30 agosto 2017

Vivimos “La primavera del empleo”

¡Qué maravilla! ¡Qué visión! ¡Qué valor! Ahí la tienen ustedes. Nadie se había dado cuenta, pero Fátima lo ha descubierto. Además de la famosa primavera de El Corte Inglés, desde hoy debemos hablar de “la primavera del empleo”.

Esta mujer --cuyo gran mérito es haber inyectado en vena, a los trabajadores, la ley de la reforma laboral que la elaboraron los chicos de la CEOE--, cada vez que habla es para echarse flores a sí misma. Eso sí, diciendo cosas que no se cree ni ella y que seguro que deben sonarle estridente hasta a la Virgen del Rocío, como se sabe su virgen preferida a la que, gracias a su amparo, tenemos el mercado laboral mejor que nunca.

El mundo de Yupi no es nada comparado con nuestro mercado laboral. Es lo que tiene tener contacto con el más allá. Los santos, vírgenes y gente de buen vivir te hacen ver cosas que el ciudadano normal no atisba por su corto entendimiento.

Mira que no ver, hasta que la ministra Fátima nos lo ha dicho, que tenemos hoy un empleo de más calidad que el de antes de la crisis. Son ganas de no querer ver la realidad. No notar la mejoría debe ser una especie de síndrome infame.

Es lo que tiene ir fumada a las comparecencias. Una puede decir lo que le venga en gana y sonreír como si fuera verdad, aunque sea más falso que un euro de plástico. Sí señores, ustedes no lo saben, ustedes no se habían dado cuenta, ustedes son muy cortos, sólo Fátima y sus compas ven la verdad: Estamos en la primavera del empleo.

Y, ¿qué importa que los salarios sean más bajos, o que la precariedad sea cada vez mayor? ¿Qué importa que hoy se trabajen 613 millones de horas y hace diez años 654? ¿Qué más da que la gente tenga contratos de pocas horas y no les llegue el salario a fin de mes? ¿A quién interesa que la desigualdad hoy sea mucho mayor que hace diez años? ¿A quién preocupa que haya más de dos millones de parados de larga duración, el doble de hace ocho años? ¿Qué tiene que ver que se hayan perdido 600.00 contratos indefinidos en los últimos ocho años? Que tenemos dos millones de empleos menos que en 2007, ¿y qué? Y si el poder adquisitivo ha caído siete puntos desde el comienzo de la crisis, tampoco tiene la menor importancia. El hecho de que la mitad de los contratos temporales firmados sea inferior a siete días, es algo tangencial.

Y es que no nos enteramos de nada. La recuperación ha sido milagrosa, y contiene las tres eses de Fátima. Porque nos guste o no, así lo afirma la ministra de la CEOE, esta recuperación tiene tres eses: es sólida, sana y social. ¡Toma ya! ¡Y yo con estos pelos! ¿Hay quién lo dude? ¡Hombres y mujeres de poca fe!

No me cabe la menor duda, no somos capaces de soportar el éxito de esta ministra y nuestra envidia no nos deja ver los preciosos logros laborales. Menos mal que todavía hay más del 30% que lo creen a pies juntillas: Los votantes del PP.

Salud y República

1 comentario:

Genín dijo...

Es que estos tienen enchufe con la Virgen, acuérdate de la medallita que le puso el "menimistro" del Opus... :)
Salud