La rebelión de la lideresa

Hoy era martes y se esperaba el milagro. Un milagro forzado, preparado, pero un milagro. Un milagro pactado, deseado y  necesario. Y, sin embargo, no escampa. La lluvia de Aguirre sigue cayendo sobre Génova. Y yo me pregunto, ¿se puede consentir que una subordinada desobedezca al jefe y no vaya a la reunión más importante de los últimos tiempos, habiendo sido citada y siendo necesaria su presencia? Esto ha sido un desplante en toda regla y una desconsideración que si Rajoy tuviera agallas haría pagar.

Me parece que estos jerifaltes del PP nacional no conocen a Espe-rancia. Sale Cospedal y dice con euforia que Mariano ha dicho: No habrá próxima vez. Y resulta que esta reunión ha sido la próxima vez, que lo que ha habido es un fallido rodaje donde faltaba la actriz principal, y el director se ha encontrado con una ausencia que no ha podido suplir y teniendo que rodar la película a medias, sin poder concluir la faena.

Ahí seguimos, con el culebrón en marcha, en Valencia con la familia Costa y los zaplanistas encabritados, en Madrid con la lideresa rebelde y con un Cobo y un Gallardón que sienten el aliento de la condesa en el cogote, pero que cada vez se encuentran más cerca de Rajoy.

Había muchos que esperaban que Cobo se retractase, y no, no sólo no se ha retractado sino que ha incidido en sus acusaciones. Hoy, apoyado abiertamente por Gallardón, ha vuelto a hablar de aquellas escuchas, y de que varios alcaldes del PP se quejaban de que les habían forzado para firmar ese manifiesto a favor de Aguirre y en contra de Cobo –valiente papanatas y flojos--, que tanto ha cabreado a la dirección nacional.

En fin, dos frentes que siguen abiertos, a pesar de que parecía que se iban a cerrar hoy. Vienen tiempos más difíciles para el PP y me parece que no quieren enterarse. Y mira que la lideresa les avisa. Hoy nada más enterarse de cómo se ha desarrollado la reunión, desde un centro deportivo en Leganés, ha manifestado que la ponen a la misma altura que al agresor (Cobo). Claro ella hubiera querido que le hubieran expulsado y de momento ahí sigue. Es un peligro mortal esta presidenta chulesca que se permite no ir a una reunión y, con toda la jeta, la critica desde fuera.

Si yo fuera Ra-job, perdón quería decir Rajoy, me habría cabreado enormemente este pulso que insiste en echar esta lideresa, que ha preparado una rebelión desde Madrid contra su líder nacional, y prepararía una acción inteligente (¿será  compatible inteligencia y Rajoy?). Pero parece que aquí hasta el aire se mueve a cámara lenta y que esto va a durar. El fuego de Valencia parece apagado, pero ahí siguen los rescoldos. En Madrid sigue el combate, veremos después de la decisión del comité de disciplina sobre el caso Cobo qué ocurre. Y sí, seguro, sí que habrá otra próxima vez. Para disfrute de espectadores la tragicomedia aguirresca no ha terminado, ni mucho menos. Y mañana más.

Salud y República