Una
semana después de escribir sobre la presidenta, la Sra. Ayuso sigue
dando espectáculo, con una o más sesiones diarias. No ha pasado día
sin que sea noticia. Sus declaraciones y actuaciones, hoy, conocidas
con el nombre de ayusadas, han sido constantes.
Desde
la crisis que provocó en su gobierno la petición del pase de la
desescalada desde la fase 0 a la fase 1, hasta el posible caso de
corrupción con dos suits en un aparthotel cedidas por un empresario
amigo, a precio de saldo, la vida política de la señora presidenta
es un continuo show.
Y
es que no la entiende nadie. Un martes dijo que Madrid no estaba en
condiciones para pasar de la fase 0 a la 1 y dos días más tarde
pide al gobierno central ese ascenso, lo que provocó la dimisión de
su colaboradora, la directora de Salud Pública, por no estar de
acuerdo. Hasta su gente de confianza la abandona, ¡qué pena más
grande!
Eso
sí, como ha hecho hasta ahora, ha tenido tiempo para cuestiones
fundamentales, cuestiones de gobierno obligadas. Por ejemplo, esas
maravillosas fotos que le han publicado en El Mundo. Con sus bracitos
cruzados, como virgencita sufridora y sacrificada por sus ciudadanos.
Aunque parece que las críticas recibidas le han hecho rectificar y
la pobre dice que la pilló en un momento bajo y de cansancio, y que
se las hicieron sin tener ganas. ¡Qué sacrificio! ¡Todo por la
patria!
Y
qué decir de su cultura, de sus conocimientos de medicina y de
idiomas. Ya saben ustedes, y no se les ocurra decir que no, porque lo
dice la gran presidenta. Covid19, ha explicado Ayuso significa: Co
es de Corona, Vi es de virus, D
de diciembre (que es cuando surgió el virus) y 19
de 2019. Una interpretación muy suya, propia de gente culta e
informada. Como todo el mundo que se ha informado sabe –ella crea
la información, vamos lo que se conoce como la posverdad--, la D
viene de cómo se dice enfermedad en ingles: Disease,
aunque podría ser también una D
de Desvarío o de Demencia.
Otra
cuestión que nadie entiende –ella no tiene lo culpa: está por
encima de todos-- es esa decisión de repartir mascarillas FFP2 a
todos los ciudadanos de Madrid, algo normal si todos los trabajadores
de la sanidad publica tuvieran ese material a disposición, hoy
todavía dicen que escasea, pero que no se preocupe nadie, seguro que
son unos quejicas y no saben utilizar las mascarillas varias veces,
como si hubiera que hacer caso a los técnicos que dicen que no son
reutilizables.
Y
está el tema de sus apartamentos. Cuando dio positivo en el Covid19,
tuvo que confinarse en un apartamento modesto (una suit en hotel muy
céntrico, con vistas al Palacio Real, con 88 m² y 100 de terraza) y
la razón fue que no quería contagiar a sus vecinos. Y es que es muy
cariñosa. No puede evitar dar abrazos a sus vecinos, cunado los ve,
por lo que tuvo que pedir, a un empresario amigo un aparthotel a
precio de saldo, que luego han resultado ser dos: una suit para
trabajar y otra para dormir, no vaya a ser que la pobre no tenga
espacio. Y como tiene que ser y hacen la mayoría de madrileños,
duerme en el de abajo y trabaja en el de arriba.
Sarasola,
el empresario amigo –que casualmente se encuentra bajo
investigación judicial al que se le piden cuatro años por presunto
delito fiscal--, según la web de la C.A.M., recibió una
adjudicación de 560.00 euro (eso sí, cuando ha salido a la luz, han
informado que se trata de un error y lo han borrado de la web, otra
mala suerte de la pobre presidenta). Es algo paranormal. Ha
desaparecido la empresa del empresario como adjudicatario y se ha
cambiado por otra distinta. Y ahora se sabe que el contrato parece
que se ha hecho ayer mismo a las 23.59 y no cuando la presidenta dio
positivo en el Covid19, como ella dijo. O sea cuando la prensa ha
desvelado el posible delito de corrupción. En fin, blanco y en
botella (según Ayuso: vino). Por cierto, por dos apartamentos de ese
calibre tendrá que pagar (todavía no ha soltado un euro) 2.500
euros al mes. Qué menos, que para eso es la presi de Madrid y tiene
amigos de verdad.
Por
cierto, no debemos olvidar que en los hospitales con techos altos el
virus apenas ataca. Le da por irse para arriba, se sube por las
paredes buscando el techo. Se trata de un virus de altura.
Recordemos
también que la fiscalía ha abierto 140 investigaciones en
residencias de mayores, de las que 69 son de Madrid. Seguro que le
tienen manía. La persiguen por envidia.
Y
todo esto y más es lo que el capo Casado dice que es un ejemplo.
Para él Ayuso es un icono. Y una mártir, a la que la izquierda
ataca sin consideración ni razones, porque es un peligro por su
buena gobernanza. Según él, el país se debería gobernar como hace
Ayuso con la C.A.M. Casado orgulloso, cada día más cerca de
Abascal, y ella crecida y tan pancha, con sus aires pijos de
grandeza, y todo ello mientras que en Madrid ya van casi 9000 muertos
por el virus. Aunque claro, ella nada tiene que ver...
Salud
y República
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