10 agosto 2014

Deportes antagónicos: el fútbol y el tenis

Soy un habitual espectador de deportes, en general. Me gustan los espectáculos deportivos. Desde el atletismo al baloncesto, pasando por el tenis, las motos o el fútbol (de éste último menos). Salvo algunos que no soporto, por ejemplo la vela y la hípica, y no me pregunten por qué, simplemente no me gustan.

Pues bien, no deja de extrañarme que dos deportes con gran éxito puedan ser tan distintos. Me refiero al tenis y al fútbol. Ya sé que uno es individual y otro colectivo, pero no es a eso a lo que me refiero.Nadal culo

No deja de extrañarme que en el tenis, al final de cada punto haya alguien que proporciona una toalla al tenista, o que ningún espectador pueda moverse o hablar mientras que se juega. Hasta el extremo de que nadie entra ni sale de un estadio cuando se está jugando y hay que esperar a que termine el punto. Creo que sin ánimo de extender calificativos es un deporte pijo de primera: toallas, bebidas, alimentos, descansos después de cada punto y sobre todo la ley del silencio que ha de imperar, por parte de los espectadores, durante el juego.

Así un espectador de tenis debe aguantar al juez de línea o de silla, gritando si la bola ha entrado o no, y sin embargo no puede animar a su tenista mientras está jugando. Cuanto menos es curioso. Y es que parece que los tenistas necesitan de una concentración que no precisan otros deportistas. ¿Por qué un tenista necesita el silencio que un corredor de cien metros o un ciclista no precisa? ¿Alguien puede imaginar un partido de fútbol donde los espectadores estuvieran en silencio y después de cada jugada los jugadores se secaran el sudor y bebieran líquidos? El tenis es el deporte del silencio, de la pulcritud, de la comodidad, de los señoritos.

Por otro lado, está el fútbol. Un deporte, cada vez menos deporte y más espectáculo, que tiene sus peculiaridades. En un partido de fútbol no hay toallas esperando, ni bebidas salvo en las interrupciones. Los jugadores aguantan estoicamente la sed y el sudor, además de los aplausos y abucheos o insultos de los respectivos hinchas. Y está claro que no va en detrimento de la calidad del espectáculo.

Messi escupe

Dicho esto, parece que es un deporte menos pijo, pero sin embargo también tiene su lado oscuro. Y es que ocurre lo que no sucede en otros deportes: los jugadores escupen casi lo mismo que respiran sin cortarse un ápice. Hay que ver a las grandes estrellas, Messi, Cristiano y todos los demás echar unos lapos de padre y muy señor mío. Y nadie se queja. No quiero pensar que haya todavía entrenadores que dicen que no se riegan los campos suficientemente y sin embargo durante hora y media, veintidós jugadores se pasan escupiendo cada dos por tres. Ni qué decir tiene que con las caídas que se producen durante un partido, el riesgo de caer sobre terreno abonado por otro jugador es muy grande.

Pero en fin, se ve que lo que se va por lo que se viene, que si tu lo haces yo también y aquí todos guarros pero contentos. ¿Alguien se imagina si hicieran lo mismo en un partido de baloncesto o en una competición de atletismo? ¿Por qué se le puede sacar una tarjeta a un jugador por quitarse la camiseta y sin embargo se les deja escupir como si tal cosa?

Pues bien, yo creo que ni una cosa ni otra. Los futbolistas deberían dejar de hacer guarradas y los tenistas deberían dejar que sus fans les animasen cuando están en pleno juego y que se dejen de tanta toallita mientras que les vemos tocarse los genitales o el culo con tics precisos y constantes cuando van a efectuar el saque. Menos guarros pero también menos señoritos.

Un deporte de masas que se podría poner como ejemplo es el baloncesto. No se escupe en la cancha, los espectadores pueden animar o silbar a los equipos durante el encuentro y beben y se secan el sudor cuando están en el banquillo. Nada que ver con un deporte pijo como el tenis o uno guarro como el fútbol.

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

jajajaja No los había visto nunca bajo esos puntos de vista, supongo que cada cual con su cada cuala :)
Salud

mariajesusparadela dijo...

En una prórroga del mundial , me quedé de piedra: pasaba por telecinco, que eran los que ponían los partidos , en un descanso de no sé que serie. En la tele dijeron "un descanso de cinco minutos en la prórroga" (supongo que para cambiar de campo, que no entiendo de eso) y veo a dos escupiendo y a unoapretando una ventana de la nariz y luego la otra...
Lo comenté con mi hermana, de puro asco.