Aunque parezca que estamos en crisis, no es cierto. Lo que estamos sufriendo es un amago. Para crisis la que se avecina. O al menos eso dicen.
Hace unos días el BBVA dijo que la economía española tendría la mayor caída desde la guerra civil, el 2,8%. Hoy veo que la FUNCAS (Fundación de las Cajas de Ahorros) dice que la caída será del 3%. Con 4,5 millones de parados en 2010. Naturalmente el gobierno, como siempre por detrás en las previsiones cuando son malas, sigue dando un 1,6 de caída y a penas accede a reconocer que podemos llegar cerca de los cuatro millones de parados.
Y lo peor es que las soluciones que dan todos los grandes magnates, la CEOE, los bancos, las fundaciones, la agencia de calificación Moody’s, van todas por el mismo camino. Disminuir las cuotas de la seguridad social a los empresarios y aumentar las de los trabajadores. Congelaciones salariales y disminución del coste de los despidos. Y prepararse para soltar más pasta a los bancos y cajas, pobrecillos, pues se prevé que algunos de ellos pudieran necesitar más ayuda. FUNCAS también apuesta por incrementar el IVA, reducir el Impuesto sobre Sociedades e incrementar el tipo medio del IRPF y bajar los marginales.
Vamos que los que nos han metido en la crisis quieren salvar sus suculentos beneficios con nuestro sacrificio, ordeñándonos más, aunque tengamos las ubres más secas que cara tienen estos provocadores. Porque no olvidemos que nos están dando las recetas aquellos que nos han contagiado el virus, siendo ellos los únicos que tienen acceso a la vacuna. Hay que tener cara dura.
Y mientras tanto, hoy se cumple un año de la segunda legislatura de Zapatero. La de la crisis que no existía, la del cansancio del ministro de economía, la de “de ésta vamos a salir reforzados”, la del aval de los 50.000 millones a los bancos sin pedir nada a cambio (eso sí, luego les decimos que sean buenos y den créditos, ¡porelamordedios!), la del paro no llegará a los cuatro millones (primero no iba a llegar a tres y medio, hoy ya, hasta Corbacho que es un futurólogo que no nos merecemos, habla de los cuatro millones), la de otra ministra de la vivienda que dicen que existe, la de las previsiones mentirosas. Por cierto, además de avalar bancos y no verse para qué sirve. ¿Qué ha hecho este gobierno efectivo para atacar la crisis? ¿Qué espera para hacerse con un banco público en vez de regalar dinero a los privados para asegurar que se otorgan créditos?
¡Vaya añito, Zapatero! O rectifica o lo de Galicia será el principio del fin. Y si no, al tiempo.
Salud y República
10 comentarios:
La verdad es que este país se va rápido a hacer puñetas, los bancos siguen sin dar créditos y la bola se va haciendo más y más grande cada día, pobrecitos los banqueros, que pena me dan los sinvergüenzas, y al gobierno Zapatero, un cero Patatero!.Besos creditícios.
"Porque no olvidemos que nos están dando las recetas aquellos que nos han contagiado el virus, siendo ellos los únicos que tienen acceso a la vacuna. Hay que tener cara dura"
Sencillamente genial, y cierto, amigo.
Salud y República
En mi opinión, la cosa es bastante mas complicada. Los especuladores, magnates y amasafortunas del mundo tienen casi toda la culpa, pero los ciudadanos de a pié hemos picado comprando cosas inútiles y creyendonos que esto era jauja. Para ello hemos aceptado los préstamos que nos metían hasta en la sopa y nos hemos endeudado hasta el cuello de la camisa.
Ahora hay que devolver los préstamos recibidos y resulta que ellos (los banqueros) y nosotros ( los pardillos)tenemos un serio problema: ellos y nosotros estamos hundidos en la miseria. Aunque ahora os parezca increíble, veremos hundirse a muchos banqueros y mas de uno acabará en la cárcel. ! Al tiempo¡
Un brillante análisis de la situación, desde luego. Lo peor de este gobierno no es que no me gusten sus medidas, que no me gustan, sino que está clínicamente muerto y sin ideas.
Hay una crisis global, y otra que afecta a España, por sus particularidades. Pero no tiene recetas ni para una ni para otra.
Un saludo.
Los beneficios empresariales ya han tocado techo. Es decir, el beneficio que podemos dejar un trabajador a un empresario ya no da más de si.
Entonces se inventan el comprar mierda y pagarla con dinero, los beneficios los mandan a paraisos fiscales y cuando viene la quiebra, los reflotamos con nuestros impuestos, es decir nuestros ahorros. Ahora ya estamos todos acojonaos y pactamos lo que sea con tal de mantener el puesto de trabajo. Vuelve a aumentar el beneficio empresarial.
Y si cuando lleguemos a los cinco millones de parados, porque yo no soy futurólogo, pero vamos a llegar, a estos se les ocurre salir a la calle a pedir justicia social, ya pondran los medios para que no se mueva ni dios. Y si no ya estaremos los que tenemos trabajo y cobramos todos los meses, increpándoles porque cortar el tráfico y poner barricadas es antidemocrático.
Yo si el pueblo se subleva, y prende fuego al parlamento y al senado estaré con el pueblo.
El Canuit, que eso no lo condenará nunca
Como dice el refran aquellos polvos gtraen estos lodos, dejar al mercado al su libre albedrio, dejar que el ladrillo fuera el motor de la economia española y negarse a reconocer una crisis que ya nadie negaba.
Salud, República y Socialismo
He ahí la realidad de los datos, yo prefiero quedarme con la del día a día. En tiempos de bonanza esperanzadora, en tiempos de sequía trágica.
Genial su artículo D. Rafael.
Ojalá la cosa acabase como augura tocapelotas, pero yo creo que no, desgraciadamente.
Por otro lado yo veo un negro futuro. Hoy he llegado a esa conclusión viendo el aniversario de la guerra del fletán por la TV. La UE ha acabado con la poca industria que había en este país. Si, nos pudrió a subvenciones, pero el pan del futuro nos lo socarró beneficiando, principalmente a países de fuera de la propia UE.
Todo el tejido industrial español se fue al carajo y se cambió por el ladrillo y sus satélites.
Muerto el ladrillo, el turismo y los servicios no tienen caballaje para tirar del carro. Así que el futuro es negro a largo plazo. Sólo un tejido industrial solido puede sacarnos de este abismo. No las medidas interesadas de los que usted bien ha llamado contagiadores del virus, ni los palos a la piñata de Zapatero.
Salud y República.
Yo es que prefiero casi no hablar de la crisis, que ya llevamos dos meses pagando de nuestros bolsillos a los que tenemos contratados, gracias a la inestimable capacidad de prometer y no cumplir de nuestro principal cliente, a quien no voy a nombrar.
Cuando tengamos que cerrar porque nos coman las deudas, ya me destaparé con lo de la crisis.
Un saludo.
Como siempre el pobre a joderse y a apretarse aun más el cinturon y mientras los ricos a llenarse más los bolsillos, la crisis siempre beneficia y perjudica a los mismos. Un beso
Publicar un comentario