La semana pasada una noticia fundamental pasó sin pena ni gloria. Apenas unas pocas líneas o segundos de información en los medios de comunicación importantes. Y es que la gravedad del problema no se comprende y, si se comprende, se aplaza la solución cuando lo que se requiere es una intervención urgente.
El planeta se nos agota. Y se agota fundamentalmente porque los llamados países del primer mundo son insaciables e incapaces de cumplir unas normas mínimas y controlar su consumo.
No hay más remedio que parar el carro. El carro del consumo puede acabar con este planeta. Claro que no pasa nada, al fin y al cabo, esto ocurrirá dentro de cincuenta o sesenta años, por lo tanto allá ellos. Nosotros estamos salvados, dentro de sesenta años, todos calvos.
La noticia a la que me refería al principio es que España hace una semana ya ha gastado lo que produce en todo el año. El martes pasado España sobrepasó el listón, lo que quiere decir que ha consumido todo lo que su sistema ecológico puede producir, sin poder regenerarlo, y además está emitiendo más contaminantes de los que puede absorber.
Lo que no queremos entender es que este planeta tiene unos recursos limitados, y que si consumimos más de los que nos corresponde estamos, en primer lugar, consumiendo lo de otros y además estamos adquiriendo una deuda ecológica con las generaciones futuras, que tendrán que pagar nuestros excesos.
La conclusión es rotunda, si todos los habitantes del planeta consumieran lo mismo que un español medio, se necesitarían más de tres planetas como el nuestro para poder cubrir sus necesidades.
Pero, está claro que esto es poco importante. Lo bueno es vivir a tope, sin preocuparse de lo que ocurre en otros sitios, o lo que pueda suceder mañana. ¡Viva la inconsciencia y el egoísmo! La solidaridad es de tontos, nosotros a consumir. Ya se apañaran en otros sitios, y los que vengan de atrás que arreen.
Como habréis podido apreciar esta noticia ha pasado prácticamente desapercibida. Hoy lo importante son los Barça-Madrid y la boda real británica. Y al Planeta, ¡que le vayan dando!
El hombre, sin duda, es el animal más depredador, y además lo hace a conciencia, sabiendo el daño que comete, pero, eso sí, ha aprendido a cerrar los ojos.
Salud y República
13 comentarios:
Rafa, suscribo hasta la última coma. Los países poderosos se aíslan en sus fronteras y sus leyes y pasan olímpicamente del resto de la gente, quieran o no sus ciudadanos, que al final acaban apoyando a su señor… Ande yo caliente y jódase la gente.
Al final, el llanto y el sufrimiento de muchos les importa un bledo a unos pocos. Somos tan imbéciles que pensamos que porque haya una frontera no nos va a pasar nada… las fronteras pararán la radioactividad de la central nuclear de Japón?
Saludos
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4123
Aver don Rafa qué le parece este artículo.
Saludos.
Siento tener que decirlo, pero con mas frecuencia cada vez pienso que no hay remedio...
Salud
que tristeza me dá éste mundo,ojala pudieramos hacer algo para cambiarlo,pero por mucho que se intenta,no hay manera de que la gente deje el egoismo,el consumir,el pensar solo en ganar dinero y acumular dinero,no se solidariza con la demás gente,pasa de todo...es muy triste de verdad,yo estoy desesperanzao.
Si a esto sumanos lo que gastan inútilmente el resto, pues que decir.
saludos
Tienes razón es una noticia que pasó bastante inadvertida a pesar de la importancia que tiene.
Si no hacemos algo luego, más pronto que tarde, vendrán las lamentaciones y ya será tarde, si es que no lo es ya.
Besos
Este es el principal problema del llamado primer mundo.Luego tendremos que rapiñar lo que es de otros.Ha ocurrido siempre y de ahí la no redistribución de la riqueza y el saqueo.
Saludos
Ahí quizás estará la clave de todo lo que pasa...
Yo, en mi línea: tratando de producir menos de lo que consumo, repartiendo y plantando árboles.
Y tratando de concienciar a otros.
Creo que este dato es básico a la hora de comprender la naturaleza de la crisis: si no se produce y se consume en exceso, llega un punto en que el sistema no da abasto y estalla el equilibrio. No hace falta ser estadista o economista para comprenderlo.
Esperemos que lo asuman quienes son responsables de los destinos de nuestros paises.
abrazos!
Y si por lo menos consumiésemos de manera equitativa... pero es que encima, unos tanto y otros tan poco.
Antonio, son insolidarios y egoistas. Y lo peor es que la mayoría está contenta. No hay otra que reducir el consumo y repartir entre todos esa reducción.
Belijerez, sabía de ese artículo y había leído un resumen. Me parece acertado y refleja muy bien la situación y cómo se ha llegado a ella. Besos.
Genín, yo creo que sí hay remedio. Ser fatalista no nos lleva a ningún sitio. Ahora, que es muy difícil sí, pero esto tarde o temprano, estallará, si sigue así.
Txema la solución es conjunta, de nada serviría si un país sólo hace las cosas bien.
Carmen, ha pasado casi inadvertida, y eso que es muy importante, lo que denota por dónde van los tiros. Nadie quiere poner el cascabel al gato. Besos
Felipe, así es. Este problema puede llevar a la destrucción del planeta y del ser humano.
Paco, es una clave importantísima, definitiva.
María Jesús, por lo que sé de tí, así es. Lástima que haya pocas personas que actúan como tú. Bicos
Mónica, me temo lo peor. No lo asumirán fácilmente. Costará sangre, sudor y lágrimas. Al final, esperemos que no sea tarde.
Besos.
Esfera, esa es la otra, deberíamos consumir menos y que hubiera una distribución justa, son las dos claves.
Salud y República
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