20 agosto 2013

Rosell en el país de las maravillas

El ministro de trabajo in pectore, el jefe de Fátima Báñez --junto a la Virgen del Rocío—, el verdadero creador de la reforma laboral, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, sigue en sus trece de hacer del mundo del trabajo un mundo de esclavos.

Sus proposiciones sectarias y contrarias al mundo de los trabajadores hace de este individuo un elemento cavernícola despojado de sensibilidad y dispuesto a cualquier cosa con tal de continuar obteniendo beneficios.

No contento con proponer hace unos días convertir contratos de tiempo pleno en contratos de tiempo parcial, sigue insistiendo en hacerse el rey de la serpiente venenosa de verano, y ahora haba de eliminar “privilegios” de los trabajadores con contratos indefinidos y dárselos a los que tienen contratos temporales.

Primero crea un mercado laboral con el 90% de contratos temporales y como le queda ese 10% de contratos indefinidos, quiere que estos rebajen derechos. O sea, conociendo el percal, este individuo lo que quiere, como siempre, es igualar por abajo. Igualar condiciones y sueldos y convertir a los trabajadores en esclavos.

Bañez_Juan-Rosell

De esta forma también trata de crear una guerra entre los trabajadores indefinidos y los temporales, haciendo que estos se crean discriminados por aquellos, cuando quienes los discriminan son los empleadores y los gobiernos que elaboran leyes que lo permiten.

Total, seis millones de parados y los trabajadores con los derechos mínimos, ese es su deseo. Así defiende los intereses de los empresarios –de los grandes, que de los pequeños no se acuerda y también los discrimina—, en vez de incitar a que se invierta más y sólo ve un aumento de productividad con la baja de salarios.

Como siempre, habla quien tiene más que callar, un individuo que representa a la entidad más carca de este país y que está marcada por delitos e irregularidades. Son muchos los ejemplos, pero bastará hablar de quién fue el anterior presidente de la CEOE –Díaz Ferrán--, hoy en la cárcel, o del actual vicepresidente –Arturo Fernández--, quien ha sido denunciado por pagar parte de los sueldos de sus empresas en B, sin cotizar a la Seguridad Social y sin pagar a Hacienda. Un ejemplo maravilloso de cómo actuar.

A este individuo se le llena la boca de mencionar a España y se siente un patriota incomprendido por los sindicatos. Un patriota de hojalata, que dice que estamos como Alicia, en el país de las maravillas, está claro que se refiere a él y a los suyos, los grandes empresarios. Ellos sí que están aprovechando la crisis, cada vez con más beneficios, cada vez con más esclavitud en el mercado laboral.

Mientras los salarios han bajado, los beneficios siguen aumentando y no conforme con eso, quiere más. Su insaciabilidad no tiene límites y, o se le para o seguirá en su afán de convertir a este país en la China europea, donde no haya derechos para los trabajadores y los empresarios sean los reyes del mambo.

Ya sé que es inútil, pero por si un día le ocurre lo de Pablo y se cae del caballo y se convierte, le voy a sugerir como puede ser, de verdad, un patriota y mirar por su país:

    1. Cesar a Arturo Fernández, su vicepresidente, por pagar en B a sus empleados
    2. Que se rebajen el sueldo los consejeros de administración de las empresas hasta llegar a no ser más de 10 veces el salario mínimo
    3. Denunciar a las empresas de la CEOE que utilicen paraísos fiscales
    4. Conseguir que las empresas tributen el 35% de los beneficios, sin que haya vericuetos legales que les hagan pagar sólo el 3,5% como ocurre con las empresas del IBEX-35
    5. Perseguir y denunciar el fraude fiscal. Según los inspectores de Hacienda, el 80% del mismo lo cometen las grandes empresas y las grandes fortunas
    6. Solicitar que se legisle contra las SICAV, prohibiéndolas o subiendo su cotización, que hoy es del 1%
    7. Renunciar a las subvenciones del Estado

Seguro que hay más medidas que podrían demostrar que el Señor Rosell puede llegar a ser un buen patriota, pero si cumple las anteriores ya le podríamos nominar como empresario modelo. Mientras que siga defendiendo lo que defiende seguirá siendo un empresario esclavista, que se beneficia de un gobierno que legisla en su favor y en contra de los trabajadores. Y es que Rosell vive, gracias a este gobierno, en el país de las maravillas.

Salud y República

5 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Mirad como se aman.
Se abrazan y están de acuerdo.
Tal para cual.

METAL dijo...

Le deseo lo peor a este despojo antisocial.

Genín dijo...

Por mi que les den a los dos, y ya puestos, a todos los de su entorno :)
Salud

Antonio Rodriguez dijo...

Rosell pide y el P.P. santifica.
Salud, República y Socialismo

Txema dijo...


La cuestión es que hay muchos que están dispuestos a convertir en Ley lo que dice este personaje. De lo contrario no serían más que memeces.

Pero no solo en el PP prestan oídos...