Parece que los cambios que se están produciendo, con la entrada de nuevos partidos, harán que desde el 20-D este país sufra modificaciones importantes. Aún en el caso de que ganara uno de los dos partidos de siempre (PP o PSOE) ha quedado claro que las mayorías absolutas se han acabado, y que se ha de pensar en lo que piensan otros partidos.
Al margen de cuestiones económicas, sin duda muy importantes, hay otras de carácter político que deberíamos valorar en los programas y talantes de los distintos partidos, a la hora de votar. Entre ellas, la forma de Estado, la estructura político-territorial del Estado o las relaciones del Estado con las distintas Iglesias. A esta última cuestión está dedicado este artículo.
Como quiera que la más importante y la única religión que tiene beneficios en nuestro país es la Iglesia Católica, es a ella a la que me referiré, fundamentalmente, aunque las relaciones con ella debería ser la misma que con las otras confesiones.
Hoy, todavía no conocemos los programas de los distintos partidos, sin embargo sí que sabemos de la trayectoria de los mismos si ya existían y, también, conocemos detalles de lo que piensan los nuevos partidos, por afirmaciones de sus principales líderes.
De los partidos que están en el parlamento, la cuestión es fácil. De los grandes, el PP y el PSOE, los que han detentado el poder durante toda la democracia podemos decir que tanto uno como otro han mantenido los privilegios con la Iglesia Católica, firmados en los acuerdos con la Santa Sede en 1979. Sólo Izquierda Unida viene mostrando su desacuerdo con dicho concordato, de forma rotunda, y se ha opuesto a todas las medidas que han aportado mayores beneficios y clientelismo hacia la Iglesia Católica.
El PP no sólo no cree en el laicismo sino que lo demuestra. A pesar de que la Constitución habla de un Estado Aconfesional, actúan, en muchas ocasiones, como si España fuera un estado católico. Sus cargos públicos participan en actos religiosos y los apoyan con asiduidad. Habiendo propiciado leyes que han dado ingentes beneficios a la Iglesia Católica, como la que aprobó el gobierno Aznar de las inmatriculaciones, que ha permitido que esta Iglesia se hiciera con inmuebles de todo tipo por el simple hecho de que no constaban en el registro de la propiedad. Por no citar el constante deseo de condecorar vírgenes, asistir a beatificaciones o santificaciones, o solicitar auxilio a su dios o a sus vírgenes preferidas.
El PSOE, que siempre se llena la boca de deseos laicos, y que en sus distintos programas, a lo largo de distintas legislaturas, llevaba escrito que se tenían que revisar los acuerdos con el Vaticano, resulta que no sólo ha mantenido los privilegios, sin haber cambiado una coma, sino que además subió la aportación económica a la Iglesia en el IRPF, con el gobierno Zapatero. Y junto al PP mantienen situaciones como la de las inmatriculaciones o la de los profesores de religión (pagados por el Estado –o sea por todos nosotros— y elegidos y depuestos por los obispos) o la de no pagar el IBI en ningún inmueble, incluidos aquellos que no tienen que ver con el culto y que tienen como fin hacer negocio. Por cierto, el último caso es el del alcalde de Sevilla, socialista, que, sin rubor, en condición de máxima autoridad sevillana ha presidido como hermano mayor honorario de una cofradía una procesión recientemente.
Si en algo ha estado de acuerdo el bipartidismo imperante hasta ahora, ha sido en mantener los privilegios de la Iglesia Católica a toda costa, y en todo caso, aumentarlos, nunca revisarlos a la baja. Sólo Izquierda Unida ha mantenido una oposición demostrada a estos beneficios y una actitud favorable a la laicidad del Estado.
Qué decir de los nuevos partidos emergentes. En el caso de Ciudadanos, poco sabemos, salvo que pretende que la Iglesia pague el IBI, junto a otras colectividades, pero por su proceder de no querer hablar de este tema, mucho nos tememos que mantendrá la gran mayoría de los privilegios y no apostará por un Estado laico verdadero. Está a favor de la enseñanza de la Religión en la Escuela y de mantener la situación de los profesores de Religión como en la actualidad.
Podemos sí que parece que tiene una intención más decidido de conseguir un Estado Laico. Sin embargo, poco hemos leído u oído a sus líderes del tema. Lo importante sería saber si en una situación de posible pacto con el PSOE, haría del Estado Laico casus belli, y lo pondría como premisa fundamental para llevarlo adelante.
Me da la impresión de que, desgraciadamente, el Laicismo es un tema que no está en la agenda de la mayoría de los Partidos Políticos. Puede que haya promesas, ahora en la precampaña y campaña electoral –ya lo ha hecho el PSOE otras veces, para luego quedarse en agua de borrajas—, pero da la impresión de que son otras las prioridades y de que el laicismo es algo bonito, ornamental, pero poco importante.
Ojalá que me equivoque. Sólo a la izquierda del PSOE parece que hay verdaderas intenciones de hacer laico este país. Los demás es posible que lo mencionen, pero, sinceramente, ya sabemos hasta donde pueden llegar, por lo que han hecho hasta ahora y por lo que dicen y no harán.
Salud y República
1 comentario:
Puestos a soñar, me gustaria una República laica... :)
Salud
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