Este hombre bailongo, como ha demostrado, lleva la música en la sangre.
Claro que parece no tener preferencias por los distintos géneros, y le da igual
un pasodoble que una sardana. Y, sin embargo, últimamente, lo que se le da de
miedo es la yenka.
Sí,
seguramente los jóvenes que lean esta entrada no conocerán este baile
característico de los años 60. Un baile que tuvo su exitazo en aquellos tiempos
y que no había guateque donde no se bailara. Y era facilón. Al ritmo de la
música bastaba seguir con pasos acertados lo que decía el estribillo:
Izquierda, izquierda, derecha, derecha. Adelante, detrás, un, dos, tres.
Pues sí
señores, Iceta podría ser nombrado yenkero mayor del reino. Lo que él hace y
dice no es sino una versión vintage que le ha permitido moverse, sin rubor, por
una ideología ancha y, a menudo, ajena. Bastaba que un día dijera izquierda y
al siguiente se corregía y decía derecha. Si un día daba un paso adelante, el
otro iba al paso de los
cangrejos.
Y ahí van
las pruebas. Todos recordamos como, al unísono con su jefe Sánchez, decía NO, con
mayúsculas –así lo dijo--, al 155 en julio, para pasar a un SÍ en dos meses. Y
tan campante. Sin los socialistas, el PP no se hubiera atrevido a imponer el
155 y seguramente no habría habido otra solución que sentarse a dialogar. Pero
Iceta bailó la yenka y…
A pesar de
decir que es de izquierdas, ha aglutinado a herederos de la antigua Unió, como
Espadaler, en su lista electoral, con el aval de Durán i Lleida, aquel político
claramente de derechas que vivió a la sombra de Pujol durante unos cuantos
años.
Después ya
en plena campaña, la yenka le ha absorbido el seso, de tal forma que ha sido un
campeón en contradecirse. ¿Cómo es posible que se pueda entender la negación de
pactar con independentistas y a la vez hablar de que la solución es un gobierno
transversal?, o cuando dice que él propondrá el indulto para Junqueras y
compañía y, sin embargo, cuando confirmaron su prisión, habló de cumplir la ley,
a su pesar.
Es difícil
nadar y guardar la ropa. Desde luego, ya me explicará el Sr. Iceta cómo es
posible una transversalidad sin incluir a partidos independentistas. Ya verán
como después del 21, se desdecirá y dirá aquello de: …lo que yo quería decir…,
y si los números lo permiten tratará de pactar con ERC, además de CeC y buscar
abstenciones. ¡Al tiempo!
Sí y no.
Arriba o abajo. Izquierda o derecha. Negro o blanco, lo importante es que el
gato cace ratones (gane elecciones)
La verdad
es que le está dando resultados según las encuestas. Claro que también los
resultados electorales han favorecido a Rajoy y ya tiene guasa la cosa. Sin
embargo, hay que preguntarse si todo vale en política, si mentir es algo
natural. O, simplemente, la ética está por encima de los resultados, aunque
aplicarla signifique no ganar.
Salud y
República
2 comentarios:
A mi me da la impresión de que políticamente todo va a quedar como antes del intento de golpe, solo que mas jodidos todos...
Salud
Socialistas mejor socialistas y de izquierdas lo único que tienen es la mano del lado izquierdo
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