El déficit es el dios y Montoro su profeta

Y Montoro se ríe. Y se ríe porque él es así. De nuevo intenta engañarnos, otra vez vuelve a las andadas pero él disfruta. Eso de que cuando da una noticia trucada, que es mala, se ría, cada vez hace que se parezca más a una hiena.

Este ministro que se dedica a acusar a colectivos como el de artistas o a los mismos diputados de irregularidades fiscales, cuando su casa la tiene sin barrer y sin limpiar. Porque el PP sigue embarrado, con un hedor a ciénaga asqueroso y sin embargo, él a lo suyo, a engañar al personal.

Cuando los datos de la UE, del FIM, del BCE o del mismo Banco de España siguen insistiendo en que este año y parte del que viene seguirá la recesión, él insiste en ver brotes verdes y en decir que a partir del tercer trimestre del año en curso, empezaremos a disfrutar del buen tiempo. Se enfrenta a todos y contra la realidad, sin el menor pudor.

Ahora resulta que ha dado los datos del déficit y se ríe, cuenta chascarrillos y se ríe. Le hace gracia decir que el déficit es del 6,74%, cuando ha sido del 9,9% (El 10,2% según Bruselas) si se cuenta el rescate bancario como la UE exige. El tope según Europa, después de tres correcciones al alza era del 6,3%, por lo tanto es de difícil explicación que el ministro se ría y que los demás peperos aplaudan cuando hizo la declaración. Y es que el fanatismo (más propio de una secta que de una formación política) es lo que impera entre estos hooligans.

El año pasado el déficit fue del 9,44%, incluido el dinero entregado a los bancos. Así es ese sacrificio ofrendado al dios Déficit no ha servido para nada. Estamos peor, vivimos peor, y la tendencia es a empeorar.

Y todos los recortes, ¿para qué?, qué hemos avanzado. Todos los parámetros económicos han empeorado y la calidad de vida de los españoles ha disminuido notablemente. El índice más importante, el que la gente sufre directamente, el del paro ha aumentado, aumenta y aumentará (según entes internacionales, por lo menos, hasta mediados de 2014)

La única explicación, porque estoy seguro de que este gobierno tramposo no da puntada sin hilo, es que no se pretende levantar la economía, sino empobrecernos –al igual que a Grecia, Portugal e Italia— para que este país sea el proveedor de mano de obra barata de la Europa rica, visto que las tasas de desarrollo de China y otros países asiáticos –los actuales proveedores de mano de obra barata—, debido a sus tasas de crecimiento, dejarán de serlo.

Pretenden hacer que esta sociedad sea más dual y que la diferencia entre ricos y pobres sea, cada vez, una brecha más profunda. Naturalmente ellos se mantendrán en la parte poderosa, a costa de que la mayoría descendamos a la clase baja. Ese es su objetivo. Y para ello, han tenido, tienen y tendrán –por mucho que lo nieguen— que volver a hacer nuevos ajustes hasta que el Estado del Bienestar desaparezca y las empresas privadas se hagan las reinas de la Educación, la Sanidad y los Servicios Sociales, su segundo objetivo.

Por cierto, ¿saben lo único que se ha arreglado con las drásticas medidas tomadas? La situación dudosa y de dificultad que tenían los bancos alemanes, holandeses y franceses, que han podido ser saldadas gracias al dinero del rescate que han recibido nuestros bancos y que han servido para pagarles. Por cierto, dinero que pagamos los ciudadanos. Eso era lo importante. Al fin y al cabo, que el dinero fluya y se puedan dar créditos a las empresas y particulares, para activar el consumo y crear empleo, no es importante, lo importante es pagar a los poderosos.

¡Viva el déficit!

Salud y República