A los 91
años, Ascensión Mendieta, ha logrado enterrar a su padre, muerto hace 78. Timoteo
Mendieta fue asesinado en 1939, como muchos otros, por un solo delito: ser
rojo. Era sindicalista de la UGT.
Dejó mujer
y siete hijos. Toda la familia desde la Transición ha luchado por encontrar el
cadáver del padre, y su hija Ascensión ha llevado la bandera de esta lucha
intensa, larga y desproporcionada. En 2013, visto que en España no obtenía
ninguna ayuda, decidió marcharse con 88 años a Argentina para ponerse en
contacto con la jueza Servini, la misma que está reclamando a personajes como
Billy el Niño o al exministro Martín Villa para ser juzgados por Crímenes
contra la Humanidad. Y allí encontró el apoyo suficiente para seguir sus
indagaciones. Y, después de una exhumación equivocada, consiguió encontrar el
cadáver de Timoteo, su padre. Todo ello sin la menor ayuda de un gobierno que
no ha querido saber nada, salvo poner obstáculos para impedir estas
exhumaciones.
El único
reproche de Ascensión ha sido para el gobierno: "El Gobierno nos lo ha
negado todo, a ellos no les puedo decir gracias". Con un aplomo y una
educación exquisita, Ascensión Mendieta, se ha quedado corta. Porque el
gobierno del PP, presidido por Rajoy, no sólo no ha ayudado a que se cumpliera
una ley, como la de la Memoria Histórica, sino que la ha asfixiado al no
aportar ni un solo euro para su cumplimiento, y siempre se ha mostrado en
contra de algo que para ellos no ha dejado de ser una consecuencia lógica de
una derrota: el asesinato de decenas de
miles de ‘traidores’ ante la “Victoria” franquista.
Si
cualquiera de nosotros fuera de este gobierno infame y hubiera escuchado las
palabras de Ascensión, nos hubiéramos sonrojado y avergonzado. Lamentablemente
para sentir vergüenza hay que tenerla y no parece ser el caso.
Hoy, ante
la tristeza general, hemos visto sonreír, tristemente, a una mujer que al final
de su vida ha conseguido el objetivo que perseguía, contra viento y marea:
enterrar dignamente a su padre. Y además se ha abierto una ventana, por donde
asoma una luz de esperanza y hace que pensemos que el caso de Timoteo Mendieta
pueda ser un ejemplo que va a continuar.
Con su voz
nonagenaria pero llena de fuerza y energía Ascensión Mendieta dijo en el
cementerio: "Libertad para todos. Que no hagan lo que han hecho. ¡Muchas
gracias a todos por venir a este acto tan triste!".
¿Qué vileza ha de tener un gobierno para mantener miles de cadáveres en
las cunetas sin enterrar, sin que mueva un músculo para evitarlo? Siguen
pensando que son los herederos de los que ganaron una ‘guerra justa’, y los
otros, los vencidos, pagaron la osadía de oponerse a la rebelión, la traición y
la sublevación contra la República. Y ahí seguimos.
Una crónica agridulce. Mucho sufrimiento con un final feliz, pero que no
deja de ser sino una gota de agua en el mar de la Memoria Histórica. Quedan
muchos “mendietas” por enterrar, mientras que desde el gobierno se homenajea a
quien condecoró a Billy el Niño.
¡Ah! Se me olvidaba, y RTVE, una vez más, cumpliendo con su labor.
Mientras que las demás cadenas y emisoras de radio daban la importancia que
merece a este suceso, RTVE ha dado la callada por respuesta, demostrando una
vez más que la censura funciona. Es necesario y urgente que venga ese cambio de
ley de RTVE que está forjándose en el Parlamento, en contra de los deseos del
PP.
Salud y República
1 comentario:
Es que además de todo lo que tu has dicho, son tontos, porque tenían en sus manos el distanciarse de la acusación de amigos de los franquistas, como mínimo, ayudando a poner en marcha la ley e impulsarla para tapar bocas, aparte de que es obligado acabar con esa injusticia que dura ya demasiados años, y no hay manera, así que la conclusión es que nos gobiernan presuntamente los tontos, y con muy mala leche, además... :(
Salud
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