Los intereses de mercado: Uribe y PRISA

Hoy en día el poder, todo el mundo lo sabe, no reside en los centros institucionales de poder. Al menos, no solamente. Los gobiernos y las instituciones políticas internacionales no detentan sino una parte del poder y están subordinados a empresas multinacionales o instituciones policiales poderosas. Ni tan siquiera Bush, con su enorme poder, puede detentarlo sin el visto bueno de las grandes multinacionales o de instituciones como la CIA o el FBI. Las primeras tienen intereses claros de mercado que los políticos han de salvaguardar. Las segundas son poderes dentro del poder, valga la redundancia, donde no se sabe quien depende de quien.

Desgraciadamente la mayoría de las veces es difícil de probar la verdadera fuerza de esos poderes paralelos que mueven este mundo por encima de los gobiernos. Sin embargo, todo el mundo sabe que están ahí presentes, que guían muchas de las decisiones de los altos mandatarios y que salvo en ocasiones muy contadas, jamás sale a la luz su trabajo sucio.

Pasemos a los hechos objetivos. El uno de marzo pasado, militares colombianos, atravesando la frontera ecuatoriana, sin permiso del país vecino, atacan un campamento de la guerrilla de las FARC, lo que ha sido considerado por el presidente Correa como una “masacre que violó la soberanía de su país”. De este ataque, donde los guerrilleros, entre ellos el segundo jefe de la guerrilla: Raúl Reyes, quedaron despedazados y el campamento arrasado, hete aquí, que se salvan del incombustible fuego del infierno tres ordenadores del jefe guerrillero con “dieciséis mil archivos”, donde “incuestionablemente” se prueba la complicidad de Chávez y de Correa con las FARC.

Pues bien, Uribe, único aliado de la zona con los EE.UU. ha encontrado en esta acción de ilegalidad internacional las pruebas que él y su amigo Bush venían buscando y que implican a los presidentes de Venezuela y Ecuador con las FARC. Mi amigo Humberto, en su lado oscuro, explica muy bien la posibilidad de que sea un regalito a Uribe de su amigo americano y así justificar ese ataque en territorio ecuatoriano y ese lavado de imagen, cargando las tintas negras a los vecinos menos condescendientes y más beligerantes con el gran imperio.

Y hasta aquí una suposición más que correcta, bajo mi punto de vista, y que tiene su continuación en nuestro país. Desde que fue elegido Chávez, y después Correa o Morales, el grupo Prisa, editor de El País, y dueño también de la cadena SER y del canal Cuatro de televisión, no hacen sino utilizar torticeramente las informaciones de estos países para atacar a sus mandatarios. Cada vez que alguno de ellos ha hablado de nacionalizaciones o de sometimiento de las empresas extranjeras a los fines nacionales, les ha entrado el canguelo, han visto amenazados sus propiedades, sus privilegios y sus beneficios y el contraataque informativo ha sido feroz. La última prueba es ésta: Mientras que periódicos de primer nivel mundial, La Reppublica, Le Monde, The Daily Telegraph o Clarín dudan de la veracidad de las informaciones y no descartan un montaje, los medios de PRISA se han desbocado con beligerancia absoluta contra los mandatarios Chávez y Correa, y a favor de Uribe, sin esperar a las comprobaciones que se están haciendo desde la Interpol. Baste citar que El País, por ejemplo y no menos los otros medios PRISA, ha publicado al respecto, nueve artículos en los últimos cuatro días, en los que se les inculpa claramente.

De esta forma El País, ese periódico tan bendecido por muchos, no deja de anteponer sus intereses comerciales a la primera premisa periodística: la información contrastada.

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