Está de moda. ¿A quién no le apetece marcharse a Namibia o a Zambia y tumbar un elefante o un león? Pues eso, justo eso es lo que últimamente hacen los hombres de pro. Como tiene que ser.
Y la cosa es sencilla. Sólo hay dos pequeñas condiciones, que te guste matar seres vivos y tener dinero para pagarlo. Porque una caza mayor en condiciones no sale por menos de 8.000 euros el viaje y acomodo, más unos 30.000 por pieza cazada.
Se ve que últimamente hay dinero en abundancia y gente encantada de matar. Pero ocurre que los más famosos, los reyes de la política y del mundo rosa lo persiguen con fervor, con pasión, y para mí que debe ser porque lo hacen con pólvora ajena. Con nuestra pólvora. Vean ustedes los casos, estos son algunos de ellos, aunque seguro que hay mas:
- Ahí tienen ustedes al gran Roca, el magnate de Marbella, cerebro de la operación Malaya, hoy en la cárcel, cuya afición a la caza mayor llenó su casa de cabezas de animales disecadas.
- Otro que tal baila, el que fue gran jefe de los empresarios, Díaz Ferrán, también en la cárcel, amaba enormemente los safaris y disfrutaba matando animales casi tanto como timando a sus trabajadores.
- Qué decir de Blesa, ese tipo que ha conseguido poner a un juez en la picota, por indicarle cuál era su sitio –la trena—, y cuyo gran mérito ha sido hundir Caja Madrid. Pues a esta alhaja también le gustaba, más que comer con los dedos, la caza mayor.
- Y por último el Jefe del Estado. Este hombre campechano, moderado, estadista de pro, que cazaba elefantes acompañado de una princesa alemana, y se lesionó en plena faena.
Como ven, cuatro prebostes de alta alcurnia que están en la cárcel, o muy cercano o blindado por la Constitución. ¿Y qué tiene en común? Pues miren ustedes: que mataban por placer –lo que dice mucho en su ‘honor’— y lo hacían con pólvora ajena, o sea con el dinero de otros.
Porque, ¿si el funcionario del ayuntamiento de Marbella no hubiera robado, alguien piensa que hubiera tenido medios para estas grandes cacerías? Y qué decir de Díaz Ferrán, ¿acaso hubiera podido ir a cazar si no hubiera hecho esos negocios sucios y hubiera hundido sus empresas?, este sinvergüenza lo hizo con dinero que les quitó a los empleados de Marsans o de Aerolíneas Argentinas. ¿Y de Blesa, qué? O es que hubiera podido matar animales si no se hubiera puesto sueldos anuales de más de tres millones de euros en una empresa pública, o sea con dinero de todos?
Dejo por último el caso del rey Juan Carlos. Quien no se conformaba con ir a grandes faustos y cacerías cuando muchos españoles estaban sufriendo la crisis, sino que además se hizo construir un pabellón de caza, valorado en 3,2 millones de euros. Como todo el mundo sabe, algo esencial para un Jefe del Estado en un país que se está yendo a la ruina. Como no va a tener ‘su majestad’ una especie de museo para exhibir su arte de matar. Naturalmente, esos milloncejos que costó no salieron de su presupuesto real –en 2014 será de 7,8 millones de euros—, sino, como ocurre con muchos otros gastos reales, del presupuesto del Patrimonio Nacional. Por cierto que digno de mencionarse era el rifle que llevaba a cazar, labrado en platino con incrustaciones de oro, digno de un monarca austero.
Y qué quieren que les diga, si la cosa no fuera tan indignante y tan vergonzosa sería para que Berlanga resucitara y rodara Patrimonio Nacional II, con Juan Carlos como protagonista y Blesa, Díaz Ferrán y Roca como artistas invitados. ¡Hay que tener cada dura!
Salud y República
1 comentario:
Claro, les resultó muy fácil afanar nuestro dinero...
Salud
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