Pues sí, lo
de Cristina Cifuentes ya empieza a oler a ciénaga, a presente acabado, a
cadáver político refrito. Sus mentiras, los delitos de algunos próceres de la
Universidad Rey Juan Carlos (URJC), el principio de abandono de los suyos, la
posible moción de censura y el inevitable empuje que se ha visto obligado a
hacer Ciudadanos, hablan mucho de su próxima dimisión. Ya es historia.
¡Pobrecilla!
La mentira
tiene las patas cortas, y las de Cifuentes eran falsedades de tercera, de una
factoría barriobajera con las que pretendía engañar a los madrileños. ¡En qué
poco valor tiene a los ciudadanos! Creía que se les podía engañar con milongas
medio cocinadas y tan burdas como ella misma.
Así es que
lo de Cristina ha pasado a la historia. Y siendo grave, no lo es menos lo que
sucede en la Universidad Española. Ya conocemos gran pare de los hechos que han
sucedido en la URJC y en su IDP (Instituto de Derecho Público), donde no sólo
se han cometido faltas, también posibles delitos. Desde la falsificación de las
firmas de profesores en actas a la corrección de evaluaciones años después, a
expedir un título sin Trabajo Fin de Máster, y a permitir y elaborar otras
cuantas fechorías con el fin de que Cristina tuviera su falso Máster.
Pero es que
la cuestión universitaria va más allá. La CRUE (Conferencia de Rectores de la
Universidad Española) después de estudiar el caso y haber investigado al
respecto, lo único que ha dicho por boca de su presidente, en un alarde de
corporativismo retrógrado e interesado, es que ha habido un hecho lamentable y
que se ha podido producir una grave irregularidad. O sea, han creado una
investigación donde lo importante ha sido, además de hablar de un posible
error, una defensa del rector actual y un ataque a los políticos por haber
–según cuentan—creado una alarma injusta e innecesaria en la sociedad. Para ese
viaje no se necesitaban alforjas ¡Qué barbaridad!
Total que
esta institución (CRUE) no ha revelado nada interesante, al contrario ha dicho
mucho menos de lo que sabemos por los medios y ni tan siquiera ha reconocido
que el Máster no se ha cursado o tampoco ha abierto expediente a los profesores
implicados como Enrique Álvarez Conde --al que deberían expulsar por haber mentido,
falsificado actas y tener una empresa que hace la competencia a la Universidad--
y Pablo Chico de la Cámara –otro que tal baila--, ambos muy relacionados con
Cristina Cifuentes y el Partido Popular.
Y a
continuación el mismo presidente de la CRUE, Roberto Fernández, ha anunciado
que deja todo en manos de la Justicia. Vamos que con él no va la cosa, no vaya
a ser que tenga que enfrentarse con algún compañero. Es vergonzoso, como si no
pudiera decir si se ha cursado el Master. Claro. Se le ve el plumero. Ya saben
ustedes lo “rápida” que es la Justicia en este país, lo que quiere decir que
cuando se haya emitido una sentencia, es posible que hayan pasado un par de
legislaturas. En fin, la CRUE ha demostrado una endogamia y un espíritu
corporativista de tomo y lomo, y de paso, de forma cobarde, no ha querido
manifestar lo que ha ocurrido: ¡Que
Cifuentes no ha cursado el Máster! Todo lo demás, cuestiones banales que no
aclaran nada.
En fin,
esta es la Universidad que tenemos, luego nos extrañará que no haya ni una
universidad española entre las doscientas mejores del mundo. Menos mal que
existe la prensa libre, esperemos que por mucho tiempo, aunque con los tiempos
que corren no me extrañaría que le echaran la culpa de lo ocurrido a
eldiario.es. ¡Enhorabuena, Nacho!
Salud y
República
1 comentario:
Se lo ha trincado por la cara, estilo típico de como utiliza el poder la derecha, siempre ha sido así...
Desde luego, a este país habría que ponerlo en remojo y en lejía un buen tiempo, a ver si se desinfecta de sinvergüenzas, machos y hembras, que en eso si que han logrado la igualdad...jajaja
Salud
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