Es curioso ver cómo todos los países se han unido a la condena oficial por el golpe de Estado en Honduras. No conozco ni un país que haya reconocido al nuevo gobierno de Micheletti.
Sin embargo, son muchos los periodistas que, sin atreverse a desmentir que se trata de un golpe de Estado, pues quedarían al margen de la opinión pública internacional y quieren nadar y guardar la ropa, se empeñan en mantener cierta ambigüedad. En ese grupo se encuentran muchos de los periódicos españoles, fundamentalmente los de derecha, incluido El País, que se han alistado al "sí, pero", cuando los peros son difíciles de sostener con un golpe de Estado por medio.
Por una vez, la reacción internacional ha sido unánime y ha condenado el golpe, desde USA, Europa y la OEA no ha habido ninguna duda. Hay que reponer al presidente Zelaya, depuesto por los militares.
De hecho, varios países de Europa han llamado a consulta a sus embajadores, lo que equivale a dejan en suspenso las relaciones diplomáticas, y la OEA ha suspendido a Honduras.
Mientras en Honduras hay división, como no podía ser de otra manera, están los que estaban perdiendo privilegios, mantenidos durante décadas, que pretenden volver a los tiempos de antaño donde las oligarquías ponían y quitaban gobiernos y manejaban el país a su antojo, y están los más humildes, los seguidores de Zelaya que han visto truncadas sus expectativas de cambio y de justicia social.
Y el gobierno traidor de Micheletti sigue en sus trece, continúa con el estado de sitio con el fin de poder reprimir cualquier intento de manifestación por la vuelta a la legalidad.
Zelaya ha confirmado que hoy vuelve a Honduras. Y los golpistas le esperan para apresarle. Zelaya volverá acompañado de altas personalidades, entre las que se encuentran, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kischner y el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
El gobierno ilegal está rodeado y aislado pero esa situación le puede hacer pensar en una huida hacia adelante y se puede provocar una guerra civil. No sabemos qué pasará, pero hoy seguramente es el principio de un cambio en Honduras. Esperemos que sea que Micheletti y los suyos se marchan del poder y dejan a Zelaya en su puesto, para el que fue elegido democráticamente.
Ahora sólo queda seguir los acontecimientos y esperar lo mejor. Hay quien se pasa la vida esperando a Godot, hoy en Honduras están esperando a Zelaya.
Salud y República
11 comentarios:
Pues puede pasar de todo, Rafa, porque aunque "intentaron" hacer un golpe incruento, no creo que los golpistas le hagan ascos a la violencia pura y dura con tal de mantenerse en el poder... Por cierto, ya que tanto tu como yo profesamos cierto anticlericalismo militante ¿has visto la meliflua reacción de la Iglesia hondureña? Salud!
Hola Rafa, buenos días domingueros. Efectivamente hay practicamente una condena global exceptuando la postura de la conferencia episcopal hondureña que como siempre es de auténtica vergüenza poniéndose al lado de los poderosos y de los golpistas.
Yo también creo que estos no se andan con tonterías y son capaces de actuar con toda la violencia provocando una guerra civil.
La situación es muy preocupante y puede ser muy desestabilizadora.
Un beso
Ya verenis si llega Zelaya. La Iglesia ha dicho que no vuelva si no quiere que ocurra un baño de sangre.
Todas las dictaduras son iguales: Ejército+Iglesia
Tiene usted más razón que un santo. Hace unos días oí en Intereconomía radio una serie de disparates que me dejaron asombrado. Que conste que escucho esa emisora por obligación, ya que mi trabajo me lo "aconseja".
En fin, que si, que muchos plumiferos están entre Rivas y Vaciamadrid.
Pero no sé que pasará a la larga. Me da la impresión de que como decía hace unos días Inés, puede darse el caso de un golpe unánimemente rechazado y que al final se salgan con la suya.
Un saludo
Me consterna la ambigüedad de ciertos periodistas y periódicos, un golpe de estado es un golpe de estado y más contra un gobierno democrático,la postura de los curas allí es nefasta como siempre y el pobre Celaya me temo que cuando llegue a Honduras se lo haran pasar muy mal si es que no pasa lo peor, la guerra civil no me extrañaría y todos sabemos lo que es, un baño de sangre en el que van a perder todos, nada merece el precio de una vida, estoy verdaderamente preocupada por esta tierra hondureña que no se merece lo que le viene encima.Besos guapo.
Estaremos muy atentos a lo que hoy transcurra en este pequeño País.. que tiene todos los números para que las oligarquias+ejército+iglesia lo quieran perpetuar como finca propia y sigan haciendo lo posible para que asi sea.. baño de sangre (no la suya, claro) incluído..
Besos, Rafa.. sigamos los acontecimientos..
