Urdangarín a Catar como diplomático

Sí, no se extrañen señores. Porque si cualquiera de ustedes hubiera cometido la mitad de los delitos del tal Duque Empalmado, seguro que no sólo le hubieran quitado el pasaporte, sino que estaría en prisión preventiva. Pero claro, ‘todos somos iguales ante la ley’.

Si la esposa de cualquier delincuente hubiera tenido el 50% de una empresa –Aizòon— de la que se hubieran obtenidos grandes beneficios espurios y además fuera una de los cinco componentes de la Junta Rectora de un ente sin ánimo de lucro –Instituto Nòos—, de donde se obtenían copiosos negocios con gran lucro, seguro que la hubieran imputado al día siguiente. Naturalmente, ni el fiscal, ni el abogado del Estado –ambos colocados por el gobierno— no se hubieran dado por aludidos ni hubieran protestado ante tal imputación, pero claro, ustedes no son la Infanta Cristina. Y todos, ‘seguimos siendo iguales ante la ley’.

Desde luego lo que ya es más difícil de explicar, aunque en este país cuando de la Monarquía o de la Iglesia se trata, se explica lo más inverosímil, es que además el susodicho Urdangarín, presunto presuntísimo, parece que se va a ir con pasaporte diplomático al país del petróleo. O sea no sólo no le quitan el pasaporte sino que además le dan inmunidad diplomática. ¿Cuál será la próxima? ¿Nombrarle hijo predilecto? ¿Hacerle rey de la ínsula de Barataria? ¿Hasta cuando hemos de aguantar esta desfachatez de la Casa Real y del gobierno pepero?

Eso sí, todo esto recordando siempre, como dicen todos los voceras autorizados(incluidos nuestros queridos rey y príncipe) y compinchados, --repitan conmigo—: ‘Todos somos iguales ante de la ley’. ¡Y a vivir que son tres días!

Salud y República