29 octubre 2008

Unos más iguales que otros

Hay cosas que me cuesta entender. Y es que la famosa igualdad que todo el mundo pregona y que todos ponen por delante, como paradigma de una sociedad moderna y democrática, tiene sus resquicios por donde se cuelan ciertos aires difícilmente admisibles en un Estado democrático de Derecho.

Aquí parece que vale todo porque esté contemplado en leyes o haya sido sentenciado por un juez. Y que no se me entienda mal, las leyes están para cumplirlas así como las sentencias, sin embargo yo voy a la raíz.

El hecho de que se cumplan las leyes no quiere decir, necesariamente, que éstas sean justas. De hecho, se corrigen leyes constantemente para acercarlas a la realidad social imperante y hacerlas más justas.

Ahora bien, hay principios que deberían ser comunes a todos. Los principios de igualdad y libertad. Y uno se pregunta si en esta sociedad somos todos iguales o todos somos libres.

La respuesta es que no. Esta sociedad permite privilegios que no resisten el tratamiento de igualdad. Estoy hablando, por ejemplo, del delito denominado "injurias a la corona".

El blindaje de ese delito hace un claro menoscabo a la libertad de expresión y a la igualdad de todos los ciudadanos monarquíaante la ley. Por ejemplo, se puede criticar hasta la saciedad al Presidente del Gobierno, sin ser considerado delito, y sin embargo, unas caricaturas criticando al rey o a los príncipes o quemar fotos del monarca puede ser tipificado, de hecho lo han sido en varias ocasiones, como delito de injurias a la corona. Así se explica, entre otras cuestiones esa intocabilidad --unida a una autocensura infantil-- que los medios de comunicación tienen a la monarquía, lo que les hace acríticos con ella.

Sin embargo, por el contrario, hoy leo con asombro una noticia que me hace ver que seguimos siendo desiguales o que unos son más iguales que otros. Así, Ynestrillas, ese descerebrado franquista pide entre otras lindezas un golpe de Estado, y lo hace desde un púlpito oficial: La Biblioteca de Aragón. Recuerdo también aquel otro seudo-historiador, el tal Moa, que afirmaba sin el menos rubor, hace poco tiempo, que Franco no asesinaba a los rojos, simplemente les escarmentaba. Y ahí están, libres, vivitos y coleando y alardeando de libertad, justo ellos utilizando la libertad en la que no creen otorgada por un Estado al que odian.    

Y una cosa es que la democracia tenga la grandeza de que de sus principios puedan disfrutan incluso quienes la detestan y otra, bien distinta, es que en uso de esos principios, por ejemplo el de la libertad de expresión, tengamos que soportar a todos los que la atacan y la quieren tumbar, a cualquier precio, sin que el fiscal sea capaz de intervenir, salvo naturalmente que se hable de la corona.

Criticar a la corona no es atacar a la democracia ni al Estado, en todo caso será ir contra una forma de Estado. Sin embargo, llamar al golpe de estado o defender a ultranza una dictadura genocida sí que atenta contra los pilares fundamentales del Estado democrático. Pero ahí están los hechos, aquellos son acusados y estos se van de rositas.

Ante esto, ¿podemos afirmar que somos todos iguales ante la ley?

Salud y República

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pos va ser que no Rafa.
Cuando yo le di al negro para que publicara en el blog "La mutacion de las especies" me advirtió de que me podria traer problemas. Yo le contesté que las Garrapatas viven de chupar la sangre a los demás. En el reino animal que cada uno se coloque donde quiera.
Lo de ynestrillas y el moa, que quieres que te diga; a mi con esa gentuza que no me llamen demócrata porque no lo soy ni lo sere nunca.
El Canuit

Martine dijo...

