02 noviembre 2007

Arabia Saudí. El socio preferente de Occidente

¿Por qué no se critica a Arabia Saudí? ¿Por qué a Irán, Siria, Cuba y a otros países se les critica por antidemócratas y por no respetar los derechos humanos y, sin embargo, no se habla de Arabia Saudí?

Estamos hablando de un país patrimonializado por la familia Al-Saud (de ahí viene el nombre de Saudí o Saudita) y sus amigos, que gobiernan con mano de hierro. La constitución del país es el Corán. No existen partidos políticos ni elecciones. El rey es el monarca absoluto. Los ministros los nombra el rey y suelen ser hombres de su familia o amigos personales.

La justicia se administra de acuerdo a la Sharia, a través de tribunales religiosos, los cuales son designados por el rey. Los tribunales imponen penas corporales como la amputación de las manos o los pies en caso de robo o el azote por efectuar prácticas homosexuales. El número de latigazos lo establece la corte y puede ser desde varias docenas hasta miles. La homosexualidad puede acarrear hasta pena de muerte.

Existe una policía religiosa que vigila el vestir de las mujeres y en muchos entes privados y públicos, desde escuelas hasta hospitales o ministerios, existe segregación en función del sexo. Son muy pocas las cosas que una mujer saudí puede hacer sin permiso de su marido, y muchas las que tiene prohibido, por ejemplo, es el único país del mundo donde no pueden conducir.

Arabia Saudí gasta entre 2000 y 3000 millones de dólares en propagar su fe fuera de sus fronteras. Una fe que exhala odio, aconseja quemar, lapidar o arrojar al vacío a los apóstatas y homosexuales y que propala la inferioridad de la mujer.

Todas las manifestaciones públicas, incluidas las culturales, giran en torno a la religión y son protagonizadas y regidas por hombres, quedando la mujer relegada a un papel subsidiario cuando no se prescinde de ella.
Es una de las naciones que menos respeta los derechos humanos y que más denuncias tiene desde las organizaciones como Amnistía Internacional por incumplirlos.

Sin embargo, junto con Israel, es el gran aliado de Occidente. Es el bueno de la película. Es el país más rico de la zona. El que tiene más petróleo. El que tiene bases americanas. El más aliado de los aliados.

Pues que quieren que les diga. Yo siento vergüenza ajena cuando veo que el Jefe del Estado español le tiene tanto afecto, le trata con tanto cariño y le besa y abraza como a un hermano.

A lo mejor nuestro monarca debería anteponer, a ese abrazo tan “sincero”, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, por cierto a la que también pertenece Arabia Saudí. Claro que algo de amor por los dictadores le habrá quedado al rey de su pasado franquista.

Salud y República

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que aquí ocurre es que el sentimiento de ser los malos, "eje del mal" o como lo queramos llamar, frente al "eje del bien", los "luchadores por la democracia", etc. lo impone quien tiene el poder. Cuba es tiroteada con críticas porque EEUU así lo organiza mientras que si hablamos de Arabia Saudí, Israel, los propios EEUU... nadie parece discutir lo "majos" que son. En definitiva, si levantas un poco la voz al jefe eres el malo, mientras que estos multimillonarios con turbante que disfrutan de inimaginables palacios mientras su pueblo muere de hambre son del "eje del bien".
Arabia Saudí es un país que ha pasado de un extremo a otro. Ahora es un nido del capitalismo feroz: apuestas hípicas, pistas de esquí en el desierto y otros antojos la han inundado pero, claro está, los disfrutan los de siempre.

Un saludo

Anónimo dijo...

Lo que aquí ocurre es que el sentimiento de ser los malos, "eje del mal" o como lo queramos llamar, frente al "eje del bien", los "luchadores por la democracia", etc. lo impone quien tiene el poder. Cuba es tiroteada con críticas porque EEUU así lo organiza mientras que si hablamos de Arabia Saudí, Israel, los propios EEUU... nadie parece discutir lo "majos" que son. En definitiva, si levantas un poco la voz al jefe eres el malo, mientras que estos multimillonarios con turbante que disfrutan de inimaginables palacios mientras su pueblo muere de hambre son del "eje del bien".
Arabia Saudí es un país que ha pasado de un extremo a otro. Ahora es un nido del capitalismo feroz: apuestas hípicas, pistas de esquí en el desierto y otros antojos la han inundado pero, claro está, los disfrutan los de siempre.

Un saludo

Corpi dijo...

Fenomenal resumen de lo que es hoy en día Arabia Saudí. Es uno de los casos más flagrantes de la doble moral occidental, sobre todo la que emana de los EEUU y que hacen suya los europeos. Unos son malos porque lo digo yo y otros buenos buenísimos porque me sale de las pelotas. Y el rey como es un buen pelotari va y le hace el juego al gran jefe. En fin.

J. G Centeno dijo...

¿Han oido hablar del cupo de petróleo que la familia real saudí, proporciona a precio de costo, a la familia real española? Se dice, se comenta, se murmura, que posteriormente los amigos de don Juan Carlos de Borbón, lo sacan al mercado internacional a precio real, lo cual produce unos pingües beneficios. Yo solo digo lo que se rumorea, no afirmo nada, pero puede que los besos y abrazos vengan por ahí.
Salud y República (sin hermanos indeseables)

Antonio Rodriguez dijo...

El concepto de buenos y malos es variable y sobre todo manipulable.
Se es bueno o malo en función del interés del poderoso, en este caso USA. Los árabes buenos en un momento pueden ser inmediatamente malos si perjudican los intereses del imperio lo mismo que chiítas y sunnitas, que son buenos o malos en función de esos mismos intereses.
El terrorista Bin Laden era bueno cuando armado por los USA combatió las tropas rusas en Afganistán y es malo desde que se le ocurrió atentar contra las Torres Gemelas (Y era malo antes y ahora).
Los árabes de Irak eran buenos cuando suponían un contrapeso con respecto a Irán, dejaron de serlo cuando a Sadan Husein se le fue la hoya e invadió Kuwait.
Los chiítas de Irán son malos porque no se pliegan a los dictados de USA y los chiítas de Irán son buenos porque se subordinan a USA.
Los sunnitas de Irak son malos porque luchan contra la invasión de los USA en su país y los sunnitas de Arabia Saudita son buenos porque son el gendarme de USA en la Zona.
Dirás que son razonamientos simplistas pero desgraciadamente, y en mi opinión, los USA son así de simples, los buenos o los malos son divisiones que no se hacen en función de razas o de religiones sino en función de sus mezquinos intereses.
Salud, República y Socialismo.

Javier Guzmán Romero dijo...

Gracias por esta entrada... sigo aprendiendo en Kabila :)

June Fernández dijo...

Completamente de acuerdo. No puedo añadir más. Tanto doble rasero da asco. El caso de Cuba es especialmente sangrante. Qué bien que alguien lo explique tan bien como lo haces tú.

Te invito a que te sumes a una iniciativa que cuento en mi blog, sobre masculinidad. Besos