Zelaya, el atrevido

Hay que ver cómo es este presidente. Me refiero a Zelaya, depuesto por las fuerzas armandas de su país. Mira que pretender que el pueblo pueda decidir sobre si en Noviembre hará o no un referéndum, para, entre otras cosas, elaborar una nueva constitución (parece que más social), y además iba a incluir la posibilidad de reelección indefinida del presidente del Estado, si gana las elecciones (o sea como ocurre en España con los presidentes autonómicos y del gobierno o los alcaldes, desde luego no con el Jefe del Estado, que fue impuesto por un dictador y aceptado dentro del paquete constitucional). ¡Qué barbaridad!

Es un atrevido, y desde luego su trayectoria así lo anuncia, lo que sé de este presidente es que fue elegido en el partido liberal y que se fue volviendo progresista acercándose a los más necesitados, subiendo considerablemente el salario mínimo y acordando acciones con los sindicatos de protección de los trabajadores. En política internacional se había unido a los gobiernos progresistas iberoamericanos integrándose en la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), habiendo también reanudado las relaciones diplomáticas con Cuba.

Imagínense que tipo más peligroso, había que quitarle del medio como fuera. Las malas lenguas dicen que es un golpe de Estado, pero no, ha sido simplemente un acto de justicia, ante una provocación, mira que querer preguntar al pueblo. ¿Y si le dejan y gana? Solo faltaba que se instituyera ahora una figura parecida a la democracia participativa, con lo que molesta.

Hay quien dice que ha sido porque no estaba previsto dicho referéndum en la Constitución, o sea que lo lógico es que, sin preguntar, hubiera cambiado lo que fuera y santas pascuas. ¿Qué es eso de preguntar al pueblo? ¡Basta de tonterías!

También hay quien dice que la destitución, que no golpe de Estado, --faltaría más-- ha sido porque las oligarquías patrias no estaban contentos con un presidente que ha girado a la izquierda. ¡Mentira cochina! Vamos hombre, ni que las oligarquías de ese país no fueran demócratas de toda la vida. Lo que pasa es que no se termina de entender lo de la democracia orgánica, que es la buena. Una, Grande y Libre, eso es lo que quieren, los grande demócratas como los oligarcas, la Iglesia, el ejército y la derecha política, de Honduras. Y menos vainas como preguntar al pueblo, que se pierde mucho tiempo.

Y si no, pregúntenles lo que opinan a Mayor Oreja, o a Aznar, o a los chicos de la COPE, o de El País (qué editoriales más saludables el de hoy y sobretodo el del 27, si parecen de La Razón) y sabrán lo que es bueno. Que son ustedes unos rojos. Orden y paz, y nada de preguntar. Que ya está bien.

Hasta USA ya no es lo que era, ahora apoya a los presidentes rebeldes. Eso les pasa por aceptar un negro como presidente, y es que el mundo ya no es lo que era, e Iberoamérica menos.

Salud y República