¡Que viene, que viene! Ya está aquí el PP

Y qué tufo traen. Luego dirán que exageramos. Un ejemplo más, en la Comunidad Valenciana, se descubre que a una empresa municipal (EMARSA, Entidad Metropolitana de Aguas Residuales Sociedad Anónima) dependiente del Ayuntamiento de Valencia y de diecisiete municipios cercanos –prácticamente todos gobernados por el PP--, la han encontrado un pequeño fraude que podría llegar a los treinta millones de euros.

En ese robo hay imputados cargos del PP, entre otros el alcalde de Manises y vicepresidente de la diputación de Valencia, presidente de EMARSA hasta que quebró. Si tienen estómago, pueden leer aquí, como se gastaban el dinero público estos sinvergüenzas peperos. Mientras tanto, la ínclita Rita Barberá, dice no saber nada de nada, que ella pasaba por allí. Hay quien dice que este “pequeño contratiempo” le ha privado de ser ministra, ya veremos.

Ésta que hemos contado es una historia del pasado reciente, ahora va una del futuro próximo. Y es que se mueven poco, pero no dan puntada sin hilo. Ellos a lo suyo, a defender a los suyos. Y ahí les tienen, lo primero hablar con sus amos: los bancos, y ahora se ha sabido que desde hace días están negociando con Suiza para que las cuentas bancarias de españoles en aquel país mantengan el anonimato.

Mantener cuentas en Suiza sin cotizar en España es ilegal. Pues bien, en vez de perseguir este fraude fiscal y sacar a la luz a los defraudadores, están dispuestos a llegar a un acuerdo con Suiza para permitir “legalmente” el anonimato de esas cuentas a cambio de que les llegue un 75% de los impuestos (el 35% sobre los intereses) que recauda el país helvético. Vamos es como si se hiciera una ley por la que se pudiera robar, siempre que un porcentaje del robo se ingresara en Hacienda.

¡Qué importa la ética! ¡Qué más da el fraude fiscal! Los amigos hay que mantenerlos. Es mucho más fácil que los defraudadores sigan defraudando y, eso sí, pedirle una parte de ese fraude. Peculiar forma de legalizar el fraude fiscal a cambio de una parte. Así lo ven los peperos.

Y todo esto, en la trastienda, sin llegar a la Moncloa. Vayámonos preparándonos para lo que viene, porque nosotros, no lo olvidemos, somos los otros, y las medidas contra la crisis no caerán sobre ellos, sino sobre los otros.

No nos queda sino resistir. Y, mientras tanto vayamos practicando el himno de Wyoming


Que no nos roben ni el buen humor, ni la resistencia activa. Les estamos esperando.
Salud y República