Pizarro II, el conquistador… de valores

Todos hemos oído hablar de Pizarro. El gran conquistador del Perú. Ese hombre que supo introducirse en la sociedad inca y dominarla desde dentro. Bueno, pues a ese hombre le ha salido un homónimo con los mismos ímpetus de conquista que su antecesor.

Aquel Francisco, este Manuel. Aquel quiso y pudo conquistar Perú, éste hijo de procurador en las Cortes Franquistas, creyó haber nacido para brillar, y gracias a su amigo Aznar conquistó Endesa, para terminar vendiéndola a Berlusconi.

Y luego quiso conquistar el Partido Popular, fue fichaje estrella –a lo Cristiano Ronaldo—, de Rajoy y el pobre fracasó, la mano de Rajoy es infalible, todo, lo que toca o apoya, lo hunde. La culpa la tuvo un debate en el que Solbes, vestido de pirata, le rizó el pelo. Y ahí está, de diputado raso y con más ganas de exhibirse y de que hablen de él que Belén Esteban. Y nada, que nadie, ni tan siquiera en el PP, le hace ni puñetero caso.

Pues este hombre ha tenido la oportunidad, y la ha aprovechado. Tenía que hacerse notar y lo ha conseguido. En un congreso de católicos, el hombre ha defendido su ponencia cumbre: La solución cristiana para salir de esta crisis. Y ha dicho  “¿Para que necesitamos las prácticas de buen Gobierno si ya tenemos el No Robarás, el No Matarás o el No codiciarás los bienes ajenos? Hay que hacer las cosas como Dios Manda". Añadiendo después que “la actual crisis es más de valores que económica”; y se queda tan pancho.

Seguramente su dios le debió decir que se forrara, eso sí, sin codiciar bienes ajenos, simplemente haciendo cambalaches cristiano-financieros. Por cierto en lo de la crisis de valores le doy la razón, y él debe saber mucho, porque sí, estamos inmersos en una crisis de ”valores bursátiles”, que de eso sabe un rato, fue presidente de la bolsa de Madrid y llegó a Endesa con una acción y cuando la vendió se fue con cien mil.

En fin, aunque parezca mentira en su currículo figura que es jurista. Un jurista que dice no necesitar leyes, sino las de Dios. Y a todo esto, Rajoy –su jefe, su mentor, su protector-- para tapar Gürtel y demás corruptelas pretende establecer un catálogo de cincuenta medidas contra la corrupción, y aquí su apadrinado llevándole la contraria. Pobre Mariano, otro enano que le crece.

Salud y República