Pues sí, hablo del ministro, del hombre que usa y abusa de su cargo. Del hombre que miente constantemente para defender lo indefendible, que ayuda a los que fueron sus compañeros y amiguetes en la empresa que fundó antes de ser ministro. El mismo que denuncia irregularidades a personas que no son de su cuerda y calla cuando debe hablar de sus amiguetes. El que se ríe como hiena cuando toma decisiones que perjudica a los más débiles. Ese, justo hablo de ese: de Montoro.
Y sí, como digo en el título, Montoro es un moroso. Y la prueba está aquí. El buen señor, el amo de la pasta, el creador de amnistías fiscales para su gente, el aprendiz del mago Rato, ha estado un año sin pagar los gastos de comunidad de su casa en Guadarrama.
Total, como les ocurre a todos estos prebostes, son capaces de dar lecciones de honestidad, de ejemplaridad, de ética y limpieza y resulta que tienen su casa sin barrer.
En resumen, hasta hace unos días, el ministro Montoro debía la totalidad de los gastos de comunidad de 2014 de su chalet en Guadarrama, a lo que ha hecho caso omiso durante todo el año pasado, y ha tenido que pagar la deuda, deprisa y corriendo, hace pocos días. Todo porque le ha denunciado un vecino y estaba a punto de hacerlo la comunidad de propietarios.
Y este es el tipo que quiere que cumplamos con nuestros pagos con Hacienda en tiempo y en precisión. Claro que él es ministro y como tal, así parecen demostrarlo constantemente estos peperos, cree tener impunidad para hacer lo que quiera. Eso sí, presumiendo de honestidad y dispuesto a acusar a quien se mueva y no cumpla con sus obligaciones impositivas, siempre que no sea de su cuerda, naturalmente.
Este es el tipo que acaba de aprobar una lista para publicar los morosos a Hacienda, y resulta que él es un moroso de tomo y lomo. Y aquí no valen historietas ni trolas propias de Montoro, cada trimestre se le avisaba de lo que debía y no hizo ni caso. Sí señor, en manos de este individuo tenemos las cuentas de este país. ¡Que dios nos coja confesados!
A lo mejor ahora podemos explicarnos el porqué no le interesa y apenas habla del aumento de la deuda del Estado (un 35% en los últimos tres años), al fin y al cabo, está en línea con su conducta.
Debe de ser que el pobre llega con dificultades a fin de mes. Aunque es curioso que a pesar de tener tres casas en la Comunidad (dos casas en la capital y una en Guadarrama), no se le olvide cobrar la dieta como diputado electo fuera de Madrid.
Una vez más, este gobierno demuestra su patriotismo, su ejemplaridad y su buen hacer. Un gobierno donde la ética se ha guardado en una caja fuerte cuya llave no aparece. Un gobierno que por higiene democrática y por el bien de todos, debe desaparecer lo antes posible.
Salud y República
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