18 noviembre 2007

La literatura como terapia de la política (VIII)

Mi amigo Babeuf, el afrancesado, descubrió con facilidad que el fragmento de la semana pasada pertenecía a El extranjero de Camus. Albert Camus fue un escritor y filósofo muy personal dedicado al estudio psicológico de la condición humana. Nació en Argelia, de madre menorquina. Escribir para él fue una vocación temprana. Murió joven a los 46 años en un accidente de automóvil. En 1957 consiguió el Premio Nobel de Literatura. El extranjero es una de sus principales y características obras. En ella se describe a un personaje apático, sin objetivos ni ambiciones que pasa por la vida con desprecio e indiferencia. Nada le inquieta ni le incentiva, lo que produce rechazo entre los demás.
Fue la primera obra que leí de Camus y me impresionó su forma de escribir. Es capaz de hacerlo dejando en cada párrafo una reflexión filosófica. Difícilmente se encuentra un escritor tan filosófico o un filósofo que escriba ficción tan bien.
Anarquista después de comunista, procura hacer sobresalir en sus obras la conciencia individual sobre la colectiva.

Y sin más preámbulos, éste es el párrafo de la semana:

"-Ella sirvió siempre a sus semejantes. Les dio todo lo que tuvo. Hasta les dio un hijo, a todos. Y se los puso enfrente para que alguien lo reconociera como suyo; pero nadie lo quiso hacer. Entonces les dijo: En ese caso yo soy también su padre, aunque por casualidad haya sido su madre. Abusaron de su hospitalidad por esa bondad suya de no querer ofenderlos ni de malquistarse con ninguno."-Pero ella se suicidó. Obró contra la mano de Dios."-No le quedaba otro camino. Se resolvió a eso también por bondad."-Falló a última hora -eso es lo que le dije-. En el último momento. ¡Tantos bienes acumulados para su salvación, y perderlos así de pronto!"-Pero si no los perdió. Murió con muchos dolores. Y el dolor . . . Usted nos ha dicho algo acerca del dolor que ya no recuerdo. Ella se fue por ese dolor. Murió retorcida por la sangre que la ahogaba. Todavía veo sus muecas, y sus muecas eran los más tristes gestos que ha hecho un ser humano.

Adelante. Que ésta tampoco es difícil. Y es que las pongo a huevo. Esperando vuestro acierto quedo.

(Por cierto, si os gusta la literatura, no os perdáis el programa Página 2 de la 2, hoy a las 20:15)

Salud y República

Actualización a las 9:27 del 19-11.
1ª Pista: El autor es del nuevo continente.
Actualización a las 11:17 del 19-11.
2ª Pista: El título del libro es el nombre del padre del protagonista de la novela.

4 comentarios:

Augusta II dijo...

Ay, ay, ay, no lo voy a decir, "jate tú, oyesss", que lo diga otro/a. Sólo comento que aquel año, en el instituto, cayó éste, El árbol de la Ciencia, La Colmena y Cien Años de Soledad. Pero éste era uno de ellos!

Qué tiempos aquellos, qué libros aquellos. Hace tantos años...

Salu2!

Gracchus Babeuf dijo...

Me lo sé, pero le dejo el reto al siguiente. Creo que tenemos lecturas compartidas, compañero.

neptuno28 dijo...

Me da vergüenza después de que otros antes lo supiesen y hayan descartado decirlo. Esto es jugar con ventaja. Bueno, creo que la obra es "Pedro Páramo" del escritor mexicano Juan Rulfo. Una novela que leí hace menos de un año y donde me sorprendió la originalidad empleada para meternos en un mundo apasionante.

Bueno, tiene menos mérito, comparto premio con los que lo sabían eh. Que conste que El Jarama también lo sabía, pero se me adelantaron.

Un saludo.

RGAlmazán dijo...

Acabo de poner la segunda pista y ya veo que se ha cruzado con la respuesta de neptuno28. Conociendo a Augusta y a Bebeuf sé que también lo sabían, pero no han dado el paso. Y "the winner is --ta ta ta chan-- Neptuno28". Con dos accesos a los susodichos.
Y es que sois todos la mar de listos.
Gracias por participar, chicos.

Salud y República