¿Un meme para vender mi blog? Ni loco

Ya he hecho mención, en otras entradas, a lo poco que me gustan los premios que se dan a los blogs. Tampoco me encantan los memes, sin embargo, cuando el meme me lo envía Blanca y Babeuf no puedo decir que no. Dos contra uno y además qué dos. De lo mejor de la blogosfera. Alguien que se precie no debería dejar pasar un día sin visitarles.

Pues se trata de un meme particular. Se trata de vender este blog a algún partido político. Lo más bonito, lo más guai, lo que quedaría de p.m. sería decir esta bitácora no tiene precio. Y sin embargo si lo tiene. Aquí está.

Es lógico que para vender algo se parta de cuánto vale objetivamente. Pues mi blog, que Uds. lo sepan aquí dice lo que vale: un poco más de 52.500 $. Que no está mal. Hay días que no los gano. Prueben, prueben Uds. y verán la fortuna que tienen y sin enterarse. Claro que lo que no explica la bienintencionada bitácora es quien te lo compra.

Pues bien, partiendo de ahí, he de decir que me importa un carajo lo que valga porque he llegado al convencimiento de que hay cosas que no tienen precio. Uno, que no es un niño, en lo material, se conforma con no tener carencias elementales y cubrir sus necesidades –por otro lado, bastante básicas. Y en lo no material, como dice Marín, yo estoy para que me quieran, procuro no incordiar, quiero a quien quiero querer (nunca había visto tantas q juntas) me soportan los que he elegido y hago lo que quiero hacer casi siempre (he de confesar que me he aproximado pero que todavía no domino la herramienta). Por lo tanto, para que quiero yo 53.000 $, si el dinero no me da nada de eso (toma ya, fantasmada).

Y llegado a este punto, tendré que decir algo sobre mi venta. Yo no creo en el alma, pero si creyera diría que mi bitácora es su escaparate. En ella escribo lo que pienso, sin cortapisas, elijo los temas, actúo con toda la libertad. O sea que disfruto y además dicen que vale una pasta. Esto es un chollo. ¿Por qué habría de vender o alquilar un chollo? A unos, léase PP, todos los partidos autonómicos y municipales que se llaman independientes y a todos los otros partidos ventajistas: ni flores. Con los que en vez de intereses tienen ideología y son de izquierdas lo estudiaría. Al PSOE se la prestaría como altavoz de sus iniciativas sociales (las económicas no, mire Ud., que son lo que son), o si le sirviera para dialogar con ETA. A Izquierda Unida, de la que soy casi forofo, se la regalaría si la utilizara para evitar más divisiones (joder, a ver si alguien entiende que cuando se llega a uno, no se pueden dividir los grupos, porque salen decimales) y consiguiera ayudar a cambiar este mundo hacia ese otro mundo imprescindible.

Pero, díganme la verdad. Alguien de Uds. que me lee cree que Kabila podría caer en manos de alguien de derechas, de un pijo, de un farsante o de un madridista. Pues no, no vendo a ninguno de estos, que quede claro. Haría una excepción (la prestaría a algunos de Uds. madridistas) con D. Antonio, D. Bolche y a Dª Freia (que me desilusionó en “El abuelo…” cuando contó su batallita madridista), siempre que me jurasen que no la iban a utilizar para avieso fin, o sea para merenguear. Porque, a pesar de ese defecto –casi decisivo— son buena gente. Y que le vamos a hacer. La perfección no es de este mundo.

Ni vendío, ni alquilao. Antes muerto que traidor. Eso sí, a todos los que queráis escribir bajo Kabila y estéis en la lista de la izquierda enlazados, os la presto, porque ya lo sabéis, en definitiva, sois la parte más importante de esta república libre e independiente.

Cualquiera de vosotros coged el testigo, no seré yo quien decida pasar este meme a nadie, no me gusta elegir. Vos mismos.

Salud y República