Y es que no hay nada como presumir de moderado y luego demostrarlo.
Sobre todo si hablamos de un individuo –hoy ministro, antaño tertuliano—
que le encanta el exhibicionismo y que es de aquellos de los que les
entusiama que hablen de él aunque sea mal. Si no fuera así, no se
entendería que haya entrado pisando tantos charcos en plena sequía.
Porque el tal José Ignacio Wert está batiendo récords de exhibicionismo,
revanchismo, impudor, en definitiva del ultrismo más carca y
cavernícola que existe.
Ha pasado de ser un tertuliano tan amable como pedante, tan moderado
como recatado, a ser el ministro más controvertido en apenas dos meses
por su afán de protagonismo y por sus medidas y comentarios
ultraderechistas. Y es que ya sabemos que el poder a muchos les vuelve
megalómanos. Este es un caso.
De sus primeras medidas y comentarios ya he hablado en “Wert para creer”. Pero es como el rayo que no cesa. Me temo que seguiremos
hablando de este discípulo ultra, porque no parece que haya quien lo
calle. Seguirá dándonos argumentos para estar en el candelero,
constantemente. Da para un serial por capítulos.
Primero fue cambiar el plan de estudios, cargándose la asignatura EpC, mintiendo miserablemente para probar su adoctrinamiento. Después, cambió el temario de las oposiciones de profesores, lo que ha provocado pérdida de tiempo y de dinero para los opositores, sin más razón que porque lo cree mejor, sin que haya querido esperar unos meses hasta que se celebraran las mismas. Más tarde, llama xenófobos a los franceses por los teleñecos que acusaban de dopaje a los deportistas españoles, para luego decir que reconocía que había un problema de dopaje en el deporte español. Además, ha decidido cambiar el sistema de asignación de becas, primando el rendimiento (las notas) de los alumnos sobre su renta (poder adquisitivo).
Pero claro, no ha parado y en la última semana ha vuelto a las andadas. Ahora resulta que dice que no puso en cuestión el comportamiento de los deportistas españoles, y que quería decir que había un problema con el dopaje y no de dopaje (matiz que introduce, y que demuestra su pedantería y su negación a disculparse).
También está en su punto de mira el movimiento 15-M, y todo lo que se mueve en contra del PP. Un revanchismo peligroso que le suelta la lengua hasta decir verdaderas tonterías. De hecho en un libro publicado por FAES, ya saben la fundación del “gran Aznar” el ínclito dice que el 15-M "tiene una mezcla de socialismo utópico, radicalismo político" y un "puntito soviético", y encierra "una condición profundamente reaccionaria en buena parte de lo que proponen". A pesar del "envoltorio hábilmente construido", el movimiento "asoma la patita estatista" y gotas de ignorancia. Vamos una joya.
Además se ha empeñado en no esperar al dictamen del Tribunal Supremo que ha admitido a trámite la denuncia contra la ley Sinde, que empezará a regir el uno de marzo. Según el ministro, el recurso presentado por los internautas es “un simple trámite procesal, sin la mayor importancia”.
Y por último –hasta este momento, que habrá más—, es de notar su paranoia con la oposición, a la que le otorga un poder mayor del que tiene en su afán de echarle la culpa de todo. Así, ayer mismo, ha declarado que los sucesos de Valencia son violentos y que detrás de ellos está la oposición, sin naturalmente decir nada sobre las cargas policiales, salvo dar a entender que eran apropiadas.
En fin, ya ven ustedes por dónde va este personajillo. Un ministro salido de la nada, sin casi ninguna experiencia política y que actuaba en la SER como tertuliano que, en su afán de conseguir notoriedad y méritos en su partido, se ha convertido en el personaje más ultra del gobierno, y eso que venía como un fichaje moderado.
¡Quién te ha visto y quién te Wert!
Salud y República
P.D. Acabo de ver al maestro Gabilondo y veo que coincidimos, aunque él, como es natural, lo expresa mejor. Aquí le tienen.
10 comentarios:
Gabilondo es un hombre al que echo de menos cada día.
Tanto como echo de más a un ministro que dice tamañas sandeces...y es mi jefe jejeje.
Yo creo que el tal Wert está puesto ahí para despistar y distraer al ciudadano de cosas que ellos consideran más importantes.
Sólo un país como el nuestro puede permitirse nombrar como ministro de Educación y Cultura a un demagógo.
Bicos
Este tío del "puntito soviético" es de lo más cafre que te puedes echar en cara.
Mira que seguía las tertulias en Canal+ dónde aparecia y no mostraba esa facistez.Pero,claro,ahora anda en otros menesteres y debe ser fiel al del bigote.
Es un auténtico canalla con piel de cordero.
Voy a ver a Gabilondo.
¡Salud y República!
si de personajes públicos influyentes y exhibicionistas va la cosa, creo que por aquí tenemos también con qué lucirnos!
http://www.perfil.com/contenidos/2012/01/10/noticia_0028.html
Un abrazo.
no logro dejar bien el link
http://www.perfil.com/contenidos/
2012/01/10/noticia_0028.html
¿Porqué me estará dando la impresión día a dia, y no lo digo en broma, que España se va obscureciendo tomando mas el color de la España de Franco que ni ocurría en la época de Aznar?
Salud
Bueno a mi este personaje nunca me va a sorprender.
Siempre lo vi como un tertuliano de la derecha más rancia de este país, eso si, tratando siempre de disimularlo.
Un saludo Rafa.
El Canuit
Como comentábamos ayer las salidas de pata de banco del tertulianoconpretensionesdeministro Wert son de antología.
Qué bien hice cuando hice lo que hice.
Estupendo el debate de ayer, verdad?
Besos
María Jesús, sí, yo también echo de menos y de más lo mismo. Bicos
Dilaida, yo creo que es tonto y que está haciendo ese trabajo pero que va a ser de los primeros que cese, si sigue así. Además de la que montan, éste se mete en todos los charcos sin pensarlo. Como si siguiera siendo un tertuliano. Bicos
Felipe, era más comedido de tertuliano, éste se cree que ser ministro le permite hacer y decir lo que quiere. Megalomanía pura, por no decir, idiotez supina.
Mónica, seguro que de estos individuos hay por tus lares también. Por cierto, no puedo ver el enlace. Un beso.
Genín, sí, cada día estamos más cerca del NODO.
Canuit, sí era de derechas, pero ahora lo parece mucho más.
Así es Carmen, menudo elemento. Y ayer bien, muy bien el acto. Un beso.
Salud y República
Publicar un comentario