Una vez más, en este caso ante el desafío más grave, Europa reacciona tarde, de forma anárquica, sin homogeneidad y actuando cada Estado como le apetece. La falta de una política común es absoluta. Esta Unión Europea sólo funciona cuando se trata de hacer cumplir los acuerdos económicos que benefician a los países más fuertes.
Han hecho de la UE una institución preocupada por los temas económicos, por los que sí toma decisiones, eso sí, siempre favoreciendo a los países ricos, aunque ello conlleve el hundimiento de los más débiles. Ahí sí que funcionan las decisiones. Nadie es capaz de contradecir a Alemania, el país más poderoso.
En las cuestiones económicas no ha habido problemas, Alemania y las instituciones europeas han impuesto su criterio para salvar a sus bancos. Sin embargo, cuando se trata de otros asuntos que no son financieros, se descubre la desunión y el criterio subjetivo de cada uno de los países europeos.
El ejemplo de los refugiados políticos no ha hecho sino confirmar este desmadre. Y mientras países como Hungría, con una desvergüenza y criminalidad desconocida, se dedica a instigar y a atacar a los refugiados, saltándose cualquier acuerdo internacional, otros como Polonia o Eslovaquia hablan de preservar el Catolicismo, advirtiendo del peligro que sería perder los valores cristianos europeos por el hecho de acoger a refugiados musulmanes. Una xenofobia tremenda que, precisamente, se da en países donde muchos de sus ciudadanos se jugaron la vida por tratar de pasar al otro lado del telón de acero, hace treinta años.
Pero lo grave no es que Hungría u otros países rechacen acoger a refugiados, saltándose los más elementales derechos humanos, sino que además la Unión Europea no hace nada por evitar que dentro de su institución haya países con ramalazos fascistas y xenófobos, incapaces de cumplir las normas más elementales.
Y es que de aquellos polvos vinieron estos lodos. Si en vez de hacer de Europa el templo del dinero, hubieran decidido hacer una unión política de verdad, hoy no estaríamos así, pero se trataba de que los Estados poderosos, como siempre, pudieran imponer sus prioridades, las finanzas, a los demás y esclavizarlos con las deudas que les han hecho contraer.
Tanto el PSOE como el PP firmaron acuerdos vergonzosos, como el de Maastricht o el de Niza, dónde se olvidaron de las personas y se cerraron acuerdos económicos que hicieron que la UE fuera un club de poderosos magnates, en el que manda es el vil metal. Acuerdos que hacen de los ciudadanos europeos meros sujetos económicos.
Y así, hoy, Dinamarca sólo quiere acoger a 1000 refugiados, Polonia, 2000 y otros países tratan de regatear refugiados. Por cierto, España que hasta hace veinte días no quería acoger a más de 2700, hoy por la presión de los ciudadanos y las ciudades de acogida, con recelos y con preocupación se ha visto obligada a acoger los 17000 que le han asignados desde la UE.
Cada Estado hace y deshace a su antojo, mientras que las reuniones de la UE no son sino meras excusas, no se acuerda nada y los países que se niegan al acogimiento se van de rositas.
Esta Unión Europea es una unión de mercachifles, las personas y sus derechos humanos están al final de la cola. Ahí están dando ejemplo países que no pertenecen a la Unión, como es el caso de Turquía, que hoy cuenta con más de dos millones de refugiados, o el de Serbia, que está sirviendo de paso, a miles, para que lleguen a Alemania.
Pagamos y mantenemos una Unión Europea para que resuelva los problemas humanos importantes, y sin embargo sólo bajo presión es capaz de reaccionar tarde y mal, sin acuerdos globales y sin la urgencia que requiere el caso. Mientras los políticos europeos buscan un hueco para hacer una reunión y resolver el problema, sirios, libios y afganos, niños y mujeres embarazadas, pueden morir de hambre, frío, o de cansancio y desolación. Otra cosa sería si los que estuvieran en peligro fueran banqueros.
Europa es simplemente una vergüenza.
Salud y República
2 comentarios:
Está mas claro que nunca, la Europa de mercaderes, y encima, tacaños... :(
Salud
Nos amenazan con echarnos, a los catalanes, si nos independizamos de esta españa negra y centralizada, y yo digo que más vale fuera de esta Europa mercantilista y ahogadora, que dentro.
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