Como es
costumbre, algunos militares, guardias civiles y familias, con devoción
constatada, fueron a Lourdes hace dos meses. Una peregrinación al año no hace
daño. Y contentos, disfrutaron de unos días gozosos como premio a su inquebrantable
fe.
Eso sí,
como los pobres son pobres de solemnidad, este viajecito tuvo un aporte público
de 73.000 euros. Una ayudita para que nuestras queridas fuerzas coercitivas
pudieran pedir a su amantísima Virgen los milagros necesarios para que pasen
esas estrecheces, que ha supuesto la crisis y que ha permitido que haya escasez
de chalecos antibalas o coches que sustituyan a los actuales con más de 400.000 Km .
Convendrán
conmigo que es una actitud coherente, que los recortes de Montoro los solucione
un milagro de la Virgen de Lourdes subvencionado con dinero público. Y, no sólo
se espera el gran milagro de los chalecos y los coches, además hay otro loable
objetivo: la consecución de la vida eterna (¿pública?).
Al fin y al
cabo, ¿qué son 73.000 euros, si con ese viaje se consigue que la tropa esté contenta?
¿Hay algo más barato, más coherente y más español que bailar una conga con el
‘Viva España’ de Manolo Escobar con dinero público?
Está claro
que nuestros militares y guardias civiles bailando con sus mujeres y algunos
curas (la perfecta comunión de nuestro querido nacional-catolicismo) esa conga
españolísima han demostrado una hispanidad digna de encomio, que sin duda
ensalzará el espíritu de la tropa, y recordará tiempos gloriosos como los de “Perejil”.
No creo que
exista otra finalidad más acorde con el espíritu castrense que una excursión
tan religiosa como ésta, tan patriótica y verbenera- Y si además es con dinero
público, miel sobre hojuelas.
Los
críticos –rojos y maleantes— aseguran que nuestras fuerzas del orden tienen
fisuras decimonónicas y un gobierno dispuesto a demostrar que son parte de su
esencia. Pero, qué menos que rezar a la Virgen del Rocio, conceder medallas a
santos y vírgenes, tener un ángel que te aparca el coche y, entre otras
lindezas, subvencionar viajes religiosos. Porque como todo el mundo sabe, no
sólo la Justicia, también la aconfesionalidad de este Estado es un puro
cachondeo.
Y para
terminar, recordemos que mañana es el día de Santiago Apóstol, nuestro digno
patrón, así es que finalicemos este escrito recordando que, ahora también la
Virgen de Lourdes está de nuestro lado. Repitamos ese grito tan español, tan
rimbombante y tan católico, pero hoy dirigido a la Virgen: “¡Lourdes y cierra
España!”
1 comentario:
Manda cojones, que dijo aquél que un tiempo los mandó... :(
Salud
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