Y es que después de sufrir cuatro años de recortes de
derechos --no sólo económicos, sino también sociales y políticos— hemos llegado
a una situación irrespirable, donde, vuelven tiempos peores, donde la censura y
la autocensura campan por sus fueros; sólo un nuevo gobierno progresista y
reformador puede cambiarla.
El PP no sólo ha implantado una forma de gobernar
totalitaria y dictatorial, aplicando la apisonadora parlamentaria sin contar
nunca con los otros grupos, es que además, apoyándose en una mayoría absoluta
en el parlamento (aunque no la tuviera en votos) que le ha otorgado una ley
electoral injusta y poco democrática, ha aprobado leyes regresivas, leyes
represivas y ha impuesto desde las instancias judiciales que nombra o en los
que tiene mayoría absoluta de miembros, como son la Fiscalía del Estado, la
Abogacía del Estado, el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder
Judicial, formas y decisiones sectarias que han desembocado en una constante
condena de todo lo que rechaza su ideario, bien por actitudes reaccionarias o
bien por intereses partidistas.
Y a las pruebas me remito. Basta observar lo ocurrido en los
últimos días, una muestra significativa, para poder demostrar hasta qué punto
la censura y la autocensura han entrado otra vez por la puerta grande de este
país:
- El caso de los titiriteros, que han
pasado cinco días en la cárcel, es extremamente desmesurado e injusto.
Nunca se había encarcelado a nadie por el hecho de crear algún personaje
que cometiera un presunto delito. Algo inaudito, puesto que sería
imposible escribir sobre obras de ficción que traten el terrorismo o,
simplemente, la violencia. Hoy todavía, los dos titiriteros, deben
presentarse en la comisaría todos los días, mientras que –por hacer una
comparación maligna pero verdadera— Blesa o Rato sólo tienen que hacerlo
cada quince días y Bárcenas cada semana.
- A raíz del suceso anterior, se ha producido
un caso de censura en un ayuntamiento de Huelva, Cartaya, donde, después
de estar programada, se ha prohibido una obra de teatro (La mirada del
otro) por tratar de un personaje que es etarra. Ante el miedo de ser
juzgados, este Ayuntamiento ha censurado la obra, prevaleciendo el pánico
ante la libertad de expresión.
- Y qué decir del juicio a los ocho de
Airbus. Donde se acusaba a ocho sindicalistas de actuar con violencia en
una huelga hace cinco años. Afortunadamente el juez ha declarado inocentes
a los acusados por no encontrar pruebas fundadas del hecho. Un ataque a
uno de los derechos fundamentales: el derecho de huelga, que hoy, ojala
que mañana también, ha quedado preservado.
- Por último, quisiera recordar el juicio
que ha sufrido Rita Maestre, portavoz de Ahora Madrid en el Ayuntamiento, que
ha sido acusada y juzgada por el hecho de protestar, descubriéndose la
camiseta, en una capilla de la Universidad. Hoy Rita Maestre espera
sentencia, mientras que otra Rita (Barberá), está de vacaciones en casa,
sin ir a su trabajo, el Senado, pero cobrando puntualmente de nuestros
impuestos. Es lamentable que una reivindicación justa, en un estado que se
llama aconfesional, como es estar en contra de que haya templos religiosos
en lugares públicos, pueda terminar con un exceso judicial.
Es inconcebible que se pretenda tapar toda la corrupción --todos
los casos que asolan este país por parte de presuntos delincuentes peperos--
con causas sin importancia, que actúan como cortina de humo, a las que se les
da una repercusión mediática para tratar de minimizar el impacto de los
corruptos y desviar la atención.
Francamente, nos encontramos en unos momentos en los que
parece que todo vale, con un gobierno en funciones que trata de manejar los
hilos de la Justicia y a los medios de comunicación, para amedrentar al
personal, en su propio beneficio. Afortunadamente, muchos jueces son
independientes y hacen que el exceso de leyes represivas y de artículos del
código penal ya obsoletos no puedan parar el tiempo que vivimos, aunque a
muchos peperos no les importa, para conseguir sus fines, seguir resucitando a
Torquemada (personaje al que sin duda debe adorar el ministro del Interior).
Salud y República
2 comentarios:
¿Estás seguro de que la Barberá está cobrando? Hombre de poca fe, seguro que le da el cheque a Cáritas...jajaja
Salud
Mientras todas estas gilipoyeces merecen atención de la justicia y la policía pepera, una buena trabajadora del bar donde suelo ir en Zaragoza, ha sido asesinada por un demente machista, por negligencia institucional. ¡Que asco! Y si habeis oido las declaraciones del Delegado del Gobierno, más asco.
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