Recordamos la lamentable guerra de Irak con su trío de las Azores al frente y se nos ponen los pelos de punta. Total, unos 800.000 muertos y cientos de miles de heridos es el resultado de una guerra y una posguerra injusta, criminal y vergonzosa que George Bush impuso y que sus amigos europeos: Blair y Aznar, siguieron con ilusión y desvergüenza. Y todo basado en una mentira: las armas de destrucción masiva, que nunca existieron, y que se cobraron daños colaterales humanos en cantidades lamentables.
USA desde Vietnam no gana claramente una guerra. Eso sí, destruye cual caballo de Atila todo lo que toca. Lo último Irak, Libia y Afganistán. En todos los sitios, después de desplegar su poderío, tienen que bajar la cabeza y marcharse, dejando el país invadido mucho peor que antes de empezar la contienda. Pero no importa, porque el objetivo está cumplido.
El caso es probar y gastar armas, que para eso es un negocio redondo. Las armas sin guerra no tienen sentido y eso lo sabe muy bien el poderosísimo lobby armamentístico. Y ahí está, el premio Nobel de la Paz, con una determinación que nos gustaría que hubiera tenido para terminar con Guantánamo, o para parar los pies a sus amigos israelíes --que están cometiendo crímenes contra la humanidad en Palestina--, atacando de nuevo a Irak, con la excusa de ayudar a minorías, cuando la verdad es que tratan de defender a los suyos que se quedaron allí de guardianes del Imperio y además probar y utilizar armas para alimentar ese mercado.
Obama a pesar de ser demócrata y no republicano y de haber sido investido con el Nobel de la Paz –hay que tener cara dura para haberlo aceptado—, no es distinto a su amigo Bush. Ahí le tienen de nuevo jugando a las guerritas. Y ya verán como deja ese país. Lleno de cadáveres, destrozado y sin acabar la guerra.
Recordemos el último caso, el de Afganistán, donde los talibanes y señores de la guerra siguen campando por sus lares y asesinando sin temor casi todos los días. Las condiciones de vida, tanto de Irak, como de Afganistán, como de la misma Libia, después de la intervención americana, han empeorado y las noticias sobre atentados y crímenes en esos países son diarias.
¡Ya está bien! EE.UU. ha de enterarse de que somos muchos los que no queremos que sea el gendarme del mundo. Que no queremos ninguna guerra. Que ya está bien de mentir, de tratar de hacernos creer que luchan por la democracia, cuando lo hacen por sus propios intereses, caiga quien caiga.
Y qué decir de las potencias europeas. Alemania, Francia, el Reino Unido y, también, España –cómo no iba Rajoy a apoyar a su amigo americano—, que ya han respaldado la política americana, demostrando nuevamente ese servilismo que les hace someterse a la primera potencia armamentística.
Está claro que da igual quién sea el presidente del Imperio, todos buscan lo mismo: dominar el mundo, continuar con esa política de superioridad que parece darles derecho a hacer lo que les venga en gana. Eso sí, diciendo que juegan a la paz cuando se trata de parar la política nuclear de países que no se someten a su mandato.
Así está este mundo. Un mundo pensado en el domino de las grandes potencias, y al que los demás países deben conformarse con obedecer y comer las migajas que sobren de las mesas de esos miserables. Y todo eso avalado con el Nobel de la Paz y miles de muertos. ¡Hay que tener poca vergüenza!
Salud y República
3 comentarios:
Es como dices, pero ya sabes, el que manda, manda. También tienen socios expertos en destrucción, como Israel que fíjate lo que está haciendo con total impunidad en Gaza con la protección del Premio Nobel de la Paz, el señor Obama...
Salud
El señor Rafa no sé si apoya las dictaduras de sadam y gadafi....y luego habla de derechos y libertades. ¿No es doble moral? Y después clama contra Israel y en cambio justifica a su manera lo que hace el ISIS.
No entiendo nada.
Beatriz, no apoyo ninguna dictadura, por lo que creo poder hablar de derechos y libertades. Y desde luego no apoyo lo que hace el ISIS, como no apoyaba a Sadam o a los talibanes. Lo que opino, y me parece que es un hecho, es que en vez de ayudar, en vez de mejorar las condiciones de los ciudadanos del país invadido, los EE.UU. las han empeorado. Ahí queda Irak, Afganistán, etc.
Las invasiones de USA responden a sus propios intereses, alejados de los pueblos que invaden.
A ver si ahora lo entiendes. Quizá no haya sido claro, antes. Puede ser que no estés de acuerdo, pero dime dónde está la doble moral.
Salud y República
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