La lideresa con sus obsesiones y sus mentiras

Y es que la lideresa no para de cometer dislates. Cuando alguien que vive en Madrid y se levanta por la mañana lo primero que piensa es: Qué nos habrá hecho la Aguirre hoy. Y les aseguro que siempre encuentra algo nuevo, material para empezar el día con zozobras, cabreos o indignación.

No contenta con dejar en manos del Opus Dei los cuidados paliativos. Con seguir con su cruzada contra los servicios públicos –por cierto, mañana está convocada una huelga-concentración en Madrid en defensa de la enseñanza pública--, con utilizar Madrid para catapultarse como lideresa nacional del PP, además nos obsequia, día a día, como si fuera la empresaria de un circo, con el más difícil todavía. Nuevas medidas atentatorias contra el sentido común y con incumplimientos flagrantes. Son lo que podríamos llamar las “liberalidades de la condesa”.

Espero que esta señora no consiga sus deseos y la veamos aspirando a Presidenta del Gobierno, pues me temo que sufriré Síndrome de Estocolmo por Rajoy, que ya es sufrir.

Pues sí, hoy nos desayunos con dos perlas más. Una es un incumplimiento, de los muchos que Espe-rancia comete, recordemos las listas de espera y su maquillaje. Me refiero a la promesa que hizo hace casi tres meses (en plena campaña electoral) de abrir un colegio de enseñanza en catalán. Tenía, decía, preparado ya el sitio y el nombre (Calle Beneficencia y se llamaría: Presidente Tarradellas). Pero claro, había truco. Ahora resulta que con 90.000 familias catalanas, que según la C.A.M. viven en Madrid, sólo se han presentado once solicitudes. ¿Hay quien se lo crea? Esta individua que ha hecho, de la pretendida imposibilidad de estudiar en castellano en Cataluña, una guerra particular, quiso demostrar que ella hacía justo lo contrario. Lástima que fuera pura demagogia y una mentira electoral.

En primer lugar es difícil, si no imposible, creer que entre 90.000 familias catalanas sólo haya habido once peticiones. Y si esto fuera verdad, ¿qué estudios preliminares se habían hecho para prometer algo que no tienen ninguna demanda? Era lo que era: demagogia, ciencia para la que la Espe está muy bien dotada.

La otra perla la he escuchado al levantarme. Resulta que la lideresa quiere aprobar una ley de apertura de los comercios, veinticuatro horas al día durante todos los días del año, con el fin, dice, de dar mejor servicio a los consumidores. Claro que sin importarle un pito las consecuencias negativas. Por ejemplo, será el hundimiento del pequeño comercio, se habla de quince mil puestos de trabajo perdidos. Hará incompatible la vida familiar y laboral de los empleados en los comercios que sobrevivan: turnos distintos y trabajo nocturno y en días festivos.

Esto es lo que hay hoy. Cada vez que me acuerdo de Tamayo y Sáez se me pone una mala leche… Y es que de aquellos barros vienen estos lodos. Y lo peor: mañana más…

Salud y República