Ya he hablado, en otro post, de mi amigo Antonio Aramayona. Un ejemplo para todos. Un hombre que desde el 3 de junio de 2013, día tras día, caigan chuzos de punta o sople el Moncayo lo que sople, él, con su silla de ruedas se presenta por la mañana y por la tarde en la puerta de la Consejera de Educación de Aragón, en Zaragoza.
Fue profesor de filosofía y hoy está jubilado. Sin embargo, sigue en la brecha de la protesta y, ante las injusticias, a este quijote maño no le calla ni dios. Progresista preocupado por ver cómo se está desmantelando el Estado del Bienestar, eligió ese portal para fijar un punto de referencia. Allí, donde vive la Consejera de Educación, corresponsable, junto al ministro Wert y otros, de los recortes en Educación que nos están dejando una escuela diezmada en recursos y en derechos.
El pasado martes se cumplió un año de este acontecimiento crítico. Y allí fuimos a celebrarlo. A estar unas horas con él, a manifestarle nuestra solidaridad y a felicitarle por actuar con esa persistencia, propia de su carácter maño, que tanto parece estar desquiciando a la consejera aragonesa.
Y fuimos sus amigos, y allí, enfrente de la puerta estuvimos con carteles que denuncian las causas y consecuencias de esta crisis salvaje. Queríamos que supiera, que a pesar de la distancia, no podíamos faltar a esa cita, a esa fiesta del aniversario, a agradecerle su actitud, a mostrarle nuestra solidaridad.
Junto con nosotros, cómo no, nos acompañaron –aunque seguro que no lo celebraban-- unos cuantos policías. La verdad es que, por la mañana, no seríamos más de cincuenta los manifestantes y sin embargo estábamos muy bien ‘protegidos’. Había dos lecheras de la policía, un coche dando vueltas y, de vez en cuando, dos motos más. Junto a estos peligrosos manifestantes, la mayoría sexagenarios, pude contar hasta diez muchachos fuertes, altos y recios con el uniforme azul –dentro de las furgonetas había más-- que sin duda ‘velaban’ por nuestra seguridad, no vaya a ser que nos atacaran los viandantes.
Así estuvimos como una hora, hasta que estos recios policías nos pidieron la documentación, anotaron nuestro DNI, y decidieron que tenían que dispersarnos. A continuación, empujándonos en el hombro, nos impusieron la retirada a la siguiente manzana --a unos treinta metros de distancia del portal-- y nos cerraron el paso.
Por la tarde, cuando llegamos de comer un rico arroz en compañía de Antonio, la policía había cerrado el paso y, por primera vez, Antonio no pudo colocarse con su silla de ruedas en el portal. Yo tenía que volver a Madrid y me despedí. Pero por lo que me han contado, por la tarde hubo más gente, actuó un grupo cantando chirigotas, y allí estuvo Pablo Echenique, número tres de Podemos –por la mañana había estado un concejal de IU del Ayuntamiento de Zaragoza solidarizándose con Antonio—, quien intentó atravesar, junto a Aramayona, el cerco de la policía para llegar al portal de la Concejala, sin éxito.
Esta crónica no quiere ser sino un homenaje a un hombre que con su inconformismo tenaz justificado está poniendo en jaque a la responsable de los recortes en educación en su comunidad. Ayer, cuenta en su blog, la policía le amenazó con ponerle una tercera multa, porque parece ser que la señora consejera se siente acosada e indignada. ¡El mundo al revés! Y yo que pensaba –iluso de mí--, que éramos nosotros quienes nos deberíamos sentir acosados e indignados con esta política que nos está hundiendo en la más absoluta de las miserias
Y, como hice la otra vez que escribí a cerca del amigo Antonio, me hago la misma pregunta: ¿Imaginan ustedes que pasaría si todos nosotros hubiéramos hecho lo de Antonio? O sea, colocarnos todos los días delante del portal de un responsable del gobierno, de esos que están empobreciendo miserablemente este país, chupándonos la sangre, los recursos y nuestros derechos, mientras ellos siguen viviendo en el país de las maravillas.
Gracias, compañero Antonio, por tu tenacidad y tu ejemplo
Salud y República
Leyenda de las fotos: En la de arriba, Antonio Aramayona. En la del medio, mi amigo El Peko y yo. En la de abajo, en grupo los manifestantes por la tarde, en primera fila, en sillas de ruedas, Pablo Echenique y Antonio Aramayona.
2 comentarios:
Un ejemplo de tenacidad y constancia!
Salud
Tendríamos que hacer todos lo mismo.
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