Berlusconi y los inmigrantes

Al menos hay que decir que en esto no ha engañado a nadie. Berlusconi lo tenía en el programa electoral. La limpieza de inmigrantes ilegales era una prioridad. Y ya ha empezado la caza del “otro”.

Con la alevosía y premeditación de ser, además de un populista machista y chabacano, un aliado de Umberto Bossi, el líder del partido xenófobo La Liga del Norte, ha comenzado la detención y la persecución del inmigrante. El objetivo está claro: desviar la atención de los verdaderos problemas de Italia.

Cuando recuerdo la Italia de hace veinte o treinta años me entran ganas de llorar. ¡Quien te ha visto y quien te ve! Hoy Italia es un despojo de nación sumida en el caos gracias a sus políticos corruptos, desfasados y que han defendido sólo intereses partidistas o personales. Siempre disputando el poder, en beneficio propio, y olvidando los problemas de los ciudadanos.

Ahora resulta que los malos de la película son los inmigrantes. Según las fuentes oficiales la mayoría de los delincuentes son extranjeros. Se ve que hay que acabar como sea con ellos. Incluso persiguiéndoles y quemándoles las casas como ha ocurrido en Nápoles. Y todo justificado por un gobierno que dice que la prioridad es la seguridad.

Esta viñeta la he tomado del blog de mi amigo Dani Isaac

Hay que tener una cara dura de tamaño descomunal para echarle la culpa de la delincuencia en Italia a los inmigrantes. Precisamente en Italia. Ese país cuyos políticos no han sido capaces de acabar --a veces han convivido con ellas-- con las mafias que pueblan gran parte de su territorio. Donde la Cosa Nostra, la Camorra y la `Ndrangheta viven en la más absoluta impunidad, de la extorsión, el secuestro y las drogas. ¿Alguien se ha preocupado de acabar con estas mafias organizadas? ¿O es que como están compuestas por italianos tienen derecho a la impunidad? ¿Acaso son más peligrosos los rumanos o los marroquíes?

La caza de los inmigrantes es la excusa de una xenofobia contenida a la que ahora se le da pábulo. Entre el “menefregismo” y los políticos italianos, Italia puede acabar yéndose a hacer puñetas.

Es verdad que Berlusconi tiene mayoría absoluta. Es verdad que a mí me resulta difícil una explicación. Pero también es cierto que este país que ha sido un país envidiable en los años setenta y ochenta puede llegar a estar en la cola de Europa si continúa por este camino, aunque sea con el voto de los ciudadanos. Y no deja de ser una pena.

Salud y República