Rajoy tiene miedo

Razones de peso demuestran que Rajoy está pasando por momentos delicados dentro de su partido.

La primera es el resultado de las encuestas que hace que el PP salga como ganador, pero que coloca a su líder, con muy poca aceptación lo que es una preocupación en Génova. El barco, dicen, está listo, pero el capitán no da la talla.

Y es que el miedo le ha invadido el cuerpo y sólo actúa en casos de gravedad máxima, con lo cual siempre llega tarde. Ahora bien, ¿tiene motivos para estar acongojado?

Hombre, que el despacho de Bárcenas, ya saben el ex-tesorero que sigue instalado en Génova, siga sin ocupar y cubra un paréntesis dudoso, hace pensar que D. Mariano no quiere que su antiguo colaborador no tire de la manta.

Pero hay otros síntomas que parecen clave. Por ejemplo, después de haber dimitido el pijopepero Costa, –lo que costó uno y parte del otro—, figura todavía en la web del PP valenciano como secretario general y parece que sigue actuando como tal. Hay quien dice que es un olvido, y hay quien piensa que ejerce todavía desde la sombra, por cierto, alargada como la de un ciprés. Y lo mismo ocurre con los tres diputados de Madrid, que tanto bombo le han dado a la lideresa con su destitución. Y ahí siguen, López Viejo, Martín Vasco y Bosch en el organigrama del PP de Madrid, como diputados populares, después de casi dos semanas de su cese. Seguramente será otro error informático.

Espe-rancia esperando que se le pudra la chirimoya a Rajoy

Además este nuevo enfrentamiento en Madrid por regir CajaMadrid, entre La aguerrida lideresa Aguirre y el superrajao Rajoy hace pensar que Espe-rancia, que no da puntada sin hilo, si se atreve ahora a enfrentarse con su teórico jefe –al que sin duda quiere desgastar para sucederle—, es porque le ve en una situación de debilidad crónica y con más miedo que vergüenza.

Por si esto fuera poco, encima de su cabeza están las espadas de Mallorca y de Castellón, que no tardarán en caer. En fin, un panorama nada envidiable para el gran jefe pepero.

No me extraña que en el debate de presupuestos, tratara de confrontarse con el Presidente y no con la Vice-presidenta, intentando ningunearla, lo que además de denotar machismo, propio de esta derecha, demuestra esa condición de inferioridad dentro de su partido que le hace buscar fuera la fuerza suficiente para disimular su miedo interior.

Salud y República