06 noviembre 2012

El matrimonio homosexual hoy habrá ganado la batalla

Esta tarde se emitirá la respuesta del Tribunal Constitucional al recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el PP hace más de siete años. Parece que el veredicto será rechazar dicho recurso.

Se trata de un fracaso del Partido Popular y de un triunfo de la sociedad. Un fracaso de la Iglesia y un triunfo del Estado civil. Hoy Mariano Rajoy y Rouco deberían pedir perdón por haber tratado de quitar derechos a una parte importante de los ciudadanos. Pero no, no lo harán.

Rouco seguirá atacando, con su homofobia habitual, a este tipo de matrimonio, mientras no dice ni pío o disculpa, como un pecadillo menor, la pederastia practicada por algunos de sus sacerdotes. Y Mariano y su partido mirarán a otro lado, como si no hubieran sido ellos los que interpusieron este recurso.

De hecho, uno de los diputados peperos –seguramente el adelantado para esta cuestión—, Santiago Cervera, ya ha declarado que la sociedad ha superado esta prueba. Lástima que no se hayan dado cuenta hasta hoy y no retiraran este recurso antes. Ellos son así. Una vez más, siendo los protagonistas, harán como si pasaban por allí.

Es bueno que la memoria no nos falle. Todavía recordamos como Mariano Rajoy declaraba contra el matrimonio homosexual y se unía a las manifestaciones convocadas por el Foro de la familia y la Iglesia. Sin embargo, ya verán como no dirá ni mu. ¿Pedirá perdón a los 40.000 matrimonios homosexuales que han tenido en vilo durante estos años? No, no lo harán. Su soberbia se lo impide.

bandera-gay (1)

El hecho de que el matrimonio homosexual haya salido adelante va más allá de dicha aceptación legal. Reconoce derechos que podrán ser usados o no, pero que sirven para normalizar a una parte importante de la población, a la que todavía se discrimina. Es ganar una batalla social por la igualdad de derechos de los homosexuales, aunque todavía no se haya ganado la guerra.

Hoy el matrimonio, todo tipo de matrimonio está en crisis. Sobre todo, el matrimonio por la Iglesia, pero también los civiles. Sin embargo, el hecho de que los homosexuales puedan unirse en matrimonio, lo hagan o no, les avala socialmente y permite ver la homosexualidad como lo que es, una orientación sexual tan respetable como la heterosexualidad y que debe tener los mismos derechos.

Es entendible que Rouco y su Iglesia en su afán de dar y quitar derechos de acuerdo a sus creencias, se haya enfrentado a este matrimonio. Su homofobia es reconocida y forma parte de su doctrina. Ya no lo es tanto –si no lo conociéramos— que el Partido Popular, un partido que se declara de “centro-derecha” haya tratado de impedir que una parte importante de la ciudadanía pueda acogerse al derecho que tiene la mayoría.

Es vergonzosa y rechazable esa actitud del PP, pero lo es también esta Justicia que permite que un Tribunal, como el Constitucional, duerma un recurso y mantenga una tensión innecesaria durante tanto tiempo. No hay excusa para que se tarden siete años en estudiar un recurso, discutirlo y votarlo. Una justicia tan lenta es injusta per se.

Salud y República

7 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

La estrategia de desandar el camino que la sociedad ya ha avanzado es síntoma inequívoco de regímenes arbitrarios y retrógrados.
Un abrazo

Eastriver dijo...

Te doy toda la razón. Lo perverso es eso, los siete largos años, la burla soberana. Y que unos señores con bigote (porque llevan bigote, pero bigote facha, fijo, incluso las miembras llevan bigote) tengan que decir si sí o si no. ¿Y si sale no? Pues nada, se quita. Y toda la democracia acaba de demostrar su verdadero status, el de mentira. Eso es lo indignante: que doce señores pesen más que toda una población que vota, decide, apuesta por unos partidos, y que elige sus representantes. Y lo más dramático: que los señores que tienen el tarro de las esencias constitucionales y dicen esto sí o esto no, son unos representantes, en el fondo, de los dos partidos principales, tan fachas los dos en muchas cosas...

Que ahora se salve una ley democrática no debe hacernos perder de vista el verdadero problema, porque a la mínima estaremos así otra vez. La voluntad popular es enmendada constantemente. Si el PP quiere quitar el matrimonio gay no debe hacer lo que siempre hace, esconderse detrás de la profilaxis de un tribunal: que consiga mayoría, ahora por desgracia la tiene, que se quite la careta, y que haga lo que crea que tiene que hacer. Pero a cara descubierta, sin esa cobardía que los caracteriza. Los progresistas lucharemos por volver a construir lo que ellos destruyen.

Hace dos años este tribunal decidió que el estatuto catalán, tan democrático como esta ley, no era válido en algunos puntos. Tocó lo que le salió de las pelotas. Y aquí nos sentó muy mal, aunque muchos no lo entendieron (exagerados que somos). Y luego ha acabado pasando lo que pasa ahora, este malestar y esta desafección.

Que ahora el PP quede en evidencia no quita una verdad: que el TC es lo menos democrático que yo he visto nunca.

Genín dijo...

Pues si, el Tribunal avala el matrimonio de los homosexuales, la verdad es que sorprende que les costara 7 años llegar a esta conclusión...
Salud

mariajesusparadela dijo...

Tardar siete años en decir lo que creemos justo, me parece una injusticia.

Antonio Rodriguez dijo...

Hoy es un buen día porque por fin se han despejado todas las dudas e incertidumbres que el P.P. había sembrado y se ha dado un gran paso hacia la igualdad de las personas independientemente de su orientación sexual. Si el P.P. tuviera coherencia, que no la tiene, harían lo mismo con el derecho al aborto de las mujeres y dejaría que el TC se manifestara sobre su recurso y no anticiparse y modificar la ley para restringir gravemente los derechos de la mujer en materia de libertad sexual.

Enhorabuena a todo el colectivo de homosexuales y lesbianas y sobre todos a esas más de 22.000 parejas que decidieron contraer matrimonio al amparo de una ley que hoy es ya completamente legal, le pese a quien le pese.
Salud, República y Socialismo

Jorge Sánchez dijo...

Leí que la corte constitucional francesa suele tardar un mes para algunas cosas. Los siete años del TC son una tomadura de pelo. Y esperemos que nadie vuelva a pretender cambiar esta ley.

Dilaida dijo...

Tienes razón, el PP en esta ocasión hará como que la cosa no va con ellos. No hay que olvidar que muchos de este partido se aprovecharon de esta ley y hoy están felizmente casados. ¡Qué HIPÓCRITAS son!
Bicos