13 junio 2015

¡Vaya hostión municipal de la derecha!

Decía la alcaldesa destituida Barberá, abrazándose al imputado delegado del gobierno de Valencia, al conocer los resultados de las municipales: ‘'¡Qué hostia! ¡Qué hostia! Y la verdad, se ha quedado corta, porque en Valencia se han dado una hostia, pero en el conjunto del Estado sólo se puede hablar de “hostión”.

Han sido tantos y tan importantes los cambios municipales–a los que seguirán las comunidades autónomas—, que la ciudad más importante, donde todavía conservan el poder es Málaga. Habiendo perdido Madrid, Valencia, Sevilla…

Fijemos algunos detalles importantes. Todos sabemos que tanto Cataluña como Euskadi es tierra alérgica a los peperos. Pues la cosa ha empeorado, se han quedado sin lo poco que tenían. Así, el feudo bastión que tenían en el País Vasco que era Vitoria, lo han perdido. Y en Cataluña, Badalona –la tercera ciudad catalana--, donde tenían como alcalde al xenófobo Albiol, también han perdido la alcaldía. Hoy, hay que buscar en ciudades de menos de veinte mil habitantes alguna gobernada por el PP, en estas dos comunidades históricas.

En la otra Comunidad Autónoma, Galicia, que siempre ha sido un gran depósito de votos peperos, también han tenido pérdidas históricas: La Coruña, Santiago y El Ferrol. ¡Casi nada! La historia les ha dado la vuelta.

A lo anterior debemos sumar los adioses a ciudades importantes, donde los peperos gobernaba desde tiempos inmemoriales: Adiós Madrid. Adiós Valencia. Adiós Sevilla. Adiós Valladolid. Adiós Cádiz. Adiós tantas otras ciudades. Adiós para siempre adiós.

No me extraña que hablen con rabia de extremismos, bolivarismos, izquierdismos sin sentido, de pactos contra natura. Están que echan el bofe, no hay más que verles la cara. Una cara que es un poema, una cara que refleja el de las personas que no comprenden qué ha ocurrido y que no saben perder. Llena de soberbia y de ira contra los ciudadanos, unos desalmados que quién sabe por qué, no les han votado.

Ya verán lo que les importa el pueblo, ese del que hablan cuando les interesan. Los fracasados no durarán apenas. Algunos ya se han ido, otros se irán en poco tiempo, pero ninguno se quedará donde les han colocado los votantes. El de Valladolid, León de la Riva, y la de Valencia, Rita Barberá, se han ido, no han querido entregar el bastón de mando a los nuevos alcaldes, su soberbia y su desvergüenza no les permite actuar decentemente ni en el poder, ni en la oposición.

Espe Aguirre, Teófila Martínez, Juan Ignacio Zoido y otros más abandonarán el ayuntamiento pronto, al igual que han hecho Barberá y León de la Riva se irán. Ellos están hechos para ganar, no se van a quedar en la oposición. ¡Faltaría más!

Ada-Colau-y-Manuela-Carmena

Por cierto, a Manuela Carmena –una alcaldesa que apasiona—, esta tarde se unirá Ada Colau –que arrebata la corona a CiU—, dos alcaldesas que cambiarán las dos ciudades más importantes del país. Madrid y Barcelona serán distintas, mejores, cercanas, participativas, amigables y transparentes. Se ha acabado el gobierno desde el estrado. La calle vuelve a ser nuestra.

Izquierda Unida, sin obtener buenos resultados, ha conseguido ganar una capital de provincia: Zamora (64.000 habitantes), y mantiene el feudo de la Aldea Gala: Rivas.Vaciamadrid (82.000 habitantes).

Esta es la primera batalla, la segunda está a punto de cerrarse, con grandes cambios también, son las elecciones de las Comunidades Autónomas. Y queda la gran batalla, la que se dará en las elecciones generales, la más importante. Y ahí la izquierda ha de estar unida, juntos para poder disputar el poder más importante, el que puede hacer cambiar este país definitivamente. No paremos. Desde mañana, hemos de estar en campaña. No nos merecemos que el Partido Popular vuelva a ganar. Queremos un país distinto, el país que nos merecemos, el que ha de crecer del campo yermo que nos están dejando. El cambio ha empezado. ¡Y, unidos, lo conseguiremos!

Salud y República

3 comentarios:

Tracy dijo...

Hoy empieza a escribirse nuestra historia de otra forma.

Tracy dijo...

Hoy empieza a escribirse nuestra historia de otra forma.

Genín dijo...

A mi todavia me sabe a poco, para lo que se merecen...
Salud