Lo que no deja de sorprender es que sea la segunda vez que en esta Biblioteca Pública de Aragón
La extrema derecha vuelva para realizar actos públicos. "Hace unos años fue Ernesto Mila con Democracia Nacional y ahora Ynestrillas con Falange"... todo y con artimañas para colarse, resulta extraño que no se haya hecho una vista previa del libro que se iba a presentar... Y del doble rasero de la justicia, ni es, ni será lamentablemente el último ejemplo... les da más miedo las imágenes que las palabras, por lo visto...

Un beso cariñoso y Republicano Rafa!

Naveganterojo dijo...

El problema, Selma, es que las imagenes se olvidan en cuanto las ves, pero las palabras......esas son peores que una espada afilada, y "ellos" las usan como tal.
Como dice el canuit, ante gente asi yo jamas sere democrata, siempre me tendran enfrente dispuesto a defender la democracia con todas las armas que me permita la ley,(que son pocas).
Salud y republica

Antonio Rodriguez dijo...

D. Rafael
¿Pero a estas alturas pensando todavía en el sexo de los angeles?
Pues claro que no somos iguales ante la ley. Desde que los jueces aplizan toda su subjetividad a la hora de aplicar la ley, hay quien se beneficia de ello y hay quien sale perjudicado. Otro tanto pasa con el ministerio fiscal ¿por qué unas acciones son denunciadas de oficio y otras no? Pues aquí entramos en la subjetividad y parcialidad de los políticos a la hora de entenden punibles los actos de las personas.
Pero anímese que hoy la Audiencia Nacional ha absuelto a 16 jovenes que quemaron fotos del Rey. A ver si cunde el ejemplo y criticar a la corona deja de ser delito.
Salud, República y Socialismo

Martine dijo...

Navegante, estoy completamente de acuerdo contigo. Y sabemos del alcance que tienen estas palabras desde un púlpito de iglesia, de una biblioteca o de las ondas,sobre la gente que se las traga...y el sistema Göbbels y ya sabemos lo que dió se sí...
Un beso para todos.

Javiguanarteme dijo...

Kabila: "Criticar a la corona no es atacar a la democracia ni al Estado, en todo caso será ir contra una forma de Estado"

Yo creo que la Corona en sí es un ataque a la democracia y al estado de derecho. En el imperio, quemar las fotos de Bush o la bandera no es un delito. Si fueran una Monarquía...........

RGAlmazán dijo...

Amigo Canuit, entiendo que deberíamos demostrar nuestros principios cuando la situación es límite. Ser buen demócrata, buena gente o mediopensionista es fácil en una situación de normalidad. Lo que entiendo que hay que hacer con esta gentuza es no ser tan permisivos. Tienen que saber que socavar el Estado de Derecho les puede salir muy caro, y hoy campan por sus lares sin ningún recato.

Sí, querida Selma, ahora lo recuerdo, es verdad que esta Biblioteca parece el púlpito desde donde se pueden lanzar arengas subversivas sin que pase nada. Desde luego es chocante que tanto antes como ahora, con gobiernos autonómicos de distinto signo, creo recordar, se le exima de responsabilidad al director/a de la biblioteca y al Consejero de Cultura. ¿Por qué?
Un beso.

Hay que estar enfrente, amigo Navegante, para defender lo que tanto nos ha costado, a pesar de su imperfección. Pero, siempre con la ley en la mano y con el escudo de demócratas.

Ya sabe usted D. Antonio que no creo en el sexo de los ángeles y bien que me gustaría. He leído lo de la absolución de los 16 jóvenes, apenas escrita esta entrada, y me he alegrado: ahora bien, ya es tremendo el hecho de que el fiscal al principio les imputara un delito y luego, seguramente por la presión popular, lo haya tenido que cambiar a falta. Estos fiscalillos parece que juegan con cromos.

No creo, amigo Guanarteme que la Corona en sí sea un delito, en todo caso es un despropósito y una muestra de que la democracia está limitada. Lo que no debería ser un delito es --como tú bien apuntas hasta ocurre en el caso de dios-Bush--, es quemar un papel por muy guapo y chulo que esté en él, el rey borbón.

Salud y República