Zoido, otro ministro impresentable: ¡Que se ahoguen los inmigrantes!

Pero, ¿sabrá esta gente lo que es sensibilidad? ¿Y estos son los que se dan golpes de pecho en la iglesia? Tienen mucha suerte, si su dios bajara al estrado les expulsaría del templo sin contemplaciones. Tienen una hucha en vez de un corazón.

Lleva meses de ministro y ya está en la lista de los insensibles, los que actúan de forma canalla. Su número dos y él mismo hablaron con Ignacio González, cuando ya estaba bajo el ojo de la guardia civil, probablemente para advertirle de su situación delicada.

Por otro lado, le había dejado un pisito de la Guardia Civil a su amigo Gregorio Serrano, director general de Tráfico, de forma irregular. Habiéndose gastado 60.000 euros, de dinero público, en arreglarlo para que su amiguete estuviera cómodo.

Pues bien, ahora resulta que pretende dar lecciones a las ONG. Precisamente él, un miembro de un gobierno que jamás ha tenido preocupaciones por los inmigrantes que cada día mueren en el Mediterráneo. Es más, continúa la política de su antecesor, Jorge Fernández, que permitió que se dispararan pelotas de goma contra inmigrantes, muriendo seis de ellos en el mar.

Según este elemento, las ONG favorecen la inmigración ilegal. O sea que por su culpa nos están llegando los inmigrantes. ¿Qué es lo que habría que hacer? ¿Ahogarles directamente? ¿Dejar que se ahogaran? ¿Mirar para otro lado como hace el gobierno? ¿Dispararles pelotas de goma para que no lleguen?

Gracias a las ONG, son muchos los inmigrantes que se salvan de morir en el mar. Y según el ministro esto parece ser un inconveniente. Se ve que nos estamos llenando de inmigrantes. Debe ser por eso, por lo que de la cuota de inmigrantes y refugiados, que la UE nos había puesto, no hemos llegado ni al 10%. En teoría, deberíamos haber acogido a 17.000 en septiembre y sin embargo, hasta ahora van 1.400.

Y luego nos vienen hablando de víctimas. Sólo les ha interesado las víctimas a las que han podido sacar rédito electoral, las de ETA. Ahí quedan las víctimas del franquismo y las víctimas del hambre y la represión que llegan por mar. Éstas les importan un bledo.

Estos peperos no sienten, sólo se mueven por dinero y por su gente. Y, está claro, que los inmigrantes no son su gente, son sus enemigos.

Lamentablemente estos sentimientos y estas políticas que aplican son compartidas con sus votantes. Votantes a los que sólo les importa su bienestar económico y todo lo que no sea eso, lo consideran un obstáculo. Lo triste es que estamos hablando de siete millones de españoles. Es para emigrar…

Salud y República