Mientras nuestro “querido Mariano” está en el Vaticano, rindiendo pleitesía al Papa Francisco, aquí en Madrid, los obispos siguen a lo suyo, queriendo gobernar desde el púlpito y empujando a sus amigos peperos a hacer de este país, de nuevo, el reino del nacional-catolicismo. ¡Cuánto daría Rouco por ir bajo palio!
Pues sí, hoy mismo sin ir más lejos, Rouco el presidente de la Conferencia Episcopal, el jefe de los obispos españoles vuelve a mandar mensajes exigentes para que los suyos –el PP— tomen nota y sigan sus consignas.
Porque estos mandatarios de la Iglesia siguen pasando de puntillas por los problemas de paro, desahucio, discapacitados, exclusión social, emigración forzada, destrozo del Estado del Bienestar, etc. A Rouco y sus muchachos lo que les importa es lo suyo.
No es difícil de adivinar qué es lo suyo. Siempre aparece en sus discursos. La lucha contra el aborto, contra el matrimonio homosexual y la religión en la educación.
Del aborto, qué decir que no se sepa. Les importa un rábano el derecho de la mujer, sin importarles ni plazos ni origen que lo podrían provocar. Da igual. Incapaces de imponer la prohibición absoluta presionan al gobierno para que vuelva a una ley insegura de hace casi treinta años. Ellos como siempre, para atrás como los cangrejos, pretenden que España sea una excepción dentro de los países de nuestro entorno. Ya se sabe, los derechos de la mujer les importa poco, basta mirar los que tienen las religiosas en su organización.
El matrimonio homosexual les obsesiona. Les da igual que el Tribunal Constitucional haya dado por buena la ley que los regula. Eso para ellos no tiene importancia. Lo importante es el dogma que ellos crean. Basta ya de que nos den lecciones de cómo ha de ser la familia, justo los que no forman ninguna, los que tienen como principio el celibato. El caso es imponer como sea su idea de matrimonio y prohibir todas las demás.
Y resulta que el tercer tema que les obsesiona es el de la Religión en la escuela. Hay que ver cómo son. Resulta que en un Estado aconfesional, con ayuda de los suyos –en este caso PP y PSOE, aunque en distinto grado—, consiguen introducir la Religión como materia optativa en la Escuela Pública –pagada por todos nosotros-- y, en vez de estar celebrando el gol que le han metido a un Estado laico, pretenden que la Religión sea una asignatura obligatoria, también para los que no somos católicos. ¿Qué clase de fanatismo es éste?
Pues si sumamos las tres cosas y que además reciben del Estado –según Europa Laica— cerca de once mil millones de euros al año, podemos ver cuál es su objetivo. Y su horizonte es el Estado Nacional-Católico, ese en el que estuvieron montados durante cuarenta años, y del que nos quedan todavía muchas reminiscencias.
Ahí siguen, tratando de marcar las pautas al gobierno, porque como ha aclarado el gran Rouco, los pasos que ha dado España son insuficientes para resolver los grandes problemas de nuestro país: prohibir el aborto. prohibir el matrimonio homosexual e imponer la Religión Católica de forma obligatoria en la Enseñanza. ¡Y tan contentos! ¡Viva el progreso!
Salud y República
4 comentarios:
Pongámosnos a temblar, Rafa.
¿Y esto no es escrache?
Salud, República y Socialismo
Cualquier desprevenido mira la ilustración y piensa: Pues es una institución espiritual, sin interés por los bienes terrenales, o sea que es lógico que no pague impuestos ni nada parecido. Pero la realidad es que es una de las instituciones más ricas y con más propiedades, por lo tanto una obscenidad que haga lo que hace.
Un saludo.
¿Veremos a Rajoy bajo palio como a su paisano el enano general?
Salud
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