Carta abierta a la lideresa, con silbido incluido

Sra. Aguirre:

Aunque dudo mucho de que lea esta carta, me veo en la obligación de aclararle en voz alta algunas cosas.

Ese afán de estar siempre enfrentando a la gente no parece propio de un político, salvo que sea populista y arrabalero. Es usted una amante de crear conflictos, de insultar, de ser sectaria y mentirosa. Y encima actúa siempre con la ‘Verdad’ con mayúsculas, y despreciando a los que no piensan como usted.

Todo esto viene a cuento por las declaraciones que ha efectuado con motivo del próximo encuentro de fútbol en Madrid, entre El Athletic y el Barça. Y es que si hay algo que no puede usted soportar, entre otras cosas, son los nacionalismos.

Como quiera que se teme que pueda haber una pitada al himno español y al príncipe Felipe, que asistirá al encuentro para entregar la copa, usted se adelanta y retuerce sentimientos y ánimos, pretendiendo que si eso ocurriera, debería suspenderse el partido.

Curioso ver cómo es usted de estricta ante una reacción que se puede producir contra la Casa Real –cuando hay motivos suficientes por las actuaciones vergonzosas que miembros de esa institución, incluido el rey, han cometido en los últimos meses, y que seguramente usted aprueba—, y, sin embargo, está de acuerdo y no dice nada, de la manifestación que se ha aprobado, de grupos de extrema derecha, para ese mismo día. No hace falta ser muy espabilados para ver que se trata de una provocación contra las aficiones atléticas y barcelonistas de estos ultras franquistas. Esperemos que no dé más de hablar esto último que la pitada.

 Usted y muchos de su calaña lo que no pueden soportar es que haya vascos y catalanes que no estén de acuerdo con esta España, a la que usted y su partido representa. Silbar es un ejercicio sano y nada violento. Suponiendo que ocurra, deje que la gente silbe, que muestre su rechazo a una institución o a una España sectaria que a usted tanto le entusiasma. Porque los símbolos, dejan de serlo y cobran un nuevo significado cuando se utilizan para defender privilegios y creencias de una parte, en contra de los demás.

De esa manera, abusando y haciendo mal uso de la bandera, han terminado, usted y los suyos, por crear un rechazo que no existe en otras países. Utilizar símbolos para beneficios propios y sectarios es jugar con fuego.

Usted, reconozco que es lista, a pesar de ser mala persona –lo que no es incompatible—, además de arremeter contra los nacionalismos, sus enemigos acérrimos, con estas declaraciones, está tratando de echar una cortina de humo para hacer olvidar la mala gestión de Bankia, donde tiene usted la responsabilidad política, o también ese engaño de 2000 millones de deuda, encontrados por arte de birlibirloque y que han doblado el déficit de la CAM y, lo más importante, tapar la huelga y movilización contra su política de educación. Eso es lo sustancial, la pitada es una anécdota que le sirve de coraza para que no se hable de lo importante.

Lo que tampoco entiende es que silbar es protestar, y como tal, es parte del derecho a la libertad de expresión. Lo que usted hace y lo que consiente, sí que es un acto hostil y una afrenta a los ciudadanos. Porque usted, Sra. Aguirre no es patriota, es patriotera, con tics totalitarios. Confunde sus convicciones con la Verdad absoluta.

Mire, ser radical es ir a la raíz. Así es que no le digo que no sean radicales los nacionalismos. sin embargo, usted lo que pretende es imponer ese patrioterismo de cartón, --donde los actos son secundarios y lo importante son una musiquita, una bandera y una institución obsoleta—, sin importarle las consecuencias.

Y es que hay un refrán que la retrata perfectamente: ‘dime de lo que presumes y te diré de lo que careces’. No es bueno presumir, y menos de ser patriota, porque:

Ser patriota no es defender un palo con un trapo, es, por ejemplo, defender la verdadera bandera: la de la Educación, la de la Sanidad, la de los Servicios sociales.

Ser patriota no es esconder 2000 millones de deuda (y parece que hay otros mil todavía no aclarados) y engañar para que parezca que el déficit es menor.

Ser patriota no es hundir una Caja de Ahorros por intentar dominarla con politiqueos absurdos e interesados.

Ser patriota no es insultar a unos manifestantes (los del 15-M o los de las huelgas convocadas por los sindicatos) mientras se les da todas las facilidades a los manifestantes por la visita del Papa.

Ser patriota no es ejecutar proyectos a sabiendas de que no son legales para luego aplicar la táctica de los hechos consumados.

Ser patriota es anteponer intereses de la ciudadanía a los intereses de sus amigos.
Ser patriota es pagar lo que se debe y no tener a los ayuntamientos –sobre todo de izquierdas— asfixiados.

Ser patriota no es defender a la Casa Real por encima de todo, aún cuando actúa mal.

Justo lo contrario de lo que hace. Usted es maestra en jugar con los sentimientos primarios y utilizarlos en su beneficio, actuando de forma populista.

No tengo más que decir, me despido con un silbido incluido, por si tiene a bien actuar, en caso de que sea delito, considéreme el primer imputado.

Salud y República