En busca del personaje (19). La cultura como terapia

Llegamos, quince días más tarde, a otra sesión de terapia cultural. La última vez, los personajes elegidos fueron: Mitterrand, Truffaut, Brassens, Platini y Renoir. Como ven se trataba de una terapia afrancesada. Acertaron, Freia, Jose y Paco Piniella, entre ellos se repartieron el pastel.

He de hacer, mal que me pese por mi conocida “enemistad” con el individuo, una mención de honor a Messié Adanero que fue quien tomó las riendas y coordinó la terapia, añadiendo al texto original otro donde ponía siete personajes: Los siete enanitos.

En fin, que eso ya es pasado, ahora volvamos al presente, y aquí está el texto de esta semana:

Se despertó y sonaba Serrat, el cantautor. Eran las once de la mañana del 26 de Marzo, estaba en Los Ángeles, en el hospital para tuberculosos Antonio León Flores, había dormido ocho horas, pero se sentía cansado, un sueño le había mantenido en tensión toda la noche, había estado leyendo hasta las tres una biografía de Napoleón, donde ponían a Fernando VII como un liberal de medio pelo, peor de lo que había sido.  El autor José Raúl Sucre era un argentino de origen español. Al despertar sintió que no podía emprender la marcha, le fallaba la memoria sólo recordaba la pesadilla. Se tomó una tregua y desayunó. Pero la pesadilla no pasaba:

“Estaba en un país iberoamericano incierto, quizá Cuba, México o Colombia. No, era como una mezcla, como si de verdad existiera una única república iberoamericana. Se encontraba en sitios distintos de Perú, Bolivia o Venezuela. Un paisaje urbano donde como diapositivas le iban pasando iconos culturales con murales de Xiqueiros, una estatua de José de San Martín, autorretratos de Frida o la catedral de la Virgen de Guadalupe. Él, Simón Mario Orozco, veía ocurrir episodios en cada uno de los sitios, mientras jugaba una partida al ajedrez con el ruso Alekhin, campeón del mundo, en un cuarto presidido por retratos de Trosky y de Lenin. Hagamos un trato, le propongo tablas, le había dicho el ruso, pero no, él quería ganarle y en ese momento sonó como un himno el “Sólo le pido a Dios”, cantado por Mercedes Sosa…”

Y este ha sido el texto. Recuerden que no es sino una excusa para dar las pistas de los cinco personajes de esta semana, al igual que las dos fotos que aparecen.

Lo dicho, es hora de empezar a jugar. Ahí les dejo. Adelante.

Salud y República