha sido escuchar el himno de la Joven Guardia
Roja por Anaya. Aún recuerdo cómo me lo cantaba mi madre, saltándose estrofas
que no recordaba pero con pasión y como si todavía estuviera en el 36.
Una ausencia imperdonable, la alcaldesa de Madrid.
Lamentable vacío institucional que duele, por venir de quien viene. Pero, no ha
importado. El acto se ha celebrado como siempre, habiendo prevalecido la emoción,
la memoria, y las ganas de reparación. Los asistentes, en completo silencio, bajo
un manto colectivo de paraguas, acompañados por el compás de la lluvia han
recordado a los suyos, a quienes lo merecían, a quienes hoy están olvidados y
discriminados por las instituciones. Mientras otras víctimas, como las del
terrorismo, son afortunadamente homenajeadas con frecuencia, las víctimas
franquistas sólo encuentran obstáculos en el camino de la Verdad, Justicia y
Reparación. Hasta el punto de que ha tenido que ser una jueza argentina quien
se haya puesto al frente de las reivindicaciones de nuestras víctimas.
Dicen que no hay que mirar atrás, dicen que no podemos
instalarnos en el pasado, que hay que mirar al futuro. Pero no saben que la
República es más porvenir que pasado, que sus valores están grabados en el
mañana, que sin historia verdadera no hay progreso. Que si no se cierran las
heridas no podremos caminar sobre nuestra propia sangre.
No me queda más que dar las gracias a Memoria y Libertad,
ese colectivo cuyo objetivo es mantener viva la llama de las víctimas
franquistas y que desde hace diez años nos hace estremecernos en el recuerdo de
los nuestros, de aquellos que lucharon por nuestra libertad y que pagaron con
su vida la osadía de defender los valores democráticos. Gracias, compañeros,
muchas gracias y hasta el año que viene.
Salud y República
2 comentarios:
Sin dudas, un merecido homenaje. Duele saber que aún no se los reconoce y recuerda oficialmente/
Un abrazo
Jo, que tristeza, no lo puedo remediar, lo que podemos llegar a hacer...
Salud
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