08 julio 2014

Hay vida antes y después de Pablo Iglesias

Aunque parezca mentira, aunque la caverna mediática se empeñe, estoy seguro de que hay algo más en política que este gobierno inmundo y Pablo Iglesias.

Naturalmente me refiero a Pablo Iglesias Turrión (desde ahora: P.I.), el político actual que en cuatro meses ha conseguido convertir a su nuevo partido, Podemos, en la cresta de la ola de la información. Un personaje mediático que con sus afirmaciones ha sido capaz de conseguir 1,2 millones de votos en las últimas elecciones europeas. Y no es moco de pavo.

Su crítica al sistema, su agudeza mediática y sus resultados han hecho mella en la derecha española. Ellos que ya conocen la oposición actual, la del PSOE –con la que están contentos y se alternan en el poder— y la de IU –a la que no tienen más remedio que soportar—, aparte de la de los nacionalismos con los que se alían cuando no tienen mayoría absoluta, no son capaces de aceptar que alguien, un profano para ellos, un aficionado, les critique y les diga verdades como puños.

Porque no es una cuestión de que P.I. y su partido les quiten votos. No creo que la gente de derecha le haya votado. No, los votos de P.I. vienen de la abstención, del PSOE y de los que hubieran votado a IU de no existir Podemos. Y sin embargo el PSOE no le critica en demasía y en IU somos muchos los que estamos contentos de que exista.

La razón es simple, como demuestran siempre, esta derechona no puede consentir que les saque los colores alguien al que ellos les cuesta reconocer como un político. Y echan el resto para que Podemos y su líder no cuajen y no haya uno más, que con contundencia, razón y verdad, les critica y les llama casta.

Había quién desde la izquierda, conozco a más de uno, y desde la derecha criticaban al movimiento 15-M porque sin institucionalizarse no podría conseguir nada. Ahora resulta que cuando alguien coge esa bandera y reclama reivindicaciones de ese movimiento, tampoco vale.

Le han llamado de todo, P.I. ha sido el político más mentado, más insultado, sin duda, en los dos últimos meses. Le han acusado de todo --sólo falta la muerte de Manolete, pero ya llegará--. Todo esto demuestra hasta qué punto esta gentuza respeta la democracia cuando los votos no le son favorables. Democracia para ellos es que ganen los de siempre y si son afines o complementarios en el poder, mejor que mejor.

En algún periódico han entrado, incluso, en cuestiones personales, haciendo artículos rosa, donde hablaban de la vida privada de Pablo, y es que parece que se ha abierto la veda y hay que cazar al personaje, para lo que vale todo.

Las acusaciones que más han repetido, desde la derecha cavernícola y que más veces le han hecho defenderse, han sido la de ser un vasallo del gobierno venezolano y tener conexiones con ETA. En fin, imposible un espectáculo más bochornoso.

Me hace gracia pensar que políticos o periodistas que le atacan de haber recibido subvenciones del gobierno de Chavéz por medio de CEPS, una fundación de la que es miembro --yo también soy miembro de CEPS y no me parece mal que esta fundación de estudios políticos y sociales haga trabajos para quienes se lo piden, y cobre por ello--. Lo que nadie ha demostrado es que CEPS sea Podemos, ni mucho menos. Además les aseguro que no es así y que en la junta directiva de esta fundación hay varias personas independientes y alguna incluso de otros partidos.

Es penoso y vergonzoso ver cómo esos que le han acusado de estar al servicio del gobierno venezolano son los mismos que no dicen ni pío cuando Rajoy es el único presidente europea que va a Guinea a ver a su amigo Teodoro Obiang –uno de los dictadores más crueles del mundo—, o incluso aplauden cuando nuestro exrey Juan Carlos y su “hermano” el presidente de Arabia Saudita se daban la manita y unos abrazos de aquí te espero. Pero claro al fin y al cabo Arabia Saudita es un país modelo, donde las mujeres son muy bien tratadas y los enemigos políticos gozan de privilegios y libertad.

Pablo Iglesias y Alberto Garzón

Y qué decir de lo de ETA. Decir que ETA tiene explicaciones políticas ha hecho que le llamaran etarra. Y es que son los mismos que no han dicho ni pío o han defendido que Aznar hablara del Movimiento de Liberación del País Vasco, o que los demás presidentes del gobierno hayan tenido reuniones, con el plausible fin de acabar con la ignominia de ETA. Pero claro, P.I. no tiene bula. Por cierto, que afortunadamente esta organización terrorista ha finalizado su lucha armada.

En fin, parece que todo gira ante este nuevo personaje político. Un ejemplo de que es bueno traer aire fresco a esta democracia que huele por los cuatro costado. Estoy convencido de que si somos inteligentes y unimos lo común, que es mucho, desde la Izquierda, como ya ha comentado Alberto Garzón, podremos conseguir esa convergencia tan necesaria para este país.

Yo que no soy de Podemos puedo decir que me he alegrado de los resultados de este partido, entre otras cosas, por la ilusión que ha despertado entre muchos ciudadanos. Queda tiempo para ver cómo se desarrolla en el panorama político español y no lo tiene fácil, pero dese luego desde esas críticas falsas e insultos que le están propinando, lo que consiguen es darle aire y votos. Estoy seguro de que a P.I., no le gustan, pero se alegra y recuerda aquella frase del Quijote: “Ladran, luego cabalgamos”. Y es que el odio y la rabia les pierde.

Intentando cargarse a su enemigo están elevándolo a la enésima potencia. Y, de verdad, señores de la caverna, no es para tanto. Hay vida al margen de P.I., aunque ustedes le estén llenando la urna.

Salud y República

1 comentario:

Genín dijo...

Pienso que de momento es interesante hacer un seguimiento de Podemos, seguir divirtiéndome con la cagada que tienen todos los partidos, absolutamente acojonados y envidiosos de los resultados de Podemos, es una delicia...
Salud