Es curioso el caso de la Iglesia de Honduras. Los curas de esos países centroamericanos a veces han dado ejemplos dignos de ser tenidos en cuenta. Monseñor Romero era uno de ellos y por ello murió asesinado y han existido más casos de compromiso en Nicaragua y Guatemala, por ejemplo.
Me gustaría conocer la opinión de nuestro anfitrión a este respecto y saber si la opinión de algunos jerarcas es representativa de la iglesia hondureña.
Àngels, efectivamente, puede pasar de todo. Y de la Iglesia que quieres que te diga, ya había dado indicios, cuando no quiso condenar el golpe, y ahora lo apoya claramente. Besos.
Carmen, estos chicos no se van a andar con tonterías, salvo que quienes les mandan se vean muy presionados. Y de la Iglesia, ya lo ves. Lamentable. Un beso.
Guevara, la Iglesia si pasa algo será corresponsable por amenazar y ponerse al lado de los golpistas.
Txema pueden ocurrir tres cosas. que la presión haga efecto y que se vuelva a la situación anterior. Que se declare una guerra civil por parte de los golpistas al no aceptar a Zelaya. y tercero que se llegue a un pacto, que podrían ser unas elecciones anticipadas. En fin, la cosa no apunta muy bien.
Pues sí, Gènia, no se lo merecen y como siempre paga el pueblo. Estos militares son unos golpistas en potencia y cuando tienen la oportunidad, no la pierden. Besos.
Sí, Selma, hay que estar atento a lo que pase. Un beso.
Txema, en mi opinión la Iglesia es una institución conservadora que tiende a ayudar a los poderosos para conservar sus privilegios. Los jerarcas son los más conservadores pues son los que tienen más que perder. Entre los demás, ha habido, hay y habrá casos de sacerdotes que intentan actuar de acuerdo al evengelio, o sea de una forma socializante, pero suelen ser excepciones y muchos terminan autoexcluyéndose de la Iglesia o es esta institución quien los expulsa --los seguidores de la teología de la liberación.
La Iglesia como tal suele estar con los poderosos, y a lo más que llega es a dar limosnas y ayudar a los necesitados, eso sí, sin que se produzca ningún cambio estructural.
Salud y República
De nuevo está en lo cierto. Con razón decía Voltaire aquello de "écrasez l'Infâme". Y ya ha llovido, ya.
Bueno, vamos a ser moderadamente optimistas y esperemos que Zelaya ocupe su puesto sin más novedad.
Pues mire usted María, y abusando de la paciencia del kabileño mayor, le diré que el hecho de que un determinado dirigente actúe de forma contraria a la Ley no se soluciona expulsándolo del país sin más ni más.
Ni siquiera en un proceso revolucionario eso sería una buena solución, como la historia se ha encargado de demostrar muchas veces y en España particularmente.
Si en vez de mandar a Sanjurjo exiliado a Lisboa y a Mola y Franco a Pamplona y Canarias respectivamente, en una especie de aislamiiento del poder, se les hubiera metido en la cárcel, la historia de España hubiera ido por otros derroteros.
Si Zelaya ha violentado la constitución, o cualquier otra ley, lo lógico es solicitar su procesamiento por los medios que establezca la constitución, que supongo tendrá prevista esa posibilidad.
Pero, en en nungún caso, el ejército puede erigirse en juez súpremo y dictar sentencia por las bravas, aunque le apoyen el poder judicial y parte del parlamento. Incluso en el caso de que Zelaya hubiera sido pillado en un delito indiscutible, con las manos en la masa, el procedimiento es el que yo le digo. No hay otro. Todo lo demás es ilegal.
Por tanto, despejada esta duda, puede usted opinar del tal Zelaya lo que más le apatezca. En principio parece un hombre que ha evolucionado a posiciones más sociales desde las liberales anteriores pero, evidentemente, puede ser un estafador.
En todo caso, es el único presidente constitucional de Honduras y sólo él puede ejercer legitimamente ese cargo.
Un saludo
Amiga María, su opinión no me ofende en absoluto y siento mucho haber dado esa impresión.
Lo único que pretendo decir es que, al márgen, de lo que pensemos de los políticos, ellos también tienen el derecho a defenderse de sus actos ante la Ley.
Mire, a mi me cae fatal la monarquís española, pero considero que el único procedimiento viable para derrocarla es consultando a los ciudadanos.
Incluso en el caso de que se pudiera dar un golpe de estado y mandar al borbón fuera de España, creo que no sería un procedimento adecuado.
En todo caso, le reitero mi pesadumbre por haber dado una impresión que no es la que deseaba. Para empezar porque soy respetuoso con todas las opiniones y procuro escoger las palabras con cautela. Está claro que esta vez no lo he conseguido.
Lo siento mucho, por usted y por nuestro anfitrión.
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