A los cincuenta y ocho años. Me cago en la leche. Y yo que te tenía olvidado. He oído en la radio la noticia. Otro cáncer maldito. Joan Bautista Humet, un poeta como la copa de un pino, y yo te tenía olvidado. Y siempre lo mismo, parece que hay que morirse para recordar a la gente que es parte de ti. Fuiste uno de los grandes en los setenta. Y luego...
Hoy, ya tarde, desde mis entrañas quiero recordarte. Sé que los más jóvenes quizá no te conozcan, sé que a otros no les llegabas. También sé que otros muchos, entre los que me encuentro, te consideramos un gran cantautor, un poeta intimista. Y aquí queda la prueba. Esta entrada tiene un valor personal estimable. Sé que volveré a ella, sabiendo que aquí están tres de tus más famosas canciones y parte de sus letras.
En esta cantas para encontrar tu identidad, también yo he sentido lo mismo en muchas ocasiones, y tú lo has expresado con música:
Fragmento de la letra de esta canción:
A veces pienso que lo más grande
de que dispone el hombre es el hambre de conocer,
que abrir un libro es abrir las alas
sobre las cosas que nunca acabas de poseer.
Y empiezas a edificar tu mundo
de las ideas en un segundo de intuición,
para acabar bajo los cimientos,
esclavizando tus sentimientos a la razón.
Y una lucecita que apenas se ve,
cuando estoy a solas va diciéndome
que no soy yo, que aún no soy yo...
Así veías tú a Clara, sumergida en el mundo de las drogas:
Fragmento de la letra de esta canción:
Clara,
distinta Clara,
extraña entre su gente, mirada ausente.
Clara,
a la deriva,
no tuvo suerte al elegir la puerta de salida.
Clara,
abandonada
en brazos de otra soledad.
Esperando hacer amigos por la nieve
al abrigo de otra lucidez,
descubriendo mundos donde nunca llueve,
escapando una y otra vez.
Achicando penas
para navegar...
estrellas negras vieron por sus venas
y nadie quiso preguntar.
Y que belleza al expresar el momento de amar:
Fragmento de la letra de esta canción:
Vuela, vuela
y escóndete en la bruma,
que seguiré tu estela.
Quiero sentirme simiente
y echar campanas al vuelo
cuando descubra en tu vientre
terciopelo ardiente.
Tuyo, tuyo
y ciego entre tus dientes,
por donde me destruyo.
Quiero inundarte la mente
y darle forma a tus huesos,
quiero hallar bajo mi peso
terciopelo ardiente.
Si alguien quiere saber más de Humet lo encontrará aquí. Hoy Kabila está de luto.
Salud y República
7 comentarios:
Hola, Rafa
Ya sabes que he sentido una congoja similar. Por suerte, esas canciones y los recuerdos que nos proyectan, permanecen siempre.
Un saludo
Me he enterado de la muerte de Joan Baptista por tu blog. Recuerdo que cuando era pequeño mi madre me ponía sus canciones y las imagenes de entonces en mi cabeza tienen su melodía. Un autentica pena.
Saludos.
Humet tiene para mí algo muy personal que me hacía (hace) estar muy unido a él. Es una parte importante de mis sentimientos. Terciopelo es algo más que una canción. Es el mejor amor de mi vida.
Un saludo.
Coincidimos hasta en la foto. Pero no es plagio, que es afinidad.
Clara.....es curioso, pero hacia años que no la escuchaba, ahora al oirla en tu blog ha vuelto parte de mi pasado, de esa juventud que no volvera.
Lamento su perdida, aunque su musica siempre nos acompañara.
Salud
Querido Rafa:
Me he quedado de piedra. Para mí Humet supuso y supone mucho. Desde aquel Busco una llum de mis doce años, pasando por Que no soy yo y, desde luego Terciopelo.
Yo tuve la suerte de recuperarlo hace cuatro años, con un disco que pasó sin pena ni gloria y que yo escucho a menudo: Sólo bajé a comprar tabaco. De él te quiero dejar una canción que resume muy bien su espantada y su regreso, pero que, sobre todo, lo define a él.
La verdad es que la noticia me ha entristecido.
Un beso
Y entiendo que "Kabila" esté de luto, hoy por la radio he tenido ocasión de escucharlo... y si, todo en él era sentimiento... buscaré en su discografia.. Quiero escuchar más y más...
Gracias por estas canciones, Rafa, un beso.
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