Mucho ha costado. Sangre, sudor y lágrimas. Varias etapas de recortes, de disminuir el nivel de vida de los portugueses de forma dramática, el gobierno luso guiado por la Troika había amenazado, de nuevo, con más recortes sociales.
Ante esas expectativas que seguían recorriendo el camino de la miseria, los portugueses se han lanzado a la calle. Varias manifestaciones que han ido in crescendo, desde el día 7 de septiembre, en el que se anunció la subida de la Seguridad Social a los trabajadores –lo que les suponía un 7% menos de media en los salarios-- y la bajada de la misma a los empresarios, han desembocado en una reunión del Consejo de Estado –institución que se reúne en casos excepcionales— que ha acordado que se estudiarán otras medidas alternativas.
Sin duda la presión de la calle ha surtido efecto, las manifestaciones han hecho retroceder al gobierno de Passos Coelho y, por primera vez en esta crisis, hacerle rectificar en su política de recortes. El gobierno portugués y la Troika han perdido la primera batalla en Portugal.
Una señal que ha de animar a los otros países mediterráneos a aumentar la presión social, a concurrir a las manifestaciones, a salir a la calle constantemente. Porque, aunque desde las fuerzas mediáticas reaccionarias, sientan repelús y rechacen las manifestaciones –menos las de los obispos y la derecha ultramontana, a las que bendicen en España—, el ejemplo de Portugal nos hace ver que sirven y que pueden hacer parar, al menos en parte, el desastre que nos está cayendo.
En Portugal, los gobiernos recuerdan bien lo que los ciudadanos pueden ser capaces de llegar a conseguir. Sin duda, el miedo a una nueva “revolución de los claveles” ha podido hacer rendirse a este gobierno, que por primera vez tiene que buscar alternativas y no seguir adocenado las órdenes de la maldita Troika.
Justo es de reconocer la envidia que nos provoca el pueblo portugués, capaz de haberle parado los pies a su gobierno, mientras nosotros, más bien parece que rendidos ante lo inevitable, quedamos resignados esperando los próximos recortes que nos llegarán, con el que parece ineludible rescate que ya se está negociando.
Por otra parte, es justo reconocer que la patronal portuguesa también se ha manifestado en contra de las medidas, a pesar de que les rebajaban la cuota que pagan a la Seguridad Social, por entender que serían contraproducentes y que frenarían el consumo, haciendo más honda la crisis portuguesa.
¿Alguien se imagina que nuestra CEOE protestara cuando le bajaran las cuotas de la Seguridad Social? Yo no, desde luego. Estarían encantados con pagar menos. De hecho, no hay más que ver lo que opinan hoy. Toda su pretensión es que no suban los sueldos y que se bajen las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, aún a sabiendas de que eso provoca más paro y penaliza el consumo.
Los grandes empresarios no rechazarían una medida así ni de coña. Quienes estarían en contra serían, como ha ocurrido hasta ahora, las pequeñas y medianas empresas, que son junto con los trabajadores los que están pagando esta crisis. La CEOE estaría encantada y aplaudiría, como ha hecho hasta ahora, las medidas impuestas por el gobierno que tan mal resultado han dado para el país, sin duda más recortes. Al fin y al cabo, hasta ahora lo que sin duda se ha conseguido es un mercado laboral que ha rebajado los salarios y las condiciones de los trabajadores, que ha aumentado el paro y cuya flexibilidad se resume en que hoy, salvo raras excepciones, todos los contratos son precarios.
Valga el ejemplo portugués para que nos haga ver que es posible, si todos los perjudicados estamos dispuestos a protestar en la calle, cambiar la dirección de estas políticas de recortes insoportables, impuestas por gobiernos manejados desde Berlín o Bruselas. Sin duda, seguir en la lucha es nuestro único activo capaz de conseguir ese anhelado cambio político. ¡Un hurra por los portugueses!
Salud y República
9 comentarios:
Yo hay días que pienso que nos están administrando algún narcótico en el agua, en el aire que respiramos, ... o algo por el estilo.
No se entiende esta calma, este sufrir y callar, soportando la cargar con todo lo que te echen encima.
En este país ya queda muy poco que salvar, la democracia se fue al país de "nuncajamás", cada día vemos como la separación de poderes no existe (si alguna vez existió), los jueces y los políticos se revuelcan en la misma cama y hacen lo que les sale de la peineta, los medios de comunicación están al servicio del mejor postor y nosotros, mientras, somos la vergüenza del mundo conocido y por conocer, permitimos que nos distraigan con cosas banales, dejamos que nos mangonee una pandilla de mentirosos compulsivos.
¿Hasta cuándo?
Como dice Dilaida, el narcótico viene por la vista y el oido, con la telebasura, los telediarios mentirosos, la publicidad engañosa, son mensajes sutiles, subliminales pero efectivos.
un saludo.
Lo sabemos y lo vemos: la forma es protestar, gritar, salir. Yo llevo como un año que he ido a más manifestaciones que en toda mi vida (es un decir): mucha gente lo mismo. Pero deberíamos ser más, siempre más.
Los alemanes han dicho que no necesitamos rescate, ¿Será al estilo Rajoy que cuando dice no, es si?
Salud
El error de la mayoría absoluta lo vamos a pagar con creces.
Pero si presionamos, podemos frenarlos.
Esa es la lección que deberían aprender todos los que justifican su inmobilismo con excusas injustificables.
Se puede cambiar la política de recortes.
Salud, República y Socialismo
Un muy buen ejemplo!...me alegro por ellos.
=)
El problema está en que la derecha de allí no es la de aquí, que ya se ha convertido en un Tea Party que tiene canales que la apoyan incondicionalmente.
Portugal con un sueldo minimo de 500€ y que el 21% sea para pagar el despilfarro del Gobierno ! y los desgraciados siguen dando vueltas a la manera de quitarnos ese dinero, con mas impuestos, eliminando subsidios, aumentando los pasajes, los desagraciados siempre salen ganando,esperemos que el pueblo portugues no se siga dejando y salga a la calle a prostestar! ser un pueblo pacifista es una cosa,pendejos otra.
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