Sí señor, hay una ola de chulería que recorre la calle Génova y que se ha instalado en el edifico número trece. O sea es algo así como la versión neoliberal barriobajera de 13, rua del Percebe.
Y últimamente se han ido coleccionando chulerías de distintos personajillos. Desde las constantes provocaciones chulescas de Wert o Montoro con sus mentiras y sus desafíos hasta la chulería del director de la Guardia Civil que miente y encima se permite amenazar a los medios y a las ONG porque dicen que han proferido injurias contra la Benemérita.
Pasando por las chulerías de Espe Aguirre que con total desparpajo habló de mamandurrias de los demás y de que destapó la Gürtel. O por el “que se jodan” de la diputada Fabra o la de su querido padre, el imputadísimo, cuando amenazó con mearse en la sede de Izquierda Unida. Por cierto, sin olvidar la famosa peineta de Bárcenas, el puto amo o la intervención en plasma del gran jefe Mariano.
Bien, pues hay más, y desde luego es de señalar al último tipejo chulo: Francisco Granados. Este personajillo que llegó a ser el rey del mambo en la pepería madrileña y que ha sido pillado, con el carrito de los helados, con millón y medio de euros en una cuenta en Suiza, y en vez de pedir perdón por haber delinquido y marcharse sin más, se ha dedicado a mentir, cambiar la versión de la Justicia suiza y sobre todo dimite amenazando, porque cuando le dicen que el Partido Popular le puede abrir expediente responde que si le hacen eso que “le van a encontrar”, amenazando a tirios y troyanos, como si dispusiera de información bomba contra su propio partido.
Y no sólo ha amenazado, además ha despreciado el trabajo de senador, indicando que ya ha pasado bastante tiempo sin hacer otra cosa que pulsar un botón. O sea que se aburría. Una manera muy peculiar de aburrirse y no decir nada hasta que le pillan en el delito y se ve obligado a irse. Desde luego, muchos quisieran aburrirse ganado unos 70.000 euros al año sólo por apretar un botón (y eso que no contamos otros 50.000 euros como diputado por Madrid).
Este alumno aventajado de Espe Aguirre –menudo ojo tiene la lideresa—cazatalentos, todo aquel al que toca, con su dedo divino pero podrido, o es un delincuente o queda en entredicha su honradez— tiene tanto descaro como su maestra y es más chulo que un ocho. Y aunque haya dimitido, ha demostrado que se creía impune paseándose y dando lecciones de ética por todos los platós que le pagaban como tertuliano lenguaraz, barriobajero y tabernario.
Ya está bien de macarras y patriotas de pacotilla –el tal Granados, por ejemplo, presumía de llevar una pulsera con la bandera española mientras tenía la pasta en Suiza--, bastante tenemos con aguantar a estos recortadores profesionales, mentirosos compulsivos e incumplidores de promesas como para que además nos la claven con chulería. Porque además con lo del repago nos toca pagar la vaselina.
Salud y República
4 comentarios:
Está feo alegrarse de la desgracia ajena pero con la de este tipo me llevé un alegrón.
Un abrazo.
...y no pasa nada, nada, nada...
Salud compañero.
Viva la "españolidá" pepereta.
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