20 julio 2009

Valencia, la ciudad del silencio

Veo que en el Ayuntamiento de Valencia, ya saben el que comanda Rita, se ha puesto en marcha la ordenanza que regula la contaminación acústica. Y me parece muy bien. La contaminación acústica es uno de esos males que han de combatirse.

Y en base a esa lucha contra esta contaminación han abierto un expediente sancionador contra una mujer que tiene la osadía de tocar el violín en plena vía pública ¡Atrevida! La broma le puede costar setecientos euros, por hacerlo --suponemos que con descaro, sin esconderse y sin avergonzarse-- durante seis días seguidos. ¡Qué barbaridad!musicos_callejeros_2

Además ha abierto otro expediente a un individuo que se ha atrevido a tocar el acordeón en la calle --¡la mare de déu!-- como el que ve llover. Y es que hemos llegado a unos extremos que no se pueden consentir. Nuestros oídos no lo soportan más.

Precisamente en Valencia, una ciudad libre de ruidos, donde no se celebran Las Fallas, donde no existe la mascletà, donde no se utilizan los petardos para nada. En la ciudad que reina el silencio y la tranquilidad y en la que no se subvencionan los espectáculos con ruido, ahora se les ocurre a unos músicos menesterosos ponerse a tocar, ¡habrase visto!

Y menos mal que tenemos a nuestra amada Rita que pone orden en seguida. Multa y al canto. Como debe ser, menuda es la reina de las anchoas.

Desde luego toda la culpa es de El Bigotes, porque, ¿a quién se le ocurre regalarle bolsos caros pero silenciosos a Rita, en vez de cajas de música? Otro gallo nos cantara.

Salud y República

16 comentarios:

Txema dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Txema dijo...

Es verdad que hay gente que se dedica a molestar a los demás con sus ruidos nefandos. ¡Ya ve usted, un acordeón y un violín! con el estrépito que arman esos dos instrumentos. ¡Abajo la música!

Le comentaré que yo tengo un compañero (tome, tome nota) cuyos cuescos, producto de las fabes que se mete entre pecho y espalda, incluso en verano, son ensordecedores y además, pestilentes. Y el Ayuntamiento de Madrid tan campante. ¡Que prenda Gallardón de Rita Barbara.

salud

Ciberculturalia dijo...

Y además la tocarán infumables menesterosos incluso quizás inmigrantes. Qué osadía. Entiendo que la impecable Rita la Barberá tome medidas drásticas contra tanta desarmonía.

Ella, que efectivamente es la representación de todo lo más impoluto.

Ay que joderse, verdaderamente!

Un beso

Txema dijo...

Cármen ese lenguaje es impropio de tí. Que lo diga yo que soy un poco ordinario vale, pero mi musa de ciberculturalia...

Paco Piniella dijo...

Y tragamos y tragamos, la ciudadanía traga todo de todo lo que le echen.... en fin...

Corpi dijo...

La estupidez cada día está más barata y nuestros estúpidos dirigentes la están comprando por arrobas.
Un saludo

javi dijo...

No se trata del ruido, lo que pasa es que los dirigentes valencianos no están para melodias, que no quieren que les toquen... música.

mariajesusparadela dijo...

Yo creo que el ruido que más les molesta es ese que hacen los periódicos y que permiten que la música del tintineo de sus bolsillos llegue a toda España.

Antonio Rodriguez dijo...

A lo mejor es que tocaban musica protesta. O como se ya no llegan dineros extras hay que poner multas.
Salud, República y Socialismo.

Martine dijo...

.. y mira por donde hoy en las noticias he tenido que bajar el volumen... Ensordecedoras la "voz" y la violencia verbal de dicha señora...

Un beso, Rafa..

Dilaida dijo...

Vaya, ignorantes músicos no saben que a doña Rita le encanta el "Cara al sol". Seguro que se les ocurrió tocar alguna melodía dulzona y a la "señora" le va lo fuerte, no hay más que oirla parece un tanqueta.
Bicos

SaiZa dijo...

Parece mentira, en la ciudad de la Ruta del Bacalao, que se pongan a tocar música sonora y celestial, que osadia. Tal vez con un regalo apropiado, hagan la vista gorda y el monedero a juego. Siendo la ciudad del silencio y algunos sinvergüenzas sin vergüenza ninguna. Un beso Rafa
¡Salud, Memoria y Libertad!

María a rayas dijo...

y a mi que no hay nada que me guste más que caminar por la calle y escuchar un violín que llora o un acordeón que baila...
díos mío...¿estaré enferma?
Doña Rita, múlteme a mí también que me lo merezco por sinvergüenza...

Bernardo dijo...

La música amansa a las fieras. Quizá por eso es tan peligrosa para alguien como Rita, en perpetuo cabreo.

Miguel dijo...

También hace ruido la Fórmula 1. Además otras molestias para los ciudadanos: contaminación, corte de calles, etc.

GUANARTEME dijo...

Y las campanas de las iglesias ¿que?. Porque algunas llaman a la oración.... pero muchas a lo que llaman es a la histeria colectiva.

¿No os parece?