Los ateos y los nazis, según Ratzinger

Entiendo perfectamente al emisario de Dios en la Tierra. Hay que ver lo que tiene que estar sufriendo. Con una campaña en contra de la Iglesia, que se están inventando para desprestigiarla –me refiero a “la falsa acusación” de pederastia—, con los seminarios y conventos casi vacíos por culpa de un mundo sin valores, con una disminución del número de fieles, el pobre Ratzinger no ha tenido más remedio que salir al contraataque.

Y el pobrecillo dijo su verdad, y estableció una paralelismo entre ateísmo y nazismo. ¡Como tiene que ser! Una verdad incontestable. Ya saben ustedes que los nazis eran todos --además de asesinos y pecadores— ateos. Mientras que los que lucharon contra ellos, incluidos los bolcheviques, tenían un fervor religioso digno de encomio.

Yo me he puesto a temblar y a reflexionar. Porque si esto lo dijera una persona cualquiera tendría su chispa, pero dicho por el papa, que en otro momento ha reconocido que de joven se alineó con las tesis nazis, la cosa tiene su intríngulis, ya que habría que considerar a Ratzinger como un experto en nazismo, y claro, o se ha reconvertido o lo mismo es todavía ateo. Y la verdad, un papa ateo podría ser la leche.

Por otro lado, la tesis ratzingeriana viene avalada por la experiencia en España. Está claro que su demostración aquí fue palpable. El fascismo, hermano del nazismo, que dominó este país durante cuarenta años, como todo el mundo sabe, estaba basado en el ateísmo. La pobre Iglesia católica estaba al margen del Estado, y lucho contra el franquismo. Todo eso del nacional-catolicismo es una invención atea.

Así es que he llegado a la conclusión –que me perdonen, si no es así— de que la Iglesia es atea. Lo cual, me deja estupefacto, patidifuso y mediopensionista. ¡Lo que hay que ver!

Salud